Su papel económico era muy importante: realizaban las tareas agrícolas como los hombres y tenían que trabajar para mantenerse ellas y a sus hijos. A la mujer le correspondían las labores del hogar, el cuidado de los hijos, de los enfermos, la asistencia a los partos
El rol de la mujer se ha circunscrito, desde el inicio de la construcción de la sociedad, al ámbito estrictamente familiar. Progresivamente, la mujer irá asumiendo otros roles en el ámbito público tras las reivindicaciones llevadas a cabo para conseguir avanzar en las conquistas que el otro género, los hombres, iban adquiriendo de acuerdo con la propia evolución del mundo. Las mujeres de los países desarrollados se han ido incorporando al desarrollo de sus países como consecuencia de una búsqueda y un anhelo constante para obtener la igualdad con el hombre, pero manteniendo el respeto a la diversidad. La mujer ha sido consciente de que su incorporación a la sociedad
La lucha de las mujeres de los países desarrollados se originó gracias al acceso progresivo de la mujer a la educación formal, plataforma fundamental que les proporcionó un arma muy poderosa de formación e información a través de la cual canalizaron sus aspiraciones
Este acceso ha permitido el inicio del proceso y, aunque queda todavía mucho camino por andar, el trecho recorrido ha colocado a la mujer si no en un nivel igualitario con el hombre, sí en unas cotas de igualdad muy superiores a las mantenidas en épocas pasadas. La autonomía de la mujer comienza por su independencia económica, un elemento clave para el disfrute del resto de derechos, por lo que la integración de la mujer al mercado laboral es esencial.
Respecto a la igualdad de retribución salarial, a pesar de que se han conseguido avances aún queda mucho para poder alcanzar la igualdad, según señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al indicar que los salarios promedios de las mujeres son entre un 4 y un 36% inferiores a los de los hombres, y la brecha salarial aumenta en términos absolutos para las mujeres que ganan más. En Europa la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 19% y llega casi a doblarse en Estados Unidos con un 36%
En España una mujer cobra un 17% menos de salario que un hombre por hacer el mismo trabajo, pese a que aquélla tiene una mejor educación y está mejor formada. Pero si se atendiera a los factores de capital humano, es decir, a aquello que hace objetivamente productivo a un individuo en el mercado laboral, como son el nivel educativo .
Centrándose este estudio en España, esa parte no se puede explicar en función de factores objetivos sino que se debe a la pura discriminación. La OIT en dicho informe reconoce su incapacidad para explicar por qué las mujeres, aun gozando de una educación y una formación muy superior a la de los hombres y mostrando valores similares en el resto de factores de capital humano, son éstos, los hombres .
La OIT reconoce que si la reducción de la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue a este ritmo aún será necesario que transcurran 71 años para eliminarla. También entre las propias mujeres se aprecian diferencias en función de si tienen hijos o no. El Informe Mundial de Salarios[7] concluye que la sociedad penaliza la maternidad, no sólo salarialmente con una media del 5% en España, sino que, además, cuantos más hijos tenga una mujer menos sueldo percibirá en relación a los hombres y a las mujeres sin descendencia.
Respecto a la conciliación laboral y familiar se produce la siguiente paradoja: si bien la mujer se ha incorporado a la sociedad y al mundo productivo, una vez alcanzado ese paso continúa asumiendo la carga familiar. El reto al que se enfrentan estas sociedades en la actualidad consiste en conciliar ambas vidas, la laboral y familiar, tanto para hombres como para mujeres.
Otro aspecto relevante en el que centrarse dentro el análisis de la realización de género y desarrollo es el referente al liderazgo y la participación política de las mujeres. Las mujeres obtienen una escasa representación no sólo como votantes, sino también en los puestos directivos, ya sea en cargos electos, en la administración pública, el sector privado o el mundo académico.
Esta realidad contrasta con su indudable capacidad como líderes y agentes de cambio, y su derecho a participar por igual en la gobernanza democrática. Las mujeres se enfrentan a dos tipos de obstáculos a la hora de participar en la vida política.
Las brechas relativas a las capacidades provocan que las mujeres tengan menor probabilidad que los hombres para contar con la educación, los contactos y los recursos necesarios para convertirse en líderes eficaces
Como señala la resolución sobre la participación de la mujer en la política aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas[9]en 2011, “las mujeres siguen estando marginadas en gran medida de la esfera política en todo el mundo,
Respuesta:
Su papel económico era muy importante: realizaban las tareas agrícolas como los hombres y tenían que trabajar para mantenerse ellas y a sus hijos. A la mujer le correspondían las labores del hogar, el cuidado de los hijos, de los enfermos, la asistencia a los partos
Explicación:
espero que te sirva de mucha ayuda
Respuesta:
holiii
Explicación:
El rol de la mujer se ha circunscrito, desde el inicio de la construcción de la sociedad, al ámbito estrictamente familiar. Progresivamente, la mujer irá asumiendo otros roles en el ámbito público tras las reivindicaciones llevadas a cabo para conseguir avanzar en las conquistas que el otro género, los hombres, iban adquiriendo de acuerdo con la propia evolución del mundo. Las mujeres de los países desarrollados se han ido incorporando al desarrollo de sus países como consecuencia de una búsqueda y un anhelo constante para obtener la igualdad con el hombre, pero manteniendo el respeto a la diversidad. La mujer ha sido consciente de que su incorporación a la sociedad
La lucha de las mujeres de los países desarrollados se originó gracias al acceso progresivo de la mujer a la educación formal, plataforma fundamental que les proporcionó un arma muy poderosa de formación e información a través de la cual canalizaron sus aspiraciones
Este acceso ha permitido el inicio del proceso y, aunque queda todavía mucho camino por andar, el trecho recorrido ha colocado a la mujer si no en un nivel igualitario con el hombre, sí en unas cotas de igualdad muy superiores a las mantenidas en épocas pasadas. La autonomía de la mujer comienza por su independencia económica, un elemento clave para el disfrute del resto de derechos, por lo que la integración de la mujer al mercado laboral es esencial.
Respecto a la igualdad de retribución salarial, a pesar de que se han conseguido avances aún queda mucho para poder alcanzar la igualdad, según señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT) al indicar que los salarios promedios de las mujeres son entre un 4 y un 36% inferiores a los de los hombres, y la brecha salarial aumenta en términos absolutos para las mujeres que ganan más. En Europa la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 19% y llega casi a doblarse en Estados Unidos con un 36%
En España una mujer cobra un 17% menos de salario que un hombre por hacer el mismo trabajo, pese a que aquélla tiene una mejor educación y está mejor formada. Pero si se atendiera a los factores de capital humano, es decir, a aquello que hace objetivamente productivo a un individuo en el mercado laboral, como son el nivel educativo .
Centrándose este estudio en España, esa parte no se puede explicar en función de factores objetivos sino que se debe a la pura discriminación. La OIT en dicho informe reconoce su incapacidad para explicar por qué las mujeres, aun gozando de una educación y una formación muy superior a la de los hombres y mostrando valores similares en el resto de factores de capital humano, son éstos, los hombres .
La OIT reconoce que si la reducción de la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue a este ritmo aún será necesario que transcurran 71 años para eliminarla. También entre las propias mujeres se aprecian diferencias en función de si tienen hijos o no. El Informe Mundial de Salarios[7] concluye que la sociedad penaliza la maternidad, no sólo salarialmente con una media del 5% en España, sino que, además, cuantos más hijos tenga una mujer menos sueldo percibirá en relación a los hombres y a las mujeres sin descendencia.
Respecto a la conciliación laboral y familiar se produce la siguiente paradoja: si bien la mujer se ha incorporado a la sociedad y al mundo productivo, una vez alcanzado ese paso continúa asumiendo la carga familiar. El reto al que se enfrentan estas sociedades en la actualidad consiste en conciliar ambas vidas, la laboral y familiar, tanto para hombres como para mujeres.
Otro aspecto relevante en el que centrarse dentro el análisis de la realización de género y desarrollo es el referente al liderazgo y la participación política de las mujeres. Las mujeres obtienen una escasa representación no sólo como votantes, sino también en los puestos directivos, ya sea en cargos electos, en la administración pública, el sector privado o el mundo académico.
Esta realidad contrasta con su indudable capacidad como líderes y agentes de cambio, y su derecho a participar por igual en la gobernanza democrática. Las mujeres se enfrentan a dos tipos de obstáculos a la hora de participar en la vida política.
Las brechas relativas a las capacidades provocan que las mujeres tengan menor probabilidad que los hombres para contar con la educación, los contactos y los recursos necesarios para convertirse en líderes eficaces
Como señala la resolución sobre la participación de la mujer en la política aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas[9]en 2011, “las mujeres siguen estando marginadas en gran medida de la esfera política en todo el mundo,
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