El carbono se encuentra disuelto en el agua marina en forma de dióxido de carbono, bicarbonatos y carbonatos, en proporciones mutuas que mantienen un determinado equilibrio. De la atmósfera se absorbe CO2, y los ríos aportan iones de calcio y bicarbonatos. Al final de las reacciones parte del carbono precipita en el fondo (por encima del nivel de disolución, o lisoclina) en forma de carbono orgánico fotosintético o de carbono inorgánico contenido en la caliza (CaCO3) de las conchas de foraminíferos y cocolitóforos especialmente.
A la atmósfera pasa el oxígeno no consumido en la respiración y también parte del CO2.
Como resultado de las reacciones químicas y de los intercambios, el mar en su conjunto resulta ser a la larga un absorbente del CO2 atmosférico y un emisor de oxígeno, aunque existen regiones de fuerte afloramiento de aguas en las que el mar se desgasifica y emite más CO2 del que absorbe.
El ciclo del carbono
El ciclo del carbono. Las flechas representan la movilización del carbono en los seres vivos y su entorno
Mediante la fotosíntesis las plantas también absorben el dióxido de carbono existente en el agua y lo acumulan en los tejidos vegetales en forma de grasas, proteínas e hidratos de carbono. Posteriormente los animales herbívoros se alimentan de estos vegetales, de los que obtienen energía para después, siguiendo las cadenas tróficas, transferirla a los demás niveles de la cadena alimenticia (los animales carnívoros que se alimentan de los herbívoros).
Dicha energía sigue varios caminos:
- Por un lado, es devuelta a la atmósfera como dióxido de carbono mediante la respiración.
- Por otro lado, se deriva hacia el medio acuático, donde puede quedar como sedimentos orgánicos o combinarse con el agua para producir carbonatos y bicarbonatos (que suponen el 71% de los recursos de carbono de la Tierra).
- Su acumulación en las zonas húmedas (pantanos, ciénagas, etc.) genera turba, resultado de una descomposición incompleta, lo que da lugar a la formación de depósitos de combustibles fósiles como petróleo, carbón y gas natural.
El ciclo del carbono queda completado gracias a los organismos descomponedores, los cuales llevan a cabo el proceso de mineralizar y descomponer los restos orgánicos, cadáveres, excrementos, etc. Además de la actividad que llevan a cabo los reinos vegetal y animal en el ciclo del carbono, también entra dentro de éste el carbono liberado mediante la putrefacción y la combustión.
Respuesta:
El carbono se encuentra disuelto en el agua marina en forma de dióxido de carbono, bicarbonatos y carbonatos, en proporciones mutuas que mantienen un determinado equilibrio. De la atmósfera se absorbe CO2, y los ríos aportan iones de calcio y bicarbonatos. Al final de las reacciones parte del carbono precipita en el fondo (por encima del nivel de disolución, o lisoclina) en forma de carbono orgánico fotosintético o de carbono inorgánico contenido en la caliza (CaCO3) de las conchas de foraminíferos y cocolitóforos especialmente.
A la atmósfera pasa el oxígeno no consumido en la respiración y también parte del CO2.
Como resultado de las reacciones químicas y de los intercambios, el mar en su conjunto resulta ser a la larga un absorbente del CO2 atmosférico y un emisor de oxígeno, aunque existen regiones de fuerte afloramiento de aguas en las que el mar se desgasifica y emite más CO2 del que absorbe.
El ciclo del carbono
El ciclo del carbono. Las flechas representan la movilización del carbono en los seres vivos y su entorno
Mediante la fotosíntesis las plantas también absorben el dióxido de carbono existente en el agua y lo acumulan en los tejidos vegetales en forma de grasas, proteínas e hidratos de carbono. Posteriormente los animales herbívoros se alimentan de estos vegetales, de los que obtienen energía para después, siguiendo las cadenas tróficas, transferirla a los demás niveles de la cadena alimenticia (los animales carnívoros que se alimentan de los herbívoros).
Dicha energía sigue varios caminos:
- Por un lado, es devuelta a la atmósfera como dióxido de carbono mediante la respiración.
- Por otro lado, se deriva hacia el medio acuático, donde puede quedar como sedimentos orgánicos o combinarse con el agua para producir carbonatos y bicarbonatos (que suponen el 71% de los recursos de carbono de la Tierra).
- Su acumulación en las zonas húmedas (pantanos, ciénagas, etc.) genera turba, resultado de una descomposición incompleta, lo que da lugar a la formación de depósitos de combustibles fósiles como petróleo, carbón y gas natural.
El ciclo del carbono queda completado gracias a los organismos descomponedores, los cuales llevan a cabo el proceso de mineralizar y descomponer los restos orgánicos, cadáveres, excrementos, etc. Además de la actividad que llevan a cabo los reinos vegetal y animal en el ciclo del carbono, también entra dentro de éste el carbono liberado mediante la putrefacción y la combustión.
Explicación:
DEA