1. Una ley que aborde la necesidad de las bibliotecas escolares en los centros educativos y que «obligue» a sacar el máximo potencial de estas a favor de la comunidad educativa. Una ley que tenga en cuenta las necesidades informativas y de conocimiento de los estudiantes, así como la existencia de distintos soportes, formatos, herramientas y plataformas necesarias para la consecución de tal objetivo.
2. Incluir a la biblioteca como un departamento más dentro del centro educativo. Planificar la presencia activa de la biblioteca escolar dentro del centro educativo, dando importancia a la biblioteca en el ciclo formativo de los estudiantes y como un recurso necesario e imprescindible más para que el profesorado pueda cumplir sus funciones pedagógicas. Es por ello por lo que el trabajo conjunto y en equipo entre biblioteca y profesorado es más que importante.
3. Dotar de presupuesto o maximizar la inversión en las bibliotecas escolares. El marco de referencia comentado anteriormente señala que sería «razonable que este presupuesto sea entre el 5 % y el 10 % del total del centro». Sería realmente necesario por el bien de la biblioteca contar con tal cantidad para la compra de fondos, dispositivos y distintos materiales necesarios. Incluso valorar su ampliación en función de consecución de objetivos.
4. Acciones formativas al conjunto de la dirección y profesorado de los centros educativos para concienciar o cambiar la mentalidad sobre lo que son y lo que no son las bibliotecas escolares. Hacer que los máximos responsables de las escuelas sepan ver y transmitir los valores de la biblioteca como un recurso vital para la información, el conocimiento, le creación, el aprendizaje y el entretenimiento en la vida formativa de los estudiantes.
5. Ampliar los horarios de apertura de las bibliotecas escolares. En la actualidad 4 de cada 10 bibliotecas escolares abren menos de 5 horas a la semana y 2 de cada 10 menos de 10. Estos horarios de apertura tendrían que ampliarse desde la apertura hasta el cierre del centro educativo para dar una cobertura total a las necesidades del alumnado y el profesorado.
6. Contar con profesionales cualificados a tiempo completo. Ya sea un profesor encargado de la biblioteca o sea un profesional cualificado y formado de carrera, la biblioteca escolar tiene que estar atendida y disponible en todo momento. Quizás desde el sector debamos perder el miedo a que un profesor gestione la biblioteca escolar, pero también pediría al profesorado y los centros educativos (donde incluyo al Ministerio) que pierda el miedo a que sea un bibliotecario cualificado el que gestione la biblioteca y le dé la oportunidad de que sea parte de la solución a los problemas existentes. Eso sí, al proponer en el punto anterior que la biblioteca debe estar abierta durante todo el horario escolar, qué mejor que contratar a un profesional bibliotecario.
7. Favorecer el reciclaje, formación continua e intercambio de buenas prácticas entre los profesionales encargados de la biblioteca escolar. El mundo de las bibliotecas está en constante cambio y evolución, y es por eso por lo que la formación y el reciclaje del profesional encargado de la biblioteca es necesaria para captar ideas y nuevas formas de aprovechamiento de la biblioteca.
8. Incluir a la biblioteca escolar dentro de los planes de estudio del centro educativo. Crear la asignatura «Biblioteca» donde se enseñe al alumnado distintas competencias digitales e informativas como son la búsqueda de información y la utilización fuentes fiables. Además de saber contrastar y citar fuentes, potenciar su imaginación y creatividad o trabajar en grupos alrededor de la lectura y la información.
9. Establecer alianzas con las bibliotecas públicas y sus profesionales. Las bibliotecas escolares deben ver a las bibliotecas públicas y a sus profesionales como unos aliados en la consecución de la creación de una comunidad educativa fuerte, formada e informada.
10. Crear un grupo de trabajo o comisión técnica unificada nacional que trabaje, favorezca y vele por la inclusión de las bibliotecas en los centros educativos. Que sea un órgano competente en la materia y que tenga representación profesional de las distintas comunidades autónomas o provincias. Además, que se deje guiar por profesionales expertos en el campo y aconsejar por las buenas prácticas ya existentes.
Respuesta:
1. Una ley que aborde la necesidad de las bibliotecas escolares en los centros educativos y que «obligue» a sacar el máximo potencial de estas a favor de la comunidad educativa. Una ley que tenga en cuenta las necesidades informativas y de conocimiento de los estudiantes, así como la existencia de distintos soportes, formatos, herramientas y plataformas necesarias para la consecución de tal objetivo.
2. Incluir a la biblioteca como un departamento más dentro del centro educativo. Planificar la presencia activa de la biblioteca escolar dentro del centro educativo, dando importancia a la biblioteca en el ciclo formativo de los estudiantes y como un recurso necesario e imprescindible más para que el profesorado pueda cumplir sus funciones pedagógicas. Es por ello por lo que el trabajo conjunto y en equipo entre biblioteca y profesorado es más que importante.
3. Dotar de presupuesto o maximizar la inversión en las bibliotecas escolares. El marco de referencia comentado anteriormente señala que sería «razonable que este presupuesto sea entre el 5 % y el 10 % del total del centro». Sería realmente necesario por el bien de la biblioteca contar con tal cantidad para la compra de fondos, dispositivos y distintos materiales necesarios. Incluso valorar su ampliación en función de consecución de objetivos.
4. Acciones formativas al conjunto de la dirección y profesorado de los centros educativos para concienciar o cambiar la mentalidad sobre lo que son y lo que no son las bibliotecas escolares. Hacer que los máximos responsables de las escuelas sepan ver y transmitir los valores de la biblioteca como un recurso vital para la información, el conocimiento, le creación, el aprendizaje y el entretenimiento en la vida formativa de los estudiantes.
5. Ampliar los horarios de apertura de las bibliotecas escolares. En la actualidad 4 de cada 10 bibliotecas escolares abren menos de 5 horas a la semana y 2 de cada 10 menos de 10. Estos horarios de apertura tendrían que ampliarse desde la apertura hasta el cierre del centro educativo para dar una cobertura total a las necesidades del alumnado y el profesorado.
6. Contar con profesionales cualificados a tiempo completo. Ya sea un profesor encargado de la biblioteca o sea un profesional cualificado y formado de carrera, la biblioteca escolar tiene que estar atendida y disponible en todo momento. Quizás desde el sector debamos perder el miedo a que un profesor gestione la biblioteca escolar, pero también pediría al profesorado y los centros educativos (donde incluyo al Ministerio) que pierda el miedo a que sea un bibliotecario cualificado el que gestione la biblioteca y le dé la oportunidad de que sea parte de la solución a los problemas existentes. Eso sí, al proponer en el punto anterior que la biblioteca debe estar abierta durante todo el horario escolar, qué mejor que contratar a un profesional bibliotecario.
7. Favorecer el reciclaje, formación continua e intercambio de buenas prácticas entre los profesionales encargados de la biblioteca escolar. El mundo de las bibliotecas está en constante cambio y evolución, y es por eso por lo que la formación y el reciclaje del profesional encargado de la biblioteca es necesaria para captar ideas y nuevas formas de aprovechamiento de la biblioteca.
8. Incluir a la biblioteca escolar dentro de los planes de estudio del centro educativo. Crear la asignatura «Biblioteca» donde se enseñe al alumnado distintas competencias digitales e informativas como son la búsqueda de información y la utilización fuentes fiables. Además de saber contrastar y citar fuentes, potenciar su imaginación y creatividad o trabajar en grupos alrededor de la lectura y la información.
9. Establecer alianzas con las bibliotecas públicas y sus profesionales. Las bibliotecas escolares deben ver a las bibliotecas públicas y a sus profesionales como unos aliados en la consecución de la creación de una comunidad educativa fuerte, formada e informada.
10. Crear un grupo de trabajo o comisión técnica unificada nacional que trabaje, favorezca y vele por la inclusión de las bibliotecas en los centros educativos. Que sea un órgano competente en la materia y que tenga representación profesional de las distintas comunidades autónomas o provincias. Además, que se deje guiar por profesionales expertos en el campo y aconsejar por las buenas prácticas ya existentes.
Explicación:
....
Verified answer
Podemos expresar que, entre las propuestas que tenemos en mente para la biblioteca de nuestro salón de clases están:
Para conocer mas visita: https://brainly.lat/tarea/12545341