Es urgente por favor Quién me puede decir frases alusivas a Antonia Moreno de Cáceres
alexia2002
“Era muy arriesgado sacar armamento de Lima estando la ciudad bien vigilada por los soldados de la guarnición chilena, pero mi dignidad de peruana se sentía humillada viviendo bajo la dominación del enemigo y decidí arriesgar mi vida si fuera preciso para ayudar a Cáceres a sacudir el oprobio que imponía el adversario. ¿Cómo librar al cañoncito de caer en manos del enemigo? Pues se me ocurrió simular un entierro. Lo hice desarmar y colocar en un ataud. Los “deudos del difunto” eran los oficiales que debían partir con él a cuestas hasta el cementerio, primero y después hasta las abruptas sierras. Esta arriesgada hazaña necesitó gran coraje y serenidad, pues pasaron “el cadáver” ante las narices de los chilenos, pero tanto Navarro y Salarrayán tenían temple de acero, se jugaban el todo por el todo en tan atrevida proeza; Seguramente pensando que el “querido muerto” resucitaría en un día no lejano entre las crestas de los andes lanzando con estrépito su voz vengadora.”Mi viaje a la sierra donde se alistaba ese puñado de héroes, resueltos a sufrir y luchar sólo por salvar el honor del Perú- pues no tenían grandes probabilidades de éxito- animó mi espíritu, rebelde a la servidumbre . Entonces me entregué con todo el ardor de mi alma apasionada a la defensa de nuestra causa, dedicándome a la conspiración más tenaz y decidida contra las fuerzas de ocupación.” Mi salud siguió alterada durante varios días y entonces recibí la más abnegada prueba de una india, sublime en afecto por nosotras. Yo estaba con fiebre y necesitaba la extracción de mi leche, una buena mujer ofreció a su hijito para que lo lactase. ¡Vieja raza noble que tan bien sabía comprender la grandeza del deber y del honor¡" otra frase Un rato duró la penosa despedida. Cáceres y sus acompañantes parecían el símbolo del dolor. Se acercaron a nosotras y nos abrazaron cariñosamente. Cáceres acarició a sus hijitas intensamente emocionado, fue desgarrador, como si mil puñales nos hubieran atravesado el corazón…”
Mi salud siguió alterada durante varios días y entonces recibí la más abnegada prueba de una india, sublime en afecto por nosotras. Yo estaba con fiebre y necesitaba la extracción de mi leche, una buena mujer ofreció a su hijito para que lo lactase. ¡Vieja raza noble que tan bien sabía comprender la grandeza del deber y del honor¡"
otra frase
Un rato duró la penosa despedida. Cáceres y sus acompañantes parecían el símbolo del dolor. Se acercaron a nosotras y nos abrazaron cariñosamente. Cáceres acarició a sus hijitas intensamente emocionado, fue desgarrador, como si mil puñales nos hubieran atravesado el corazón…”