¿Es ilícito bombardear a la población civil para debilitar la moral de las tropas enemigas?¿A que nos referimos, actualmente, cuando hablamos de ¨daños colaterales¨
JoSinclairEs completamente ilícito establecer objetivos en la población civil, o en los bienes materiales de una población con el objetivo de producir el desaliento de las tropas, ya que viola por completo la Declaración Universal de los derechos Humanos en cuanto al respeto de la vida y los bienes de una persona, más aún cuando no están relacionados con los motivos del conflicto armado; organizaciones como la OTAN deben velar por el cumplimiento del respeto a la población civil de los estados que participan de una guerra.
En la actualidad, la estrategia militar va encaminada al ataque de infraestructura militar y de industrias básicas, con el fín de debilitar las defensas y el mantenimiento del país atacado, persiguiendo con esto la rendición que pondría fin al conflicto. Sin embargo, muchos de los ataques, aunque medidos y organizados, terminan afectando a la población civil, e incluso ocasionando la muerte de inocentes, siendo en estos casos usado el término de daños colaterales, es decir, la consecuencia de un ataque armado justificado (aunque no existe justificación para la guerra) que termina por afectar recursos materiales y humanos no involucrados con la guerra en sí misma.
El daño colateral es, en el contexto de la guerra, las muertes o destrucción producto de una acción militar, siendo este daño secundario inadmisible, y no debería representar una excusa o una justificación del daño a terceros para alcanzar un objetivo. La planificación militar debe contemplar el alcance de sus objetivos sin ocasionar muerte de civiles o destrucción de ciudades; no obstante, el riesgo de que se produzcan daños colaterales está siempre presente, y es un riesgo calculado por cada uno de los participantes de un conflicto armado.
En la actualidad, la estrategia militar va encaminada al ataque de infraestructura militar y de industrias básicas, con el fín de debilitar las defensas y el mantenimiento del país atacado, persiguiendo con esto la rendición que pondría fin al conflicto. Sin embargo, muchos de los ataques, aunque medidos y organizados, terminan afectando a la población civil, e incluso ocasionando la muerte de inocentes, siendo en estos casos usado el término de daños colaterales, es decir, la consecuencia de un ataque armado justificado (aunque no existe justificación para la guerra) que termina por afectar recursos materiales y humanos no involucrados con la guerra en sí misma.
El daño colateral es, en el contexto de la guerra, las muertes o destrucción producto de una acción militar, siendo este daño secundario inadmisible, y no debería representar una excusa o una justificación del daño a terceros para alcanzar un objetivo. La planificación militar debe contemplar el alcance de sus objetivos sin ocasionar muerte de civiles o destrucción de ciudades; no obstante, el riesgo de que se produzcan daños colaterales está siempre presente, y es un riesgo calculado por cada uno de los participantes de un conflicto armado.