Es el principio que debe garantizar que un sistema natural regenerativo se conserve permanentemente en sus propiedades esenciales. Además se entiende como la capacidad de consumir menos recursos de aquello que la naturaleza es capaz de regenerar en un tiempo determinado.
Los pueblos más prósperos deberían ser aquellos que cuentan con mayores recursos naturales explotables, sin embargo, la realidad no siempre es así, de hecho, son estas regiones las que padecen más pobreza extrema y una sobreexplotación de sus recursos, acompañados de graves problemas de contaminación y degradación de sus recursos naturales. Los que se benefician de la explotación de los recursos naturales, por lo general no se hacen responsables del efecto adverso que ocasionan al medio ambiente. Debido a ello, fue publicada recientemente la nueva Ley Federal de Responsabilidad Ambiental. Desde el punto de vista económico, esta ley puede ser tomada como plataforma para el emprendimiento de nuevas eco-empresas dedicadas a la regeneración y sustentabilidad ambiental basadas en tecnologías ecológicas e innovación medioambiental, trayendo beneficios económicos, sociales y ecológicos a las regiones sobreexplotadas o contaminadas
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