mencionar sólo algunas, con lo que se demuestra que el tema de la democracia es muy amplio y son diversos los enfoques desde los cuales se puede abordar. Analizaremos en el presente trabajo algunos de ellos.
En el siglo VI a. C., Atenas tenía un régimen político en el cual el gobierno se encontraba en manos políticas de todos los ciudadanos. La condición de ciudadano estaba reservada a los varones libres nacidos en la
polis y les facultaba para decidir por ellos mismos los asuntos públicos, sin
necesidad de delegar en representantes.
La raíz republicana de la democracia surge con la idea de que el gobernante sólo es justificable cuando persigue el bien común y puede contar,
por lo tanto, con el acuerdo de todos los súbditos. República supone el
derecho a gobernar por el consentimiento del pueblo.
Asimismo, las primeras democracias modernas surgen en el sigo XIX
en estrecha relación con el liberalismo, en concreto con el constitucionalismo, caracterizado por la proclamación de derechos y deberes individuales, la separación de poderes y el principio de representación. Con estos
mecanismos se pretendía liberar al individuo de los abusos del poder estatal, la tiranía y el absolutismo.
La democracia surge, pues, como una forma específica de alcanzar esos
objetivos, basada en la igualdad política de los ciudadanos y, por tanto, en
su derecho a participar en el poder político.
Entre los modelos actuales de la democracia se encuentra la democracia
elitista, en la cual podemos incluir aquellas teorías que se apoyan en los
escritos de Max Weber (1864-1920) y de Joseph Alois Schumpeter (1833-
1950), las cuales reducen la democracia a un mero mecanismo para aceptar o rechazar a las personas que deben ejercer la actividad política. El
primer autor que formuló este modelo de forma sistemática fue Schumpeter
en su trabajo Capitalismo, socialismo y democracia. El objetivo de la obra
consistía en liberar a la teoría de la democracia de especulaciones, utopías y
falsos ideales, y defender una democracia realista, con una base empírica.
Schumpeter dio tres pasos fundamentalmente: tomó como partida una
definición de la democracia, intentó mostrar que tal definición descansaba
en conceptos abstractos y vagos, como bien común o voluntad popular y
que por lo tanto tenía que ser sustituida, y propuso otra definición: “El
método democrático es el mecanismo para alcanzar elecciones políticas en
las cuales los individuos adquieren el poder de decidir por medio de una
lucha competitiva por el voto del pueblo”.
a las mayorías a darse cuenta, reconocer y valorar a las minorías, para que
en un verdadero Estado de derecho, producto de la democracia, los derechos de estas minorías sean protegidos y tutelados.
Aquí nos enfrentamos a un fenómeno que es contrario a lo que señalaba
Rousseau en El contrato social: “La voz del mayor número obliga siempre
a todos los demás; es una consecuencia del contrato”;7 aquí es donde este
autor sostiene que el individuo tiene el deber de someterse a la voluntad
general y el derecho de ésta para obligarle a tal sumisión, con lo que se
afirma el absoluto derecho de la mayoría sobre la minoría,8 circunstancia
en la que no estoy de acuerdo ya que aceptar esta tesis significa desconocer
los derechos que tiene cada individuo y que tanto trabajo ha costado mantener en su tutela y defensa, para simplemente menoscabarlos por el simple hecho de ser minoría.
La verdadera democracia permite el pluralismo ideológico y político;
acepta las diversas formas de ser y actuar de cada uno de los entes sociales,
estimula las libertades políticas que rodean al proceso electoral, permite
elecciones libres periódicas de los gobernantes según las normas preestablecidas, con sufragio universal, secreto, personal, igualitario y debidamente informado de los ciudadanos.
Se da una competencia pacífica por el poder, descarta todo tipo de violencia tanto física como verbal, distribuye el poder del Estado en órganos
diferentes para evitar el abuso de uno de ellos a través del control de
los otros y reconoce la autonomía de los cuerpos intermedios de la sociedad para que los ciudadanos satisfagan diversas necesidades; finalmente,
permite la vigencia efectiva de un Estado de derecho.
Los valores en la democracia son los principios y reglas que todo régimen democrático ha de tener; en este sentido, la democracia se justifica
por el reconocimiento del hombre como persona.9 Según Germán Bidart
Campos, “los iusnaturalistas de la más variada estirpe y positivistas de
distinto cuño, coinciden consensuadamente en que el hombre, por ser persona, tiene dignidad”.
LOS RETOS DE LA DEMOCRACIA
mencionar sólo algunas, con lo que se demuestra que el tema de la democracia es muy amplio y son diversos los enfoques desde los cuales se puede abordar. Analizaremos en el presente trabajo algunos de ellos.
En el siglo VI a. C., Atenas tenía un régimen político en el cual el gobierno se encontraba en manos políticas de todos los ciudadanos. La condición de ciudadano estaba reservada a los varones libres nacidos en la
polis y les facultaba para decidir por ellos mismos los asuntos públicos, sin
necesidad de delegar en representantes.
La raíz republicana de la democracia surge con la idea de que el gobernante sólo es justificable cuando persigue el bien común y puede contar,
por lo tanto, con el acuerdo de todos los súbditos. República supone el
derecho a gobernar por el consentimiento del pueblo.
Asimismo, las primeras democracias modernas surgen en el sigo XIX
en estrecha relación con el liberalismo, en concreto con el constitucionalismo, caracterizado por la proclamación de derechos y deberes individuales, la separación de poderes y el principio de representación. Con estos
mecanismos se pretendía liberar al individuo de los abusos del poder estatal, la tiranía y el absolutismo.
La democracia surge, pues, como una forma específica de alcanzar esos
objetivos, basada en la igualdad política de los ciudadanos y, por tanto, en
su derecho a participar en el poder político.
Entre los modelos actuales de la democracia se encuentra la democracia
elitista, en la cual podemos incluir aquellas teorías que se apoyan en los
escritos de Max Weber (1864-1920) y de Joseph Alois Schumpeter (1833-
1950), las cuales reducen la democracia a un mero mecanismo para aceptar o rechazar a las personas que deben ejercer la actividad política. El
primer autor que formuló este modelo de forma sistemática fue Schumpeter
en su trabajo Capitalismo, socialismo y democracia. El objetivo de la obra
consistía en liberar a la teoría de la democracia de especulaciones, utopías y
falsos ideales, y defender una democracia realista, con una base empírica.
Schumpeter dio tres pasos fundamentalmente: tomó como partida una
definición de la democracia, intentó mostrar que tal definición descansaba
en conceptos abstractos y vagos, como bien común o voluntad popular y
que por lo tanto tenía que ser sustituida, y propuso otra definición: “El
método democrático es el mecanismo para alcanzar elecciones políticas en
las cuales los individuos adquieren el poder de decidir por medio de una
lucha competitiva por el voto del pueblo”.
a las mayorías a darse cuenta, reconocer y valorar a las minorías, para que
en un verdadero Estado de derecho, producto de la democracia, los derechos de estas minorías sean protegidos y tutelados.
Aquí nos enfrentamos a un fenómeno que es contrario a lo que señalaba
Rousseau en El contrato social: “La voz del mayor número obliga siempre
a todos los demás; es una consecuencia del contrato”;7 aquí es donde este
autor sostiene que el individuo tiene el deber de someterse a la voluntad
general y el derecho de ésta para obligarle a tal sumisión, con lo que se
afirma el absoluto derecho de la mayoría sobre la minoría,8 circunstancia
en la que no estoy de acuerdo ya que aceptar esta tesis significa desconocer
los derechos que tiene cada individuo y que tanto trabajo ha costado mantener en su tutela y defensa, para simplemente menoscabarlos por el simple hecho de ser minoría.
La verdadera democracia permite el pluralismo ideológico y político;
acepta las diversas formas de ser y actuar de cada uno de los entes sociales,
estimula las libertades políticas que rodean al proceso electoral, permite
elecciones libres periódicas de los gobernantes según las normas preestablecidas, con sufragio universal, secreto, personal, igualitario y debidamente informado de los ciudadanos.
Se da una competencia pacífica por el poder, descarta todo tipo de violencia tanto física como verbal, distribuye el poder del Estado en órganos
diferentes para evitar el abuso de uno de ellos a través del control de
los otros y reconoce la autonomía de los cuerpos intermedios de la sociedad para que los ciudadanos satisfagan diversas necesidades; finalmente,
permite la vigencia efectiva de un Estado de derecho.
Los valores en la democracia son los principios y reglas que todo régimen democrático ha de tener; en este sentido, la democracia se justifica
por el reconocimiento del hombre como persona.9 Según Germán Bidart
Campos, “los iusnaturalistas de la más variada estirpe y positivistas de
distinto cuño, coinciden consensuadamente en que el hombre, por ser persona, tiene dignidad”.