En los 10 países con mayores índices de desescolarización, un 40% de los niños carece de acceso a una educación básica
01 Septiembre 2016
Disponible en:
English
Français
Español
中文
NUEVA YORK, 1 de septiembre de 2016 – Según ha revelado hoy UNICEF, en los 10 países con mayores índices de desescolarización en educación primaria, al menos dos de cada cinco niños (un total de 18 millones) no van a la escuela.
En Liberia se encuentra el mayor porcentaje de niños sin escolarizar, con casi dos terceras partes de niños en edad de recibir educación primaria que no van a la escuela. El segundo país de la lista es Sudán del Sur, donde el 59% de los niños se está quedando sin el derecho a una educación primaria y donde una de cada tres escuelas ha cerrado sus puertas por el conflicto.
Afganistán (46%), Sudán (45%), el Níger (38%) y Nigeria (34%) también se encuentran entre los 10 países con mayores índices de desescolarización en educación primaria, lo que demuestra con claridad que las emergencias humanitarias y las largas crisis están obligando a los niños a abandonar la escuela.
El análisis de datos de UNICEF, publicado al tiempo que millones de niños regresan a la escuela este mes, destaca el alcance de una crisis en la educación que afecta a países ya deteriorados por conflictos, largos periodos de sequías, terremotos y altas tasas de pobreza extrema.
UNICEF teme que sin educación, toda una generación de niños de los países afectados por el conflicto, los desastres naturales y la pobreza extrema crezcan sin las destrezas necesarias para colaborar con sus países y sus economías, empeorando así la situación desesperada en la que ya se encuentran millones de niños y sus familias.
De los llamamientos humanitarios, la educación sigue siendo el sector con menos financiación. En 2015, las agencias humanitarias recibieron tan solo el 31% de sus necesidades de financiación para este sector, muy por debajo del 66% de hace una década. A pesar del aumento del 126% en los requisitos educativos desde 2005, la financiación se incrementó en solo un 4%. Además, los sistemas educativos preparados para resistir crisis prolongadas no se pueden construir sobre la base de unos llamamientos a corto plazo e imprevisibles.
Durante la Cumbre Humanitaria Mundial, celebrada en mayo de 2016, se lanzó la nueva plataforma mundial “La educación no puede esperar” (Education Cannot Wait) con la intención de crear un puente entre las intervenciones humanitarias durante las crisis y el desarrollo posterior a largo plazo mediante una financiación predecible.
Aunque no se encuentra entre los 10 países con los mayores índices de desescolarización infantil, Siria acoge a 2,1 millones de niños en edad escolar (de entre cinco y 17 años) que no van a la escuela, al igual que otros 600.000 niños sirios que viven refugiados en la región adyacente.
Los datos más recientes y fiables sobre países como Somalia y Libia no se encuentran disponibles ni en fuentes administrativas ni en otras procedentes de encuestas, lo cual se debe, en parte, a los conflictos existentes.
“Para los países afectados por un conflicto, la escuela prepara a los niños con los conocimientos y las destrezas que necesitarán para reconstruir sus comunidades cuando se acabe esta crisis. A corto plazo, les proporciona una estabilidad y un orden que les ayudan a sobrellevar el trauma. Además, las escuelas también protegen a los niños de los peligros físicos y traumáticos que los rodean. Cuando un niño no va a la escuela, aumenta el peligro de que sufra abusos y explotación o de que lo recluten en grupos armados”, aseguró Jo Bourne, Jefe de Educación de UNICEF.
Verified answer
Respuesta:
ALTERNAR NAVEGACIÓN
Comunicado de prensa
En los 10 países con mayores índices de desescolarización, un 40% de los niños carece de acceso a una educación básica
01 Septiembre 2016
Disponible en:
English
Français
Español
中文
NUEVA YORK, 1 de septiembre de 2016 – Según ha revelado hoy UNICEF, en los 10 países con mayores índices de desescolarización en educación primaria, al menos dos de cada cinco niños (un total de 18 millones) no van a la escuela.
En Liberia se encuentra el mayor porcentaje de niños sin escolarizar, con casi dos terceras partes de niños en edad de recibir educación primaria que no van a la escuela. El segundo país de la lista es Sudán del Sur, donde el 59% de los niños se está quedando sin el derecho a una educación primaria y donde una de cada tres escuelas ha cerrado sus puertas por el conflicto.
Afganistán (46%), Sudán (45%), el Níger (38%) y Nigeria (34%) también se encuentran entre los 10 países con mayores índices de desescolarización en educación primaria, lo que demuestra con claridad que las emergencias humanitarias y las largas crisis están obligando a los niños a abandonar la escuela.
El análisis de datos de UNICEF, publicado al tiempo que millones de niños regresan a la escuela este mes, destaca el alcance de una crisis en la educación que afecta a países ya deteriorados por conflictos, largos periodos de sequías, terremotos y altas tasas de pobreza extrema.
UNICEF teme que sin educación, toda una generación de niños de los países afectados por el conflicto, los desastres naturales y la pobreza extrema crezcan sin las destrezas necesarias para colaborar con sus países y sus economías, empeorando así la situación desesperada en la que ya se encuentran millones de niños y sus familias.
De los llamamientos humanitarios, la educación sigue siendo el sector con menos financiación. En 2015, las agencias humanitarias recibieron tan solo el 31% de sus necesidades de financiación para este sector, muy por debajo del 66% de hace una década. A pesar del aumento del 126% en los requisitos educativos desde 2005, la financiación se incrementó en solo un 4%. Además, los sistemas educativos preparados para resistir crisis prolongadas no se pueden construir sobre la base de unos llamamientos a corto plazo e imprevisibles.
Durante la Cumbre Humanitaria Mundial, celebrada en mayo de 2016, se lanzó la nueva plataforma mundial “La educación no puede esperar” (Education Cannot Wait) con la intención de crear un puente entre las intervenciones humanitarias durante las crisis y el desarrollo posterior a largo plazo mediante una financiación predecible.
Aunque no se encuentra entre los 10 países con los mayores índices de desescolarización infantil, Siria acoge a 2,1 millones de niños en edad escolar (de entre cinco y 17 años) que no van a la escuela, al igual que otros 600.000 niños sirios que viven refugiados en la región adyacente.
Los datos más recientes y fiables sobre países como Somalia y Libia no se encuentran disponibles ni en fuentes administrativas ni en otras procedentes de encuestas, lo cual se debe, en parte, a los conflictos existentes.
“Para los países afectados por un conflicto, la escuela prepara a los niños con los conocimientos y las destrezas que necesitarán para reconstruir sus comunidades cuando se acabe esta crisis. A corto plazo, les proporciona una estabilidad y un orden que les ayudan a sobrellevar el trauma. Además, las escuelas también protegen a los niños de los peligros físicos y traumáticos que los rodean. Cuando un niño no va a la escuela, aumenta el peligro de que sufra abusos y explotación o de que lo recluten en grupos armados”, aseguró Jo Bourne, Jefe de Educación de UNICEF.