Los artículos muestran la construcción cultural frente al rol de la mujer en la crianza y cuidado como consecuencia del proceso de socialización familiar.3,4,8-12 Dado que en toda cultura existe una institución social como la familia encargada de regular las relaciones entre el hombre, la mujer y la crianza y educación de los hijos,11 Siles (1998, citado por Siles y Solano4), afirma que este rol viene desde la prehistoria y se erige a la mujer como la especialista en cuidados domésticos. En ese sentido, se encuentra que las mujeres tienen parámetros para definir como saludables a sus familiares cuando tienen ánimo para realizar sus tareas y disposición para el trabajo,10 y son ellas quienes realizan cuidados populares para mantener la salud de los integrantes de la familia.3,9,10
En la realización de los cuidados populares predomina la ayuda intergeneracional entre las mujeres durante el embarazo, parto, puerperio y cuidado de los niños, la cual, se fortalece a través de la experiencia.3,9,10,12,13 En Brasil, un estudio cualitativo realizado con diez madres de recién nacidos de riesgo, reportó que después de salir del hospital, las madres y las abuelas realizan cuidados populares con el bebé como las bendiciones, tés de hierbas y el uso de la faja alrededor del ombligo.13 En España, otro estudio cualitativo realizado con ocho mujeres puérperas, reportó que después de la salida del hospital, el cuidado familiar se ofrece en la casa de la puérpera o en la casa de la madre a donde se traslada temporalmente. Allí participan la madre o tía materna atendiendo a la mujer y el hijo.12
El interés especial en la mujer durante el embarazo, parto, puerperio y cuidados de los niños, ha sido fortalecido específicamente por los profesionales de enfermería que se apoyan en la perspectiva cultural para facilitar el acercamiento a otras culturas.3,9,10,12-16 Esto ha permitido comprender que la transición entre cada etapa requiere de un cuidado exclusivo según la cultura, y en forma particular, el parto ha llevado a recuperar y fomentar el papel activo de la mujer,15 y a comprender que ese momento representa la vida y que requiere de un espacio adecuado según la cosmovisión de la madre, la familia y la comunidad.9
En síntesis, los anteriores estudios muestran que el mantenimiento de la salud en la familia, es guiado principalmente por la mujer, y que los profesionales de la salud muestran preocupación por reconocer y entender el saber popular en salud de las familias con el fin de favorecer la comunicación y el intercambio de experiencias y conocimientos entre los equipos de salud, las familias y los agentes comunitarios de salud, y en consecuencia, fortalecer un modelo de atención que incluya nuevas formas de cuidar o tratar en medio de las transformaciones sociales y culturales.17
Respuesta:
Los artículos muestran la construcción cultural frente al rol de la mujer en la crianza y cuidado como consecuencia del proceso de socialización familiar.3,4,8-12 Dado que en toda cultura existe una institución social como la familia encargada de regular las relaciones entre el hombre, la mujer y la crianza y educación de los hijos,11 Siles (1998, citado por Siles y Solano4), afirma que este rol viene desde la prehistoria y se erige a la mujer como la especialista en cuidados domésticos. En ese sentido, se encuentra que las mujeres tienen parámetros para definir como saludables a sus familiares cuando tienen ánimo para realizar sus tareas y disposición para el trabajo,10 y son ellas quienes realizan cuidados populares para mantener la salud de los integrantes de la familia.3,9,10
En la realización de los cuidados populares predomina la ayuda intergeneracional entre las mujeres durante el embarazo, parto, puerperio y cuidado de los niños, la cual, se fortalece a través de la experiencia.3,9,10,12,13 En Brasil, un estudio cualitativo realizado con diez madres de recién nacidos de riesgo, reportó que después de salir del hospital, las madres y las abuelas realizan cuidados populares con el bebé como las bendiciones, tés de hierbas y el uso de la faja alrededor del ombligo.13 En España, otro estudio cualitativo realizado con ocho mujeres puérperas, reportó que después de la salida del hospital, el cuidado familiar se ofrece en la casa de la puérpera o en la casa de la madre a donde se traslada temporalmente. Allí participan la madre o tía materna atendiendo a la mujer y el hijo.12
El interés especial en la mujer durante el embarazo, parto, puerperio y cuidados de los niños, ha sido fortalecido específicamente por los profesionales de enfermería que se apoyan en la perspectiva cultural para facilitar el acercamiento a otras culturas.3,9,10,12-16 Esto ha permitido comprender que la transición entre cada etapa requiere de un cuidado exclusivo según la cultura, y en forma particular, el parto ha llevado a recuperar y fomentar el papel activo de la mujer,15 y a comprender que ese momento representa la vida y que requiere de un espacio adecuado según la cosmovisión de la madre, la familia y la comunidad.9
En síntesis, los anteriores estudios muestran que el mantenimiento de la salud en la familia, es guiado principalmente por la mujer, y que los profesionales de la salud muestran preocupación por reconocer y entender el saber popular en salud de las familias con el fin de favorecer la comunicación y el intercambio de experiencias y conocimientos entre los equipos de salud, las familias y los agentes comunitarios de salud, y en consecuencia, fortalecer un modelo de atención que incluya nuevas formas de cuidar o tratar en medio de las transformaciones sociales y culturales.17
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