La escritura cuneiforme es comúnmente aceptada como una de las formas antiguas de expresión escrita, según el registro de restos arqueológicos.1
A finales del IV milenio a.C., los sumerios comenzaron a escribir su idioma mediante pictogramas, que representaban palabras y objetos, pero no conceptos abstractos. Una muestra de esta etapa la podemos observar en la tablilla de Kish. Hacia 2600 a. C. los símbolos pictográficos ya se diferenciaban claramente del ideograma original, y al finalizar ese milenio, con objeto de hacer más fácil la escritura, ya eran completamente diferentes.
La escritura cuneiforme fue adoptada por otras lenguas: acadia, elamita, hitita y luvita, e inspiró a los alfabetos del antiguo persa y el ugarítico.
El cuneiforme se escribió originalmente sobre tablillas de arcilla húmeda, mediante un tallo vegetal biselado en forma de cuña, de ahí su nombre. Durante el período acadio comenzaron también a utilizarse el metal y la piedra. El término cuneiforme proviene del latín cuneus 'cuña' por la forma de las incisiones, aunque un antiguo poema sumerio las denomina gag 'cuña(s)'.2
En un principio, la escritura a base de pictogramas no era adecuada para escribir conceptos abstractos, los verbos y sus tiempos, los pronombres, etc. Por ello, se comenzaron a utilizar ciertos símbolos con valor fonético silábico. Así, por ejemplo, dado que en sumerio las palabras ajo y dar eran homófonas (sum), el mismo símbolo que se utilizaba para aquél comenzó a usarse con valor fonético para éste. Con el paso del tiempo, aplicando similitudes semejantes, se creó un corpus silábico, usado preferentemente para expresar ciertos elementos gramaticales y conceptos abstractos.
El sumerio era una lengua aglutinante, por ello, cuando los acadios adoptaron el cuneiforme para su propia lengua semítica, dado que el valor fonético y el ideográfico podían confundirse fácilmente, desarrollaron estos unos signos determinantes que indicaban cómo debía leerse cada símbolo. Al final de este proceso, por ejemplo, el símbolo que se leía como an, además del silábico, podía tener otros dos significados: el concepto dios o cielo y un determinante para indicar que algo tenía naturaleza divina o celeste
En algunos conjuntos de tablillas, como los de Uruk, se han contado hasta 2000 signos cuneiformes diferentes. En los siglos sucesivos, tal variedad se redujo enormemente, hasta que durante el período acadio eran usados con asiduidad unos 600. Escritura semiuncial Con el nombre de semiuncial se designa un género de escritura libraria que se encuentra en códices de los siglos V al IX d.C., de tipo intermedio entre las formas solemnes de las capitales y de la uncial, y aquellas de la minúscula cursiva. A pesar de que el término semiuncial se ha hecho de uso común en los manuales de paleografía latina, no es quizás la denominación más adecuada pues podría inducir a pensar que esta escritura es una derivación directa de la uncial, hecho que no es totalmente cierto, aunque sin duda comparte con ella muchas de sus características, máxime si se tiene en cuenta que ambas se desarrollaron simultáneamente y que fueron incluso empleadas en ocasiones a la vez en un mismo manuscrito, formando una especie de escrito mixto. Algunos estudiosos modernos han propuesto nombres alternativos que den una idea más precisa sobre la naturaleza de esta escritura; así se han sugerido denominaciones tales como “minúscula antigua” (en oposición a la minúscula del tiempo de Carlomagno) o “escritura mixta” (en consideración a la presencia de mayúsculas y minúsculas en su alfabeto). Pese a todo, la denominación de semiuncial sigue siendo hoy en día la más generalmente aceptada.
La escritura cuneiforme es comúnmente aceptada como una de las formas antiguas de expresión escrita, según el registro de restos arqueológicos.1
A finales del IV milenio a.C., los sumerios comenzaron a escribir su idioma mediante pictogramas, que representaban palabras y objetos, pero no conceptos abstractos. Una muestra de esta etapa la podemos observar en la tablilla de Kish. Hacia 2600 a. C. los símbolos pictográficos ya se diferenciaban claramente del ideograma original, y al finalizar ese milenio, con objeto de hacer más fácil la escritura, ya eran completamente diferentes.
La escritura cuneiforme fue adoptada por otras lenguas: acadia, elamita, hitita y luvita, e inspiró a los alfabetos del antiguo persa y el ugarítico.
El cuneiforme se escribió originalmente sobre tablillas de arcilla húmeda, mediante un tallo vegetal biselado en forma de cuña, de ahí su nombre. Durante el período acadio comenzaron también a utilizarse el metal y la piedra. El término cuneiforme proviene del latín cuneus 'cuña' por la forma de las incisiones, aunque un antiguo poema sumerio las denomina gag 'cuña(s)'.2
En un principio, la escritura a base de pictogramas no era adecuada para escribir conceptos abstractos, los verbos y sus tiempos, los pronombres, etc. Por ello, se comenzaron a utilizar ciertos símbolos con valor fonético silábico. Así, por ejemplo, dado que en sumerio las palabras ajo y dar eran homófonas (sum), el mismo símbolo que se utilizaba para aquél comenzó a usarse con valor fonético para éste. Con el paso del tiempo, aplicando similitudes semejantes, se creó un corpus silábico, usado preferentemente para expresar ciertos elementos gramaticales y conceptos abstractos.
El sumerio era una lengua aglutinante, por ello, cuando los acadios adoptaron el cuneiforme para su propia lengua semítica, dado que el valor fonético y el ideográfico podían confundirse fácilmente, desarrollaron estos unos signos determinantes que indicaban cómo debía leerse cada símbolo. Al final de este proceso, por ejemplo, el símbolo que se leía como an, además del silábico, podía tener otros dos significados: el concepto dios o cielo y un determinante para indicar que algo tenía naturaleza divina o celeste
En algunos conjuntos de tablillas, como los de Uruk, se han contado hasta 2000 signos cuneiformes diferentes. En los siglos sucesivos, tal variedad se redujo enormemente, hasta que durante el período acadio eran usados con asiduidad unos 600.Escritura semiuncial
Con el nombre de semiuncial se designa un género de escritura libraria que se encuentra en códices de los siglos V al IX d.C., de tipo intermedio entre las formas solemnes de las capitales y de la uncial, y aquellas de la minúscula cursiva. A pesar de que el término semiuncial se ha hecho de uso común en los manuales de paleografía latina, no es quizás la denominación más adecuada pues podría inducir a pensar que esta escritura es una derivación directa de la uncial, hecho que no es totalmente cierto, aunque sin duda comparte con ella muchas de sus características, máxime si se tiene en cuenta que ambas se desarrollaron simultáneamente y que fueron incluso empleadas en ocasiones a la vez en un mismo manuscrito, formando una especie de escrito mixto. Algunos estudiosos modernos han propuesto nombres alternativos que den una idea más precisa sobre la naturaleza de esta escritura; así se han sugerido denominaciones tales como “minúscula antigua” (en oposición a la minúscula del tiempo de Carlomagno) o “escritura mixta” (en consideración a la presencia de mayúsculas y minúsculas en su alfabeto). Pese a todo, la denominación de semiuncial sigue siendo hoy en día la más generalmente aceptada.
Fuente: Wikipedia