Aunque el orden jurídico laboral se mantendrá tras la eventual firma del TLC con EE.UU., los especialistas prevén que el nuevo escenario comercial acentuará los compromisos laborales y legales del país.
Colombia dio un giro inesperado en su política de acuerdos internacionales de comercio en el 2004, a pesar de que la prioridad del gobierno del Presidente Álvaro Uribe había sido, desde el momento de su posesión, suscribir el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Pero las diferencias de criterio expresadas por Argentina y Brasil, en el marco de las negociaciones del año pasado, frente a la postura de EE.UU. en materia agrícola, llevaron a este último a profundizar la estrategia de negociación fragmentada de tratados de libre comercio (TLC) con los países de Latinoamérica.
Aunque el orden jurídico laboral se mantendrá tras la eventual firma del TLC con EE.UU., los especialistas prevén que el nuevo escenario comercial acentuará los compromisos laborales y legales del país.
Colombia dio un giro inesperado en su política de acuerdos internacionales de comercio en el 2004, a pesar de que la prioridad del gobierno del Presidente Álvaro Uribe había sido, desde el momento de su posesión, suscribir el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Pero las diferencias de criterio expresadas por Argentina y Brasil, en el marco de las negociaciones del año pasado, frente a la postura de EE.UU. en materia agrícola, llevaron a este último a profundizar la estrategia de negociación fragmentada de tratados de libre comercio (TLC) con los países de Latinoamérica.