La música está hecha de sonidos de distinta altura o entonación, es decir, más agudos o más graves. Estos sonidos se representan en músico por medio de las notas musicales: do, re, mi, fa, sol, la, si, etc.
Las notas se escriben en el pentagrama, “conjunto de cinco líneas paralelas, horizontales y cuatro espacios comprendidos entre ellas”. Cuando más arriba estén las notas en el pentagrama, más aguda serán; cuanto más abajo, más graves.
Al principio de cada pentagrama se encuentra un signo: la clave. La más utilizada es la clave de sol, que nos dice que la nota sol está en la segunda línea del pentagrama, contando desde abajo (por eso el signo de la clave de sol se enrosca en la segunda línea). También es muy utilizada la clave de fa, que nos indica que la nota fa se coloca en la cuarta línea contando desde abajo.
Nombre de las notas musicales
A partir de la clave de la nota musical que esta determine, el resto del nombre de las notas siguen en el pentagrama el orden ascendente o descendente en líneas y espacios; así desde sol hacia arriba (sacendentemente): sol, la, si, do, re, mi, fa y otra vez sol; y hacia abajo: sol, fa, mi, re, do, si, etc.
*Cuando las líneas del pentagrama se acaban y queremos seguir escribiendo sonidos más agudos o más graves, usamos líneas adicionales, que es como escribir una línea paralela y equidistante al pentagrama pero incompleta: solo un trocito.
Intervalos
De una nota a otra existe una distancia que llamamos intervalo y que nombramos contando las notas (o teclas) que hay entre una y otra. Por ejemplo, de do a sol, hay una distancia de quinta.
Llamamos intervalo a la diferencia de altura o entonación entre dos sonidos.
Un intervalo se puede producir tocando ambas notas al mismo tiempo o una después de otra: Los intervalos pueden ser armónicos, cuando las notas suenan a la vez (simultáneas) o melódicos, cuando una nota va después de otra (sucesivas).
En este último caso según la dirección se puede diferenciar entre ascendente (cuando la segunda nota es más aguda que la primera) y descendente (cuando la segunda nota es más grave que la primera y se escriba más abajo en el pentagrama).
Según la separación o distancia que exista entre los sonidos del intervalo distinguimos entre lo que se denomina intervalo conjunto (notas seguidas, correlativas) o disjunto (notas que no van seguidas): Todos los intervalos de segunda (ascendentes o descendentes) se denominan conjuntos porque una nota va seguida de la otra. El resto (intervalos de tercera, cuarta, etc.) son intervalos disjuntos.
Cualquier intervalo mayor de una octava es un intervalo compuesto. El resto son intervalos simples.
Consonancia y disonancia
La calificación de intervalos como consonantes o disonantes ha variado enormemente a lo largo de los siglos, así como la definición de lo consonante o disonante en sí.
Por ejemplo, durante la edad media la autoridad adjudicada a Pitágoras llevó a los especuladores a considerar a la cuarta justa como la consonancia perfecta y a utilizarla para la composición. Durante la misma época, especulaciones de carácter teológico llevaron a considerar a la cuarta aumentada, llamada “tritono”, como diabólica (tritonus diabolus in musica est).
La armonía tradicional desde el siglo XVII considera disonantes los intervalos armónicos de primera aumentada —semitono cromático—, segunda mayor o menor, cuarta aumentada, quinta disminuida o aumentada, séptima mayor o menor y octava disminuida o aumentada. Una posible consideración más detallada es la siguiente:
Consonancias perfectas: los intervalos de 4ª, 5ª y 8ª cuando son justas.
Consonancias imperfectas: los intervalos de 3ª y 6ª cuando son mayores o menores.
Disonancias absolutas: los intervalos de 2ª y 7ª mayores y menores.
Explicación:
Qué es que leer para que entiendas
Respuesta:
Altura: notas musicales
La música está hecha de sonidos de distinta altura o entonación, es decir, más agudos o más graves. Estos sonidos se representan en músico por medio de las notas musicales: do, re, mi, fa, sol, la, si, etc.
Las notas se escriben en el pentagrama, “conjunto de cinco líneas paralelas, horizontales y cuatro espacios comprendidos entre ellas”. Cuando más arriba estén las notas en el pentagrama, más aguda serán; cuanto más abajo, más graves.
Al principio de cada pentagrama se encuentra un signo: la clave. La más utilizada es la clave de sol, que nos dice que la nota sol está en la segunda línea del pentagrama, contando desde abajo (por eso el signo de la clave de sol se enrosca en la segunda línea). También es muy utilizada la clave de fa, que nos indica que la nota fa se coloca en la cuarta línea contando desde abajo.
Nombre de las notas musicales
A partir de la clave de la nota musical que esta determine, el resto del nombre de las notas siguen en el pentagrama el orden ascendente o descendente en líneas y espacios; así desde sol hacia arriba (sacendentemente): sol, la, si, do, re, mi, fa y otra vez sol; y hacia abajo: sol, fa, mi, re, do, si, etc.
*Cuando las líneas del pentagrama se acaban y queremos seguir escribiendo sonidos más agudos o más graves, usamos líneas adicionales, que es como escribir una línea paralela y equidistante al pentagrama pero incompleta: solo un trocito.
Intervalos
De una nota a otra existe una distancia que llamamos intervalo y que nombramos contando las notas (o teclas) que hay entre una y otra. Por ejemplo, de do a sol, hay una distancia de quinta.
Llamamos intervalo a la diferencia de altura o entonación entre dos sonidos.
Un intervalo se puede producir tocando ambas notas al mismo tiempo o una después de otra: Los intervalos pueden ser armónicos, cuando las notas suenan a la vez (simultáneas) o melódicos, cuando una nota va después de otra (sucesivas).
En este último caso según la dirección se puede diferenciar entre ascendente (cuando la segunda nota es más aguda que la primera) y descendente (cuando la segunda nota es más grave que la primera y se escriba más abajo en el pentagrama).
Según la separación o distancia que exista entre los sonidos del intervalo distinguimos entre lo que se denomina intervalo conjunto (notas seguidas, correlativas) o disjunto (notas que no van seguidas): Todos los intervalos de segunda (ascendentes o descendentes) se denominan conjuntos porque una nota va seguida de la otra. El resto (intervalos de tercera, cuarta, etc.) son intervalos disjuntos.
Cualquier intervalo mayor de una octava es un intervalo compuesto. El resto son intervalos simples.
Consonancia y disonancia
La calificación de intervalos como consonantes o disonantes ha variado enormemente a lo largo de los siglos, así como la definición de lo consonante o disonante en sí.
Por ejemplo, durante la edad media la autoridad adjudicada a Pitágoras llevó a los especuladores a considerar a la cuarta justa como la consonancia perfecta y a utilizarla para la composición. Durante la misma época, especulaciones de carácter teológico llevaron a considerar a la cuarta aumentada, llamada “tritono”, como diabólica (tritonus diabolus in musica est).
La armonía tradicional desde el siglo XVII considera disonantes los intervalos armónicos de primera aumentada —semitono cromático—, segunda mayor o menor, cuarta aumentada, quinta disminuida o aumentada, séptima mayor o menor y octava disminuida o aumentada. Una posible consideración más detallada es la siguiente: