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Su buen estado de conservación influyó para que el Dr. Arturo Jiménez Borja lo escogiera como candidato para aplicar algo que en esa época (años 50s) estaba en boga, pero que hoy en día es muy criticado: la reconstrucción de edificios arqueológicos. Por ello entre 1953 y 1960 dirigió trabajos en ese sentido, los que incluyeron la consolidación de algunos muros, la reconstrucción de otros e inclusive la colocación de techos. Sin embargo la intención perseguida por Jiménez Borja iba mucho más lejos que la simple reedificación de un edificio del pasado. Lo perseguido era la "puesta en valor", termino usado para definir el cómo los monumentos del pasado tengan un uso y una utilidad en el presente. Por ello fundó un "Museo de Sitio" (siendo el pionero en este tipo de instituciones en el Perú), dedicado a la preservación y estudio de ése lugar, además de organizar eventos culturales que tengan como protagonista al monumento mismo. Tal y como fueron los llamados espectáculos de "luces y sonidos". Estos consistían en cantatas, conciertos o escenificaciones teatrales realizados durante la noche, principalmente, usando como escenario los diferentes ambientes de este monumento. Los espectadores se ubicaron en graderías construidas en el cerro próximo al sitio desde donde se tiene una vista panorámica inmejorable. Así, estas actividades integrarían al viejo edificio a la moderna vida cultural urbana.
Desde entonces hasta la fecha, estos trabajos han sido (y siguen siendo) muy criticados dentro del ambiente científico de la arqueología, pues los trabajos realizados, previos a la reconstrucción, no han sido publicados. Esto ha llevado a que Puruchuco no sea tomado en cuenta dentro de estudios científicos en arqueología. Sin embargo, publicaciones recientes (como las de L.F. Villacorta) están rescatando para la arqueología a este lugar, pues se están reanalizando y estudiando los objetos encontrados durante los años que duraron los trabajos de reconstrucción.
 La rampa conduce a la única entrada. Junto a esta, un bastión de vigilancia.
El Palacio
Puruchuco fue el palacio o residencia del Curaca (gobernante), la máxima autoridad local vinculado a la ocupación Inca en el valle de Lima, allí vivieron él y su familia. Como edificio público sirvió de centro de acopio de productos, procesamiento y redistribución de éstos bienes. Y como en ésa época, todo lo que acontecía estaba enmarcado en un calendario ceremonial, una parte de este edificio estuvo dedicado a actividades religiosas. Por ello los arquitectos que diseñaron Puruchuco lo dividieron en 4 sectores: A, B, C y D, (ver plano) de acuerdo al uso que tuvieron cada uno de ellos.
Todo el conjunto de Puruchuco está rodeado por un alto muro con un único acceso que les da solidez al diseño y seguridad a todo lo que está en el interior. La entrada se ubica en una de sus esquinas. La preside un bastión de vigilancia. Para llegar al interior hay que subir por una empinada rampa que nos lleva a una antesala, que tiene a uno de sus lados un largo y angosto callejón sin salida y al otro lado está una segunda entrada que conduce a un amplio patio, ambiente principal del siguiente sector.
Lupita1922
El museo exhibe objetos arqueológicos como vajillas, tejidos y accesorios descubiertos durante las investigaciones del complejo arqueológico de Puruchuco.
Desde entonces hasta la fecha, estos trabajos han sido (y siguen siendo) muy criticados dentro del ambiente científico de la arqueología, pues los trabajos realizados, previos a la reconstrucción, no han sido publicados. Esto ha llevado a que Puruchuco no sea tomado en cuenta dentro de estudios científicos en arqueología. Sin embargo, publicaciones recientes (como las de L.F. Villacorta) están rescatando para la arqueología a este lugar, pues se están reanalizando y estudiando los objetos encontrados durante los años que duraron los trabajos de reconstrucción.

La rampa conduce a la única entrada. Junto a esta, un bastión de vigilancia.
El Palacio
Puruchuco fue el palacio o residencia del Curaca (gobernante), la máxima autoridad local vinculado a la ocupación Inca en el valle de Lima, allí vivieron él y su familia. Como edificio público sirvió de centro de acopio de productos, procesamiento y redistribución de éstos bienes. Y como en ésa época, todo lo que acontecía estaba enmarcado en un calendario ceremonial, una parte de este edificio estuvo dedicado a actividades religiosas. Por ello los arquitectos que diseñaron Puruchuco lo dividieron en 4 sectores: A, B, C y D, (ver plano) de acuerdo al uso que tuvieron cada uno de ellos.
Todo el conjunto de Puruchuco está rodeado por un alto muro con un único acceso que les da solidez al diseño y seguridad a todo lo que está en el interior. La entrada se ubica en una de sus esquinas. La preside un bastión de vigilancia. Para llegar al interior hay que subir por una empinada rampa que nos lleva a una antesala, que tiene a uno de sus lados un largo y angosto callejón sin salida y al otro lado está una segunda entrada que conduce a un amplio patio, ambiente principal del siguiente sector.