El ajedrez te ayuda a concentrarte. Cuando eres un niño tienes energía burbujeando, pero cuando juegas al ajedrez debes canalizar esa energía hacia la concentración», afirma Michael Wang, un jugador de 17 años de ajedrez en Estados Unidos, sobre cómo influye este juego cuando se es niño. Pero el incremento de la concentración no es su único beneficio en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El periódico New York Times, por ejemplo, realizó una publicación en el año 2011 referenciando una investigación alemana que demostró que los jugadores de ajedrez, a la hora de jugar una partida, ponen en funcionamiento ambos hemisferios del cerebro: se utiliza el izquierdo para identificar las piezas y el derecho para reconocer patrones o jugadas. Estos resultados fueron sorprendentes, ya que se pensaba que el papel protagonista lo tendría el izquierdo. Esto supone que no sólo fomenta el aprendizaje racional, sino que también estimula el desarrollo creativo.
En este sentido, el doctor Robert Ferguson llevó a cabo un estudio con varios estudiantes a los que, tras el transcurso de 8 meses, realizó una prueba de creatividad. En ella, los alumnos que habían estado practicando ajedrez obtuvieron mejores resultados, destacando una gran diferencia en el ámbito de la originalidad.
Respuesta:
espero y te ayude
Explicación:
El ajedrez te ayuda a concentrarte. Cuando eres un niño tienes energía burbujeando, pero cuando juegas al ajedrez debes canalizar esa energía hacia la concentración», afirma Michael Wang, un jugador de 17 años de ajedrez en Estados Unidos, sobre cómo influye este juego cuando se es niño. Pero el incremento de la concentración no es su único beneficio en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El periódico New York Times, por ejemplo, realizó una publicación en el año 2011 referenciando una investigación alemana que demostró que los jugadores de ajedrez, a la hora de jugar una partida, ponen en funcionamiento ambos hemisferios del cerebro: se utiliza el izquierdo para identificar las piezas y el derecho para reconocer patrones o jugadas. Estos resultados fueron sorprendentes, ya que se pensaba que el papel protagonista lo tendría el izquierdo. Esto supone que no sólo fomenta el aprendizaje racional, sino que también estimula el desarrollo creativo.
En este sentido, el doctor Robert Ferguson llevó a cabo un estudio con varios estudiantes a los que, tras el transcurso de 8 meses, realizó una prueba de creatividad. En ella, los alumnos que habían estado practicando ajedrez obtuvieron mejores resultados, destacando una gran diferencia en el ámbito de la originalidad.