El mensaje de Jesús no es complaciente, ni es para un fin de semana, sino que es para toda la vida y hasta el fondo, hasta los tuétanos… Va a las raíces y habla del tema de la cruz, una palabra muy importante en el mensaje de Jesús, quien llama a dar la vida hasta el extremo.
En aquella época, cargar con la cruz tenía un sentido muy importante para las personas de Palestina porque habían sido muchos los crucificados por el poder romano y sabían bien lo que significaba la ignominia de la cruz. Cargar con la cruz era, por tanto, algo terrible, y Jesús llama precisamente a cargar con la cruz y seguirle.
Hay que reconocer que no siempre las familias acompañan en esa exigente radicalidad.
¿Cuántas familias apoyan al hijo si se quiere ir con los más pobres, con los más marginados, o quiere compartir un modo de vida con los inmigrantes, o acoge en su casa a personas de dudosa reputación…? Es cierto que la familia apoya muchas veces, pero no siempre.
Respuesta:
El mensaje de Jesús no es complaciente, ni es para un fin de semana, sino que es para toda la vida y hasta el fondo, hasta los tuétanos… Va a las raíces y habla del tema de la cruz, una palabra muy importante en el mensaje de Jesús, quien llama a dar la vida hasta el extremo.
En aquella época, cargar con la cruz tenía un sentido muy importante para las personas de Palestina porque habían sido muchos los crucificados por el poder romano y sabían bien lo que significaba la ignominia de la cruz. Cargar con la cruz era, por tanto, algo terrible, y Jesús llama precisamente a cargar con la cruz y seguirle.
Hay que reconocer que no siempre las familias acompañan en esa exigente radicalidad.
¿Cuántas familias apoyan al hijo si se quiere ir con los más pobres, con los más marginados, o quiere compartir un modo de vida con los inmigrantes, o acoge en su casa a personas de dudosa reputación…? Es cierto que la familia apoya muchas veces, pero no siempre.
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