EL ESTRÉS Y SUS EFECTOS EN EL SISTEMA INMUNOLÓGICO
05 de octubre, 2020
Cuando las preocupaciones y la tensión se viven en forma permanente, el organismo puede reaccionar de manera inadecuada, pudiendo desarrollar alteraciones de diversa consideración en el sistema inmune.
El cuerpo humano está preparado en forma natural para reaccionar frente ciertos niveles de estrés liberando adrenalina y cortisol, hormonas que nos permiten estar alerta y protegernos ante situaciones amenazantes o de peligro. Y, aunque esto es algo esperable y normal, el problema radica cuando el estrés se prolonga en el tiempo y se torna crónico, pudiendo afectar nuestro sistema inmune y nuestra salud.
Si bien, las amenazas de hoy en día ya no se tratan de posibles ataques de depredadores o tribus enemigas como lo eran para nuestros antepasados, sí existen otros tipos de situaciones que nos mantienen en alerta y que pueden ser causa de un estado de alerta y fuerte tensión. Los largos períodos de cuarentena y toda la incertidumbre que estamos viviendo a raíz del Covid-19 es un ejemplo de ello. Por eso, es necesario estar atentos a ciertas señales y aprender a manejar el estrés de forma adecuada porque, de lo contrario, nuestro sistema inmunológico puede presentar una alteración de su función y, como consecuencia, sufrir de infecciones recurrentes.
El estrés percibido activa al sistema nervioso y este a su vez influye sobre el sistema inmune a través de la producción de hormonas y neurotransmisores. Las células del sistema inmunológico poseen receptores para estas hormonas lo que implica la modulación del sistema inmune.
Respuesta:
EL ESTRÉS Y SUS EFECTOS EN EL SISTEMA INMUNOLÓGICO
05 de octubre, 2020
Cuando las preocupaciones y la tensión se viven en forma permanente, el organismo puede reaccionar de manera inadecuada, pudiendo desarrollar alteraciones de diversa consideración en el sistema inmune.
El cuerpo humano está preparado en forma natural para reaccionar frente ciertos niveles de estrés liberando adrenalina y cortisol, hormonas que nos permiten estar alerta y protegernos ante situaciones amenazantes o de peligro. Y, aunque esto es algo esperable y normal, el problema radica cuando el estrés se prolonga en el tiempo y se torna crónico, pudiendo afectar nuestro sistema inmune y nuestra salud.
Si bien, las amenazas de hoy en día ya no se tratan de posibles ataques de depredadores o tribus enemigas como lo eran para nuestros antepasados, sí existen otros tipos de situaciones que nos mantienen en alerta y que pueden ser causa de un estado de alerta y fuerte tensión. Los largos períodos de cuarentena y toda la incertidumbre que estamos viviendo a raíz del Covid-19 es un ejemplo de ello. Por eso, es necesario estar atentos a ciertas señales y aprender a manejar el estrés de forma adecuada porque, de lo contrario, nuestro sistema inmunológico puede presentar una alteración de su función y, como consecuencia, sufrir de infecciones recurrentes.
corona por favor
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El estrés percibido activa al sistema nervioso y este a su vez influye sobre el sistema inmune a través de la producción de hormonas y neurotransmisores. Las células del sistema inmunológico poseen receptores para estas hormonas lo que implica la modulación del sistema inmune.