identificado microbiota intestinal que interactúa con las regiones del cerebro asociadas a las emociones y el comportamiento, lo cual supone la primera vez que se han identificado diferencias conductuales y neuro biológicas asociadas con la composición microbiana en humanos sanos
La relacion entre los intestinos y el cerebro es tan clara que incluso existe una rama científica especifica para su estudio, llamada: la neuro gastroenterología
Nuestro intestino no es estéril y que está lleno de microorganismos que pueden favorecer o perjudicar nuestra salud en función de su cantidad y su calidad. En conjunto forman lo que se conoce como microbiota intestinal.
La influencia de su estado se extiende más allá del sistema gastrointestinal, ya que su equilibrio está relacionado con enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2, la celiaquía, la enfermedad de Crohn y la depresión. Además, la microbiota intestinal está considerada nuestro segundo cerebro pues se ha visto cómo está fuertemente correlacionada con nuestras emociones.
La relación entre los intestinos y el cerebro es tan clara que incluso existe una rama científica específica para su estudio. La neuro gastroenterología es un área de investigación en el campo de la gastroenterología que se refiere a las interacciones del sistema nervioso central (SNC), es decir, el cerebro, y el intestino; esta conexión se llama "eje intestino-cerebro".
El eje intestino-cerebro es un sistema de comunicación bidireccional e incluye el SNC y el sistema nervioso entérico (ENS) –de los intestinos–, que involucra a los nervios, hormonas y otras moléculas llamadas neuropéptidos y citoquinas.
Los intestinos tienen varias vellosidades compuestas de distintas células, entre las que se encuentran los enteroendocrinas. Estas células enteroendocrinas se comunican a través de hormonas y nervios específicos que reaccionan a estímulos mecánicos, térmicos y químicos, y generan impulsos eléctricos que dan pie a esta comunicación entre el cerebro y el intestino.
Investigaciones anteriores habían sugerido que la microbiota, una comunidad de microorganismos en el intestino, puede influir en el comportamiento y las emociones. Por su parte, los modelos de roedores han demostrado los efectos de la microbiota intestinal sobre los comportamientos emocionales y sociales, como la ansiedad y la depresión, sin embargo, hay poca evidencia de esto en los seres humanos.
Para la realización del estudio, los investigadores buscaron identificar las características cerebrales y conductuales de mujeres sanas agrupadas por perfiles de microbiota intestinal.
Cuarenta mujeres suministraron muestras fecales y las imágenes de resonancia magnética se tomaron de sus cerebros mientras veían imágenes de individuos, actividades o cosas que evocaban respuestas emocionales. Las mujeres fueron divididas por su composición de bacterias intestinales en dos grupos: 33 tenían más de una bacteria llamada Bacteroides; las siete restantes tenían más de la bacteria Prevotella.
Respuesta:
identificado microbiota intestinal que interactúa con las regiones del cerebro asociadas a las emociones y el comportamiento, lo cual supone la primera vez que se han identificado diferencias conductuales y neuro biológicas asociadas con la composición microbiana en humanos sanos
La relacion entre los intestinos y el cerebro es tan clara que incluso existe una rama científica especifica para su estudio, llamada: la neuro gastroenterología
Nuestro intestino no es estéril y que está lleno de microorganismos que pueden favorecer o perjudicar nuestra salud en función de su cantidad y su calidad. En conjunto forman lo que se conoce como microbiota intestinal.
La influencia de su estado se extiende más allá del sistema gastrointestinal, ya que su equilibrio está relacionado con enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2, la celiaquía, la enfermedad de Crohn y la depresión. Además, la microbiota intestinal está considerada nuestro segundo cerebro pues se ha visto cómo está fuertemente correlacionada con nuestras emociones.
La relación entre los intestinos y el cerebro es tan clara que incluso existe una rama científica específica para su estudio. La neuro gastroenterología es un área de investigación en el campo de la gastroenterología que se refiere a las interacciones del sistema nervioso central (SNC), es decir, el cerebro, y el intestino; esta conexión se llama "eje intestino-cerebro".
El eje intestino-cerebro es un sistema de comunicación bidireccional e incluye el SNC y el sistema nervioso entérico (ENS) –de los intestinos–, que involucra a los nervios, hormonas y otras moléculas llamadas neuropéptidos y citoquinas.
Los intestinos tienen varias vellosidades compuestas de distintas células, entre las que se encuentran los enteroendocrinas. Estas células enteroendocrinas se comunican a través de hormonas y nervios específicos que reaccionan a estímulos mecánicos, térmicos y químicos, y generan impulsos eléctricos que dan pie a esta comunicación entre el cerebro y el intestino.
Investigaciones anteriores habían sugerido que la microbiota, una comunidad de microorganismos en el intestino, puede influir en el comportamiento y las emociones. Por su parte, los modelos de roedores han demostrado los efectos de la microbiota intestinal sobre los comportamientos emocionales y sociales, como la ansiedad y la depresión, sin embargo, hay poca evidencia de esto en los seres humanos.
Para la realización del estudio, los investigadores buscaron identificar las características cerebrales y conductuales de mujeres sanas agrupadas por perfiles de microbiota intestinal.
Cuarenta mujeres suministraron muestras fecales y las imágenes de resonancia magnética se tomaron de sus cerebros mientras veían imágenes de individuos, actividades o cosas que evocaban respuestas emocionales. Las mujeres fueron divididas por su composición de bacterias intestinales en dos grupos: 33 tenían más de una bacteria llamada Bacteroides; las siete restantes tenían más de la bacteria Prevotella.
Explicación:
espero te sirva y das coronita plis