El Evangelio de Lucas proclama a Jesús como el rey que viene al mundo. Él es designado por Dios y Su reino restaurará todo lo que se estropeó después de la rebelión y la caída de la humanidad que comenzaron con Adán y Eva. En el presente, gran parte del mundo está gobernado por personas que son rebeldes en contra de la autoridad de Dios. Pero a pesar de eso, este mundo es el reino de Dios y los aspectos cotidianos —incluyendo el trabajo— son aspectos del reino de Dios. A Dios le interesa profundamente la gobernanza, la productividad, la justicia y la cultura de este mundo.
Jesús es tanto el rey como el modelo a seguir para todos los que tienen una autoridad menor. Aunque los cristianos acostumbramos llamar “rey” a Jesús, de alguna forma este título se ha convertido para muchos de nosotros en algo principalmente religioso, en vez de referirse a un reino real. Decimos que Jesús es el rey, pero con frecuencia lo que queremos decir es que es el rey de los sacerdotes. Pensamos que es el fundador de una religión, pero Lucas demuestra que es el refundador de un reino: el reino de Dios en la tierra. Cuando Jesús está presente personalmente, hasta Satanás y sus secuaces reconocen Su autoridad (por ejemplo, Lc 8:32) y Su poder es incuestionable. Después de que regresa temporalmente al cielo, Su modelo les muestra a los ciudadanos de Su reino cómo ejercer la autoridad y el poder en Su lugar.
Respuesta:
Explicación:
El Evangelio de Lucas proclama a Jesús como el rey que viene al mundo. Él es designado por Dios y Su reino restaurará todo lo que se estropeó después de la rebelión y la caída de la humanidad que comenzaron con Adán y Eva. En el presente, gran parte del mundo está gobernado por personas que son rebeldes en contra de la autoridad de Dios. Pero a pesar de eso, este mundo es el reino de Dios y los aspectos cotidianos —incluyendo el trabajo— son aspectos del reino de Dios. A Dios le interesa profundamente la gobernanza, la productividad, la justicia y la cultura de este mundo.
Jesús es tanto el rey como el modelo a seguir para todos los que tienen una autoridad menor. Aunque los cristianos acostumbramos llamar “rey” a Jesús, de alguna forma este título se ha convertido para muchos de nosotros en algo principalmente religioso, en vez de referirse a un reino real. Decimos que Jesús es el rey, pero con frecuencia lo que queremos decir es que es el rey de los sacerdotes. Pensamos que es el fundador de una religión, pero Lucas demuestra que es el refundador de un reino: el reino de Dios en la tierra. Cuando Jesús está presente personalmente, hasta Satanás y sus secuaces reconocen Su autoridad (por ejemplo, Lc 8:32) y Su poder es incuestionable. Después de que regresa temporalmente al cielo, Su modelo les muestra a los ciudadanos de Su reino cómo ejercer la autoridad y el poder en Su lugar.