El maximo exponente cultural de las regiones de colombia
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El componente cultural en la enseñanza de lenguas extranjeras No hace mucho tiempo y con motivo de la aparición de varios libros en cuyo título o subtítulo aparecía la palabra «cultura», el crítico Manuel Delgado reflexionaba sobre el uso y el abuso de dicho término y escribía: «donde menos se espera y a la menor oportunidad, esa palabra-fetiche por excelencia - cultura - es invocada para iluminar no importa qué parcela de la vida humana y hacerlo, además, sin tener que pagar peaje alguno en materia de rigor y precisión». Lo que el periodista denunciaba es el abuso del término1 y, sobre todo, la conversión del mismo en algo vacío. Pues bien, si partimos de la base de que la comunicación humana es cultural y de que, afortunadamente, ya nadie cuestiona su importancia a la hora de afrontar el estudio de una nueva lengua extranjera, porque, como sostiene Arcaini: «lo sudio di una lingua è inseparabile dal suo contesto di «cultura», perché essa comprende e congloba tutta la realtà nella sua interezza inscindibile» (1991: 78- 79); en este caso es, sin duda, lícito preguntarse: ¿qué se entiende por cultura?, o mejor dicho, ¿qué se entiende por cultura en el ámbito de la enseñanza/aprendizaje de lenguas extranjeras? En esta comunicación trataremos, en primer lugar, de dar respuesta a este interrogante y, en segundo lugar, haremos una reflexión sobre cuál es la forma o formas más adecuadas para integrar el elemento «cultura» en la enseñanza aprendizaje de lenguas extranjeras.
No hace mucho tiempo y con motivo de la aparición de varios libros en cuyo título o subtítulo aparecía la palabra «cultura», el crítico Manuel Delgado reflexionaba sobre el uso y el abuso de dicho término y escribía: «donde menos se espera y a la menor oportunidad, esa palabra-fetiche por excelencia - cultura - es invocada para iluminar no importa qué parcela de la vida humana y hacerlo, además, sin tener que pagar peaje alguno en materia de rigor y precisión». Lo que el periodista denunciaba es el abuso del término1 y, sobre todo, la conversión del mismo en algo vacío. Pues bien, si partimos de la base de que la comunicación humana es cultural y de que, afortunadamente, ya nadie cuestiona su importancia a la hora de afrontar el estudio de una nueva lengua extranjera, porque, como sostiene Arcaini: «lo sudio di una lingua è inseparabile dal suo contesto di «cultura», perché essa comprende e congloba tutta la realtà nella sua interezza inscindibile» (1991: 78- 79); en este caso es, sin duda, lícito preguntarse: ¿qué se entiende por cultura?, o mejor dicho, ¿qué se entiende por cultura en el ámbito de la enseñanza/aprendizaje de lenguas extranjeras? En esta comunicación trataremos, en primer lugar, de dar respuesta a este interrogante y, en segundo lugar, haremos una reflexión sobre cuál es la forma o formas más adecuadas para integrar el elemento «cultura» en la enseñanza aprendizaje de lenguas extranjeras.