El camino de la vida trae muchas bendiciones y alegrías; también trae espinas, heridas y desánimos. Y son los momentos de desánimo, de duda, donde necesitamos de la fortaleza que Dios nos da para seguir por la senda del bien. Los días son diferentes, la vida cambia de un momento a otro, para bien o para mal, pero el apóstol nos anima y recuerda que Dios alienta nuestros corazones con el objetivo de que estemos firmes, perseverantes en la vida. Hoy quizás podamos librar una lucha difícil con algún aspecto de nuestra existencia o nuestras relaciones, incluso anhelos, pero Dios posee la fortaleza infinita para darnos un nuevo ánimo y conquistar nuestros buenos proyectos. Es una fortuna que ese consuelo y aliento para el alma sean eternos, porque podemos tomar de él cada día, cuanto necesitemos. El bien mismo, sus beneficios en nuestra existencia, deben continuar siendo un motor fundamental, para nunca más volver atrás y hacer siempre la voluntad de nuestro Creador. ❖ ¿Cuál es el mensaje que le deja el texto? ayudaaa es para hoy pliss
Respuesta:
Que podemos confiar en Jehová Dios en todo momento no importa cual sea el problema el siempre estará allí para ayudarnos , pero si confiamos en él.