La aplicación del modelo neoliberal en el Ecuador al igual que en el resto de los países latinoamericanos ha propiciado el incremento del número de pobres que contrasta con un pequeño grupo que concentra la riqueza. En esas condiciones, la brecha que separa a los ricos y pobres se hace cada día más amplia.
De acuerdo a estudios realizados por la CEPAL el número de pobres en Latinoamérica ha ido creciendo al pasar de 136 millones que existían en la década de los ochenta a algo más de 220 millones de personas al finalizar los noventas.
Para el caso de Ecuador, durante el quinquenio 1995 – 2000 la población en condiciones de pobreza se incrementó dramáticamente de 3.9 millones a 8.5 millones de personas de un total de 13 millones de habitantes lo cual ha originado, entre otras cosas, un movimiento migratorio –debido a la falta de trabajo- desde el Ecuador hacia Europa y los Estados Unidos, en una proporción que no tiene comparación en América Latina. Así, de 1999 al 2000 cerca de un milló
La aplicación del modelo neoliberal en el Ecuador al igual que en el resto de los países latinoamericanos ha propiciado el incremento del número de pobres que contrasta con un pequeño grupo que concentra la riqueza. En esas condiciones, la brecha que separa a los ricos y pobres se hace cada día más amplia.
De acuerdo a estudios realizados por la CEPAL el número de pobres en Latinoamérica ha ido creciendo al pasar de 136 millones que existían en la década de los ochenta a algo más de 220 millones de personas al finalizar los noventas.
Para el caso de Ecuador, durante el quinquenio 1995 – 2000 la población en condiciones de pobreza se incrementó dramáticamente de 3.9 millones a 8.5 millones de personas de un total de 13 millones de habitantes lo cual ha originado, entre otras cosas, un movimiento migratorio –debido a la falta de trabajo- desde el Ecuador hacia Europa y los Estados Unidos, en una proporción que no tiene comparación en América Latina. Así, de 1999 al 2000 cerca de un millón de ecuatorianos abandonaron el país en busca de ocupación laboral.
La conflictiva situación económica, social y política que muestra el Ecuador y, en general, los países de América Latina, permite evidenciar que las recetas sugeridas por el “Consenso de Washington”, tales como la liberalización del comercio, la flexibilización laboral, la desregulación del sistema financiero, la reducción del tamaño del Estado, la supresión de subvenciones, la privatización, el pago prioritario de la deuda externa, entre otras cosas.
Los índices elevados de desigualdad en la distribución del ingreso es el mejor indicador de esa lacerante realidad. Para el caso de Ecuador, en el período de 1990 al 2000, de acuerdo con estudios del Sistema Integrado de Indicadores Sociales, el coeficiente de Gini aumentó en un 22%, al pasar de 0,456 a 0,555.
Con todo ello, podemos advertir a un Ecuador postrado en lo económico, convulsionado en lo social e inestable en lo político, con una democracia enferma y débil. Consecuentemente, los capitales económico, social, político y cultural con que cuenta actualmente el país, son escasos y reflejan, desde todo ángulo, los efectos negativos de la implementación -sin beneficio de inventario- del modelo neoliberal (Carrión Cevallos, Giovanni; 2005).
EL NEOLIBERALISMO EN ECUADOR
La aplicación del modelo neoliberal en el Ecuador al igual que en el resto de los países latinoamericanos ha propiciado el incremento del número de pobres que contrasta con un pequeño grupo que concentra la riqueza. En esas condiciones, la brecha que separa a los ricos y pobres se hace cada día más amplia.
De acuerdo a estudios realizados por la CEPAL el número de pobres en Latinoamérica ha ido creciendo al pasar de 136 millones que existían en la década de los ochenta a algo más de 220 millones de personas al finalizar los noventas.
Para el caso de Ecuador, durante el quinquenio 1995 – 2000 la población en condiciones de pobreza se incrementó dramáticamente de 3.9 millones a 8.5 millones de personas de un total de 13 millones de habitantes lo cual ha originado, entre otras cosas, un movimiento migratorio –debido a la falta de trabajo- desde el Ecuador hacia Europa y los Estados Unidos, en una proporción que no tiene comparación en América Latina. Así, de 1999 al 2000 cerca de un milló
EL NEOLIBERALISMO EN ECUADOR
La aplicación del modelo neoliberal en el Ecuador al igual que en el resto de los países latinoamericanos ha propiciado el incremento del número de pobres que contrasta con un pequeño grupo que concentra la riqueza. En esas condiciones, la brecha que separa a los ricos y pobres se hace cada día más amplia.
De acuerdo a estudios realizados por la CEPAL el número de pobres en Latinoamérica ha ido creciendo al pasar de 136 millones que existían en la década de los ochenta a algo más de 220 millones de personas al finalizar los noventas.
Para el caso de Ecuador, durante el quinquenio 1995 – 2000 la población en condiciones de pobreza se incrementó dramáticamente de 3.9 millones a 8.5 millones de personas de un total de 13 millones de habitantes lo cual ha originado, entre otras cosas, un movimiento migratorio –debido a la falta de trabajo- desde el Ecuador hacia Europa y los Estados Unidos, en una proporción que no tiene comparación en América Latina. Así, de 1999 al 2000 cerca de un millón de ecuatorianos abandonaron el país en busca de ocupación laboral.
La conflictiva situación económica, social y política que muestra el Ecuador y, en general, los países de América Latina, permite evidenciar que las recetas sugeridas por el “Consenso de Washington”, tales como la liberalización del comercio, la flexibilización laboral, la desregulación del sistema financiero, la reducción del tamaño del Estado, la supresión de subvenciones, la privatización, el pago prioritario de la deuda externa, entre otras cosas.
Los índices elevados de desigualdad en la distribución del ingreso es el mejor indicador de esa lacerante realidad. Para el caso de Ecuador, en el período de 1990 al 2000, de acuerdo con estudios del Sistema Integrado de Indicadores Sociales, el coeficiente de Gini aumentó en un 22%, al pasar de 0,456 a 0,555.
Con todo ello, podemos advertir a un Ecuador postrado en lo económico, convulsionado en lo social e inestable en lo político, con una democracia enferma y débil. Consecuentemente, los capitales económico, social, político y cultural con que cuenta actualmente el país, son escasos y reflejan, desde todo ángulo, los efectos negativos de la implementación -sin beneficio de inventario- del modelo neoliberal (Carrión Cevallos, Giovanni; 2005).