Cuando hablamos de que una Dieta es Equilibrada, no nos referimos únicamente a que nos debe aportar una cantidad concreta de energía, también tiene que poseer todos los nutrientes que nos permitan estar sanos y prevenir enfermedades.
Dentro de todos los nutrientes que podemos encontrar en nuestra Dieta, podemos clasificarlos en dos grupos:
-Nutrientes esenciales (Son aquellos que nuestro cuerpo no puede sintetizar, y que por tanto tendremos que incorporar a través de nuestra dieta. Corresponden a la gran mayoría)
-Nutrientes no esenciales. (Aquellos que nuestro cuerpo puede sintetizar a partir de otros. Es el caso por ejemplo de la Vitamina D, que podemos sintetizar mediante la exposición de nuestra piel al sol).
Por este motivo, si no incorporamos con nuestra alimentación todos nuestros nutrientes esenciales, corremos el riesgo de sufrir enfermedades carenciales. Este tipo de enfermedades se refieren casi siempre al déficit de Vitaminas o Minerales, que son nutrientes que hay que ingerir en poca cantidad (solamente miligramos o microgramos) pero que cumplen funciones esenciales.
Es a mitad del siglo XX cuando se empiezan a observar estas funciones esenciales, viendo claramente cómo algunas enfermedades carenciales se deben a estas vitaminas presentes en alimentos y se las bautiza con ese término “Vita-amina” que quiere decir “Amina vital”.
Cuando hablamos de que una Dieta es Equilibrada, no nos referimos únicamente a que nos debe aportar una cantidad concreta de energía, también tiene que poseer todos los nutrientes que nos permitan estar sanos y prevenir enfermedades.
Dentro de todos los nutrientes que podemos encontrar en nuestra Dieta, podemos clasificarlos en dos grupos:
-Nutrientes esenciales (Son aquellos que nuestro cuerpo no puede sintetizar, y que por tanto tendremos que incorporar a través de nuestra dieta. Corresponden a la gran mayoría)
-Nutrientes no esenciales. (Aquellos que nuestro cuerpo puede sintetizar a partir de otros. Es el caso por ejemplo de la Vitamina D, que podemos sintetizar mediante la exposición de nuestra piel al sol).
Por este motivo, si no incorporamos con nuestra alimentación todos nuestros nutrientes esenciales, corremos el riesgo de sufrir enfermedades carenciales. Este tipo de enfermedades se refieren casi siempre al déficit de Vitaminas o Minerales, que son nutrientes que hay que ingerir en poca cantidad (solamente miligramos o microgramos) pero que cumplen funciones esenciales.
Es a mitad del siglo XX cuando se empiezan a observar estas funciones esenciales, viendo claramente cómo algunas enfermedades carenciales se deben a estas vitaminas presentes en alimentos y se las bautiza con ese término “Vita-amina” que quiere decir “Amina vital”.