Las técnicas subjetivas están orientadas a recoger y organizar información sobre la estructura psicológica y los procesos de las visiones subjetivas o significados personales acerca de uno mismo y el mundo. Pretenden captar sus construcciones personales, estudiar sistemáticamente la estructura de su subjetividad. Surgen en el seno de teorías que defienden el valor de las construcciones subjetivas a la hora de comprender la conducta y las emociones (el constructivismo sería un ejemplo paradigmático).
La técnica de la rejilla es un instrumento de evaluación de las dimensiones y estructura del significado personal. Llamado así por su formato de matriz, en la que se entrecruzan los constructos con los elementos, se dirige a captar la forma en que una persona da sentido a su experiencia haciendo uso de sus propios términos. Pretende captar la forma en la que un individuo organiza la visión de sí mismo y de los demás. La TR explora la estructura y contenido de los sistemas de constructos, teorías implícitas o estructuras de significado con los que las personas construyen su experiencia, es decir, la forma en la que perciben el mundo y actúan en él.
Fue creada por Kelly dentro de su Teoría de los Constructos Personales (TCP), y desde entonces han surgido muchísimas variaciones. Es el instrumento más relevante en el ámbito de las técnicas subjetivas-Dada la diversidad en su metodología y aplicaciones hemos optado por presentar la TR en su modalidad interpersonal, que es la más utilizada, especialmente en la psicología de la personalidad y en el ámbito clínico. Se centra en el estudio de la construcción que hace el sujeto de sí mismo y de las personas significativas de su mundo interpersonal. La particularidad de la TR interpersonal es que la persona entrevistada debe identificar a personas significativas de su entorno (que son los elementos de la rejilla); y desde la búsqueda de similitudes y diferencias entre pares de estos elementos, se establecen los constructos. Una vez establecidos los elementos y los constructos, se solicita a la persona que puntúe a cada uno de los elementos, a través de una escala Likert (normalmente 7 puntos) según cada constructo, lo cual da lugar a una matriz numérica. Con esto quedan constituidos los tres componentes básicos de una rejilla: elementos, constructos y puntuaciones.
Fundamento teórico
La TR se origina en el contexto de la TCP de Kelly. Esta teoría se caracteriza por su visión del ser humano como constructor de significados. La personalidad se estructura de acuerdo con los constructos que emplea para dar significado a su experiencia y para anticipar su futuro. Estos constructos personales son distinciones que trazamos en la experiencia.
Un constructo es una dimensión de significado que nos permite asimilar dos eventos y diferenciarlos de un tercero. Es la captación de una diferencia, ya que el significado de algo implica siempre un contraste. Los constructos no son dimensiones aisladas, sino que están organizados jerárquicamente en un sistema (red de constructos). En esta red hay constructos más nucleares que otros, formando en su conjunto el mapa desde el que vivimos nuestro territorio interaccional. Los constructos nucleares sirven para mantener el sistema y son más resistentes al cambio, mientras que los periféricos permiten construir aspectos de la experiencia que no son centrales o que no implican a la identidad. El ser humano tiende a mantener su capacidad predictiva. Esto explica por qué cambiamos en algunas cosas y no en otras. Somos coherentes con nuestra estructura nuclear, prefiriendo a veces el sufrimiento a perder la coherencia. Es por ello que resulta tan importante poder entender cuáles son los constructos nucleares que la persona está protegiendo del cambio que desde fuera son vistos como síntomas o resistencias.
Las técnicas subjetivas están orientadas a recoger y organizar información sobre la estructura psicológica y los procesos de las visiones subjetivas o significados personales acerca de uno mismo y el mundo. Pretenden captar sus construcciones personales, estudiar sistemáticamente la estructura de su subjetividad. Surgen en el seno de teorías que defienden el valor de las construcciones subjetivas a la hora de comprender la conducta y las emociones (el constructivismo sería un ejemplo paradigmático).
La técnica de la rejilla es un instrumento de evaluación de las dimensiones y estructura del significado personal. Llamado así por su formato de matriz, en la que se entrecruzan los constructos con los elementos, se dirige a captar la forma en que una persona da sentido a su experiencia haciendo uso de sus propios términos. Pretende captar la forma en la que un individuo organiza la visión de sí mismo y de los demás. La TR explora la estructura y contenido de los sistemas de constructos, teorías implícitas o estructuras de significado con los que las personas construyen su experiencia, es decir, la forma en la que perciben el mundo y actúan en él.
Fue creada por Kelly dentro de su Teoría de los Constructos Personales (TCP), y desde entonces han surgido muchísimas variaciones. Es el instrumento más relevante en el ámbito de las técnicas subjetivas-Dada la diversidad en su metodología y aplicaciones hemos optado por presentar la TR en su modalidad interpersonal, que es la más utilizada, especialmente en la psicología de la personalidad y en el ámbito clínico. Se centra en el estudio de la construcción que hace el sujeto de sí mismo y de las personas significativas de su mundo interpersonal. La particularidad de la TR interpersonal es que la persona entrevistada debe identificar a personas significativas de su entorno (que son los elementos de la rejilla); y desde la búsqueda de similitudes y diferencias entre pares de estos elementos, se establecen los constructos. Una vez establecidos los elementos y los constructos, se solicita a la persona que puntúe a cada uno de los elementos, a través de una escala Likert (normalmente 7 puntos) según cada constructo, lo cual da lugar a una matriz numérica. Con esto quedan constituidos los tres componentes básicos de una rejilla: elementos, constructos y puntuaciones.
Fundamento teóricoLa TR se origina en el contexto de la TCP de Kelly. Esta teoría se caracteriza por su visión del ser humano como constructor de significados. La personalidad se estructura de acuerdo con los constructos que emplea para dar significado a su experiencia y para anticipar su futuro. Estos constructos personales son distinciones que trazamos en la experiencia.
Un constructo es una dimensión de significado que nos permite asimilar dos eventos y diferenciarlos de un tercero. Es la captación de una diferencia, ya que el significado de algo implica siempre un contraste. Los constructos no son dimensiones aisladas, sino que están organizados jerárquicamente en un sistema (red de constructos). En esta red hay constructos más nucleares que otros, formando en su conjunto el mapa desde el que vivimos nuestro territorio interaccional. Los constructos nucleares sirven para mantener el sistema y son más resistentes al cambio, mientras que los periféricos permiten construir aspectos de la experiencia que no son centrales o que no implican a la identidad. El ser humano tiende a mantener su capacidad predictiva. Esto explica por qué cambiamos en algunas cosas y no en otras. Somos coherentes con nuestra estructura nuclear, prefiriendo a veces el sufrimiento a perder la coherencia. Es por ello que resulta tan importante poder entender cuáles son los constructos nucleares que la persona está protegiendo del cambio que desde fuera son vistos como síntomas o resistencias.
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