Por ejemplo, la rata canguro puede hacer uso del agua derivada de la degradación de los alimentos, para subsistir en ambientes desérticos sin necesidad de beber agua. En las plantas, este tipo de adaptaciones es más común, pues, debido a su inmovilidad, son incapaces de “escapar de las condiciones estresoras” de su ambiente.
Adaptaciones del comportamiento
por ejemplo, buscan alimento en la noche o en el crepúsculo, cuando el riesgo de ser depredados es menor; las lagartijas regulan la temperatura de su cuerpo moviéndose entre su refugio y los lugares de exposición directa al sol.
Adaptaciones morfo-funcionales
por ejemplo, en las focas y lobos de mar, la gruesa capa de grasa subcutánea que poseen es una adaptación que los protege de las frías aguas polares. En los insectos, las piezas que componen el aparato bucal son básicamente las mismas, sin embargo, se han modificado dando origen a una variedad de “formas” bucales, relacionadas con el tipo de alimentación de los diferentes grupos de insectos. Adaptaciones morfológicas de color y forma
Entre las adaptaciones morfológicas, los parecidos en color y/o forma entre especies diferentes, o entre los organismos y su entorno, son quizás las adaptaciones más interesantes, y corresponden a parecidos que proveen algún tipo de ventaja a los individuos. Entre los parecidos ventajosos, encontramos:
Camuflaje Ejemplos de este tipo de adaptación existen en insectos como la mantis, en peces como el lenguado, en reptiles como las lagartijas y en mamíferos como los osos polares.
Por ejemplo, la rata canguro puede hacer uso del agua derivada de la degradación de los alimentos, para subsistir en ambientes desérticos sin necesidad de beber agua. En las plantas, este tipo de adaptaciones es más común, pues, debido a su inmovilidad, son incapaces de “escapar de las condiciones estresoras” de su ambiente.
Adaptaciones del comportamiento
por ejemplo, buscan alimento en la noche o en el crepúsculo, cuando el riesgo de ser depredados es menor; las lagartijas regulan la temperatura de su cuerpo moviéndose entre su refugio y los lugares de exposición directa al sol.
Adaptaciones morfo-funcionales
por ejemplo, en las focas y lobos de mar, la gruesa capa de grasa subcutánea que poseen es una adaptación que los protege de las frías aguas polares. En los insectos, las piezas que componen el aparato
bucal son básicamente las mismas, sin embargo, se han modificado dando origen a una variedad de “formas” bucales, relacionadas con el tipo de alimentación de los diferentes grupos de insectos.
Adaptaciones morfológicas de color y forma
Entre las adaptaciones morfológicas, los parecidos en color y/o forma entre especies diferentes, o entre los organismos y su entorno, son quizás las adaptaciones más interesantes, y corresponden a parecidos que proveen
algún tipo de ventaja a los individuos. Entre los parecidos ventajosos, encontramos:
Camuflaje
Ejemplos de este tipo de adaptación existen en insectos como la mantis, en peces como el lenguado, en reptiles como las lagartijas y en mamíferos como los osos polares.