Primero. - Nuestro compromiso con la defensa del derecho a la vida y de las libertades de todas las personas, como principios fundamentales de la convivencia social y, en consecuencia, nuestro rechazo a todo tipo de violencia. El respeto debido a los derechos inviolables de todos los seres humanos, a su integridad física y moral, y a su libertad de expresión, constituyen la única base firme sobre la que asentar una convivencia auténticamente humana y cualquier proyecto político legítimo.
Segundo. - Nuestro compromiso de defender y garantizar el ejercicio de los derechos y de las libertades de todos y cada uno de nuestros conciudadanos y conciudadanas.
- Libertad para vivir sin la amenaza de la coacción, de la persecución y del asesinato, de forma que el conjunto de los ciudadanos y ciudadanas vascas, sin excepción, tengan garantizados en nuestra sociedad el ejercicio de todos los derechos humanos que les corresponden como personas.
- Libertad también, para las ideas, para todas las ideas. Libertad de opción, libertad de pensamiento, libertad para elegir y libertad para decidir sin imposiciones y sin chantajes.
- Libertad para que todos los proyectos puedan ser defendidos, y en su caso materializados, única y exclusivamente por las vías políticas y democráticas.
Tercero. - Nuestro compromiso de solidaridad activa y de reconocimiento ético, político, social y material a todas las personas que han sufrido y sufren las consecuencias de la violencia, la intolerancia y el terrorismo, en cualquiera de sus manifestaciones. La solidaridad y la cercanía con las víctimas es una obligación social ineludible, consecuencia necesaria de la dignidad humana que estamos dispuestos a defender con absoluta determinación.
Cuarto. - Nuestro compromiso para desarrollar, además de las medidas legítimas de que dispone un estado de derecho para defender la libertad y la seguridad de las personas, cuantas iniciativas contribuyan a crear las condiciones precisas para lograr el final dialogado de la violencia, la normalización política y la reconciliación en el seno de nuestra sociedad.
Quinto. - Nuestro compromiso con el diálogo y la no-violencia. Porque la sociedad vasca no pide a nadie que renuncie a sus ideas, le exige que las defienda, única y exclusivamente, a través de la política y de la democracia.
Sexto. - Nuestro compromiso de difundir y transmitir al mundo entero esta Declaración de Gernika, para que sea conocido universalmente el verdadero sentir del Pueblo Vasco. Un Pueblo abierto y solidario que ha demostrado a lo largo de la historia su firme compromiso a favor de la Paz, la Libertad, la Justicia y la Dignidad Humana.
Respuesta:
Primero. - Nuestro compromiso con la defensa del derecho a la vida y de las libertades de todas las personas, como principios fundamentales de la convivencia social y, en consecuencia, nuestro rechazo a todo tipo de violencia. El respeto debido a los derechos inviolables de todos los seres humanos, a su integridad física y moral, y a su libertad de expresión, constituyen la única base firme sobre la que asentar una convivencia auténticamente humana y cualquier proyecto político legítimo.
Segundo. - Nuestro compromiso de defender y garantizar el ejercicio de los derechos y de las libertades de todos y cada uno de nuestros conciudadanos y conciudadanas.
- Libertad para vivir sin la amenaza de la coacción, de la persecución y del asesinato, de forma que el conjunto de los ciudadanos y ciudadanas vascas, sin excepción, tengan garantizados en nuestra sociedad el ejercicio de todos los derechos humanos que les corresponden como personas.
- Libertad también, para las ideas, para todas las ideas. Libertad de opción, libertad de pensamiento, libertad para elegir y libertad para decidir sin imposiciones y sin chantajes.
- Libertad para que todos los proyectos puedan ser defendidos, y en su caso materializados, única y exclusivamente por las vías políticas y democráticas.
Tercero. - Nuestro compromiso de solidaridad activa y de reconocimiento ético, político, social y material a todas las personas que han sufrido y sufren las consecuencias de la violencia, la intolerancia y el terrorismo, en cualquiera de sus manifestaciones. La solidaridad y la cercanía con las víctimas es una obligación social ineludible, consecuencia necesaria de la dignidad humana que estamos dispuestos a defender con absoluta determinación.
Cuarto. - Nuestro compromiso para desarrollar, además de las medidas legítimas de que dispone un estado de derecho para defender la libertad y la seguridad de las personas, cuantas iniciativas contribuyan a crear las condiciones precisas para lograr el final dialogado de la violencia, la normalización política y la reconciliación en el seno de nuestra sociedad.
Quinto. - Nuestro compromiso con el diálogo y la no-violencia. Porque la sociedad vasca no pide a nadie que renuncie a sus ideas, le exige que las defienda, única y exclusivamente, a través de la política y de la democracia.
Sexto. - Nuestro compromiso de difundir y transmitir al mundo entero esta Declaración de Gernika, para que sea conocido universalmente el verdadero sentir del Pueblo Vasco. Un Pueblo abierto y solidario que ha demostrado a lo largo de la historia su firme compromiso a favor de la Paz, la Libertad, la Justicia y la Dignidad Humana.
Explicación:
espero que te ayude