La solidaridad es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común . El bien común es el conjunto de condiciones que la sociedad ofrece al individuo para vivir una vida digna, gracias a sus propios esfuerzos. La dimensión social del individuo exige unas relaciones de solidaridad con los otros. El ejercicio de la solidaridad parte del hecho del reconocimiento de todos como personas dentro de una sociedad.
La solidaridad nos ayuda a ver en el otro -persona o grupo social- un semejante nuestro que necesita nuestra ayuda. La solidaridad supera la mentalidad individualista y busca acciones concretas de servicio social. En este mundo atravesado por toda clase de conflictos, se necesita de una solidaridad que asuma la interdependencia de todos. La solidaridad es compasión activa, es búsqueda del bien común.
La solidaridad se construye a partir de la empatía y se hace realidad en el compartir. La solidaridad nace de la gratuidad de la donación de sí que se traduce en la comprensión de la vida como un servicio al otro en la acogida respetuosa. La solidaridad exige no quedar indiferente ante las necesidades del otro. La solidaridad es responder al otro, es responder del otro.
La solidaridad es una actitud de acogida del otro para cuidarlo. La solidaridad es reconocer al otro como alguien. La solidaridad no se puede reducir a una instancia emocional que conlleva sentimientos de horror ante las necesidades de los demás y una proclamación abstracta de principios, pero que no se convierte en un compromiso serio de ayudar a los demás. La solidaridad conduce a la opción por los más necesitados, ya que en esta preferencia se verifica su autenticidad como empatía y como compartir.
El principio de solidaridad debe ser entendido como preocupación por el desarrollo humano de todos con una opción preferencial por los más excluidos. Vivir esta solidaridad es lo que construye la paz. Por eso es necesaria una globalización de la solidaridad. La solidaridad social entre las naciones es necesaria para que todas alcancen el desarrollo.
LEVI STRAUSS & CO. Robert Haas, sobrino tataranieto del fundador de la empresa más famosa de la industria del vestido en Estados Unidos, se sintió aterrado cuando tomó posesión del cargo de director ejecutivo de Levi Strauss & Co. En el pasado, la Levi Strauss & Co. Cuando su fábrica original quedó destruida por el gran terremoto de San Francisco, en 1906, la empresa siguió pagando a sus empleados durante la reconstrucción.
Levi Strass, inventor de los bluyines, fue un judío bávaro que recorrió las montañas de Kentucky en el decenio de 1840 vendiendo de puerta en puerta agujas, hilos y telas. Strauss no tuvo hijos, así que, cuando falleció en 1902, un sobrino suyo tomó las riendas del negocio. El gerente se opuso a toda práctica de segregación racial dentro de la empresa, a pesar de la oposición de algunos obreros y otras personas de la comunidad. En los últimos años la Fundación Levi Strauss ha asignado varios millones de dólares a las causas preferidas de sus empleados.
«La solidaridad y su práctica por la empresa se han denominado filantropía. » Por filantropía se entiende la participación de la empresa en actividades de bienestar público. La práctica filantrópica es una toma de posición ética, donde la acción institucional se ejerce responsablemente para construir una sociedad mejor. La filantropía empresarial se suele denominar, también, como responsabilidad social empresarial.
El primero es entender que «la empresa es un proyecto productivo pensado como proyecto ético» . La empresa es una constructora de la sociedad y por tanto debe preguntarse cuál es el tipo de sociedad que desea. Es allí, en esa búsqueda donde podrán integrarse la responsabilidad social y la estrategia de la empresa.
El amor social
La solidaridad es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común . El bien común es el conjunto de condiciones que la sociedad ofrece al individuo para vivir una vida digna, gracias a sus propios esfuerzos. La dimensión social del individuo exige unas relaciones de solidaridad con los otros. El ejercicio de la solidaridad parte del hecho del reconocimiento de todos como personas dentro de una sociedad.
La solidaridad nos ayuda a ver en el otro -persona o grupo social- un semejante nuestro que necesita nuestra ayuda. La solidaridad supera la mentalidad individualista y busca acciones concretas de servicio social. En este mundo atravesado por toda clase de conflictos, se necesita de una solidaridad que asuma la interdependencia de todos. La solidaridad es compasión activa, es búsqueda del bien común.
La solidaridad se construye a partir de la empatía y se hace realidad en el compartir. La solidaridad nace de la gratuidad de la donación de sí que se traduce en la comprensión de la vida como un servicio al otro en la acogida respetuosa. La solidaridad exige no quedar indiferente ante las necesidades del otro. La solidaridad es responder al otro, es responder del otro.
La solidaridad es una actitud de acogida del otro para cuidarlo. La solidaridad es reconocer al otro como alguien. La solidaridad no se puede reducir a una instancia emocional que conlleva sentimientos de horror ante las necesidades de los demás y una proclamación abstracta de principios, pero que no se convierte en un compromiso serio de ayudar a los demás. La solidaridad conduce a la opción por los más necesitados, ya que en esta preferencia se verifica su autenticidad como empatía y como compartir.
El principio de solidaridad debe ser entendido como preocupación por el desarrollo humano de todos con una opción preferencial por los más excluidos. Vivir esta solidaridad es lo que construye la paz. Por eso es necesaria una globalización de la solidaridad. La solidaridad social entre las naciones es necesaria para que todas alcancen el desarrollo.
LEVI STRAUSS & CO. Robert Haas, sobrino tataranieto del fundador de la empresa más famosa de la industria del vestido en Estados Unidos, se sintió aterrado cuando tomó posesión del cargo de director ejecutivo de Levi Strauss & Co. En el pasado, la Levi Strauss & Co. Cuando su fábrica original quedó destruida por el gran terremoto de San Francisco, en 1906, la empresa siguió pagando a sus empleados durante la reconstrucción.
Levi Strass, inventor de los bluyines, fue un judío bávaro que recorrió las montañas de Kentucky en el decenio de 1840 vendiendo de puerta en puerta agujas, hilos y telas. Strauss no tuvo hijos, así que, cuando falleció en 1902, un sobrino suyo tomó las riendas del negocio. El gerente se opuso a toda práctica de segregación racial dentro de la empresa, a pesar de la oposición de algunos obreros y otras personas de la comunidad. En los últimos años la Fundación Levi Strauss ha asignado varios millones de dólares a las causas preferidas de sus empleados.
«La solidaridad y su práctica por la empresa se han denominado filantropía. » Por filantropía se entiende la participación de la empresa en actividades de bienestar público. La práctica filantrópica es una toma de posición ética, donde la acción institucional se ejerce responsablemente para construir una sociedad mejor. La filantropía empresarial se suele denominar, también, como responsabilidad social empresarial.
El primero es entender que «la empresa es un proyecto productivo pensado como proyecto ético» . La empresa es una constructora de la sociedad y por tanto debe preguntarse cuál es el tipo de sociedad que desea. Es allí, en esa búsqueda donde podrán integrarse la responsabilidad social y la estrategia de la empresa.