Desde la época antigua hasta ya avanzado el siglo XX, el papel desempeñado por la mujer dentro del campo musical se limitaba a formar parte del adorno familiar, permitiendo que algunas chicas de sociedad tomaran clases de piano o de canto y deleitaran con su interpretación en algunas reuniones familiares
shorry
Muchas historias de la música se han escrito en las que las mujeres apenas aparecían o no existían, salvo las dedicadas a tocar, danzar, cantar o interpretar música compuesta por hombres, pero, realmente, han existido numerosas mujeres que han dejado testimonio de su presencia desde mucho tiempo atrás. Nuestro propósito es hacer un breve recorrido por la historia para rescatar el protagonismo femenino en el ámbito musical. El papel desarrollado por la mujer en la historia de la música ha sido un tema escasamente abordado por los estudiosos. Existía hasta hace relativamente poco tiempo carencia de interés por conocer la obra musical de compositoras e intérpretes en distintas épocas y, probablemente, haya sido debido a la ignorancia que se tenía sobre estas mujeres que se enfrentaron a la sociedad de su tiempo para poder desarrollar su talento musical y a la dificultad para dejar testimonio firmado y escrito de la misma. Principalmente, han sido los patrones sociales imperantes los que no han permitido gozar a la mujer de su correspondiente protagonismo. Su intervención ha sido indudable pero poco demostrable hasta los primeros indicios de la notación musical, cuando las mujeres empezaron a escribir música y, aun en estos casos, muchas veces sus composiciones fueron firmadas por hombres. La mujer ha tenido que superar importantes obstáculos marcados por las diferencias de género prevalecientes desde la Antigüedad y se ha ido desenvolviendo dentro del arte musical con grandes dificultades, sobre todo como compositora, aunque también como ejecutante de todo tipo de instrumentos, directora de orquesta o profesora de música. Es cierto que la gran mayoría de las mujeres aceptaron una forma de vida sumisa, con recato y temor, en la que se encontraban relegadas a las normas sociales. Sin embargo, otras mujeres se rebelaron ante estas obvias injusticias y lucharon por obtener un reconocimiento y un lugar en la sociedad que, en muchas ocasiones, les costó la vida porque fueron acusadas de herejes, brujas o de estar en contra de las leyes establecidas y acabaron condenadas a muerte. Hasta ya avanzado el siglo xx, era muy frecuente que el papel femenino en la música se limitara a formar parte del «adorno familiar», permitiendo que algunas chicas de la clase media o la alta sociedad asistieran a clases de piano o de canto y, así, en las reuniones familiares, pudieran deleitar a los invitados con su interpretación. A aquellas que destacaban en sus estudios o sobresalían por sus capacidades intelectuales, no les era permitido mostrar en público su calidad interpretativa o compositiva y quedaban reducidas al ámbito doméstico. Otras, que poseían enorme talento y eran más luchadoras, a pesar de estar limitadas para desarrollarlo, se valieron de diferentes recursos para poder continuar con su labor en la composición o ejecución y fueron pilares básicos en la historia de la mujer en la música.
Respuesta:
Desde la época antigua hasta ya avanzado el siglo XX, el papel desempeñado por la mujer dentro del campo musical se limitaba a formar parte del adorno familiar, permitiendo que algunas chicas de sociedad tomaran clases de piano o de canto y deleitaran con su interpretación en algunas reuniones familiares
Explicación:
espero que te sirva
El papel desarrollado por la mujer en la historia de la música ha sido un tema escasamente abordado por los estudiosos. Existía hasta hace relativamente poco tiempo carencia de interés por conocer la obra musical de compositoras e intérpretes en distintas épocas y, probablemente, haya sido debido a la ignorancia que se tenía sobre estas mujeres que se enfrentaron a la sociedad de su tiempo para poder desarrollar su talento musical y a la dificultad para dejar testimonio firmado y escrito de la misma.
Principalmente, han sido los patrones sociales imperantes los que no han permitido gozar a la mujer de su correspondiente protagonismo. Su intervención ha sido indudable pero poco demostrable hasta los primeros indicios de la notación musical, cuando las mujeres empezaron a escribir música y, aun en estos casos, muchas veces sus composiciones fueron firmadas por hombres.
La mujer ha tenido que superar importantes obstáculos marcados por las diferencias de género prevalecientes desde la Antigüedad y se ha ido desenvolviendo dentro del arte musical con grandes dificultades, sobre todo como compositora, aunque también como ejecutante de todo tipo de instrumentos, directora de orquesta o profesora de música.
Es cierto que la gran mayoría de las mujeres aceptaron una forma de vida sumisa, con recato y temor, en la que se encontraban relegadas a las normas sociales. Sin embargo, otras mujeres se rebelaron ante estas obvias injusticias y lucharon por obtener un reconocimiento y un lugar en la sociedad que, en muchas ocasiones, les costó la vida porque fueron acusadas de herejes, brujas o de estar en contra de las leyes establecidas y acabaron condenadas a muerte.
Hasta ya avanzado el siglo xx, era muy frecuente que el papel femenino en la música se limitara a formar parte del «adorno familiar», permitiendo que algunas chicas de la clase media o la alta sociedad asistieran a clases de piano o de canto y, así, en las reuniones familiares, pudieran deleitar a los invitados con su interpretación. A aquellas que destacaban en sus estudios o sobresalían por sus capacidades intelectuales, no les era permitido mostrar en público su calidad interpretativa o compositiva y quedaban reducidas al ámbito doméstico. Otras, que poseían enorme talento y eran más luchadoras, a pesar de estar limitadas para desarrollarlo, se valieron de diferentes recursos para poder continuar con su labor en la composición o ejecución y fueron pilares básicos en la historia de la mujer en la música.