El primero en plantearse seriamente este problema fue Aristóteles en la antigua Grecia. Según Aristóteles, el mundo material estaba compuesto de cuatro elementos fundamentales: tierra, agua, aire y fuego. Cada uno de estos elementos tenía una posición natural en el universo, hacia la cual tendían a situarse. En esa visión del universo, la tierra se situaba en el centro, el agua como una capa cubriendo la tierra, el aire estaría por encima del agua y el fuego por encima de este último.
La tendencia de los cuatro elementos era intentar volver a su posición. Los elementos pesados, agua y tierra, al centro y los elementos ligeros (aire y fuego) hacia fuera. Siguiendo esta teoría, un elemento como la roca, que según Aristóteles estaba compuesta principalmente de tierra y en menor medida de agua, si se situaba a una determinada altura y se soltaba, tendía a ir hacia el centro del universo, cayendo. Por la contra, cuando una la madera ardía en una hoguera, el carbón se quedaba junto al suelo, por estar compuesto de tierra, mientras que el fuego era repelido al exterior, por encima del aire, en busca de su posición natural en el universo.
El primero en plantearse seriamente este problema fue Aristóteles en la antigua Grecia. Según Aristóteles, el mundo material estaba compuesto de cuatro elementos fundamentales: tierra, agua, aire y fuego. Cada uno de estos elementos tenía una posición natural en el universo, hacia la cual tendían a situarse. En esa visión del universo, la tierra se situaba en el centro, el agua como una capa cubriendo la tierra, el aire estaría por encima del agua y el fuego por encima de este último.
La tendencia de los cuatro elementos era intentar volver a su posición. Los elementos pesados, agua y tierra, al centro y los elementos ligeros (aire y fuego) hacia fuera. Siguiendo esta teoría, un elemento como la roca, que según Aristóteles estaba compuesta principalmente de tierra y en menor medida de agua, si se situaba a una determinada altura y se soltaba, tendía a ir hacia el centro del universo, cayendo. Por la contra, cuando una la madera ardía en una hoguera, el carbón se quedaba junto al suelo, por estar compuesto de tierra, mientras que el fuego era repelido al exterior, por encima del aire, en busca de su posición natural en el universo.