Describir todas las caracteristicas de la sociedad de los pueblos germanos.
usando esta información:
Los ríos Rhin y Danubio constituían el límite norte del Imperio romano. Más allá de esa frontera natural, se encontraba la
Germania. Sus habitantes, los germanos, eran de origen indoeuropeo, como los griegos y los latinos. Los romanos les
dieron el nombre de bárbaros por considerarlos extranjeros, pues valoraban sus costumbres rústicas y primitivas. Los
germanos no hablan latín y eran paganos o herejes, es decir, que se apartaban parcialmente del dogma de la iglesia
cristiana. Se dedicaban al pastoreo y a la agricultura.
A partir del siglo III d.C., los germanos comenzaron a cruzar las fronteras romanas, su objetivo no era destruir el imperio,
sino obtener un lugar más seguro para vivir. Se les permitió el asentamiento pacífico de colonos dentro de los límites del
Imperio, y, a la vez, se pactó con jefes militares germanos, federándolos, para que defendieran las fronteras. La presencia
pacífica de los germanos en territorio romano admitió un fluido intercambio entre los dos pueblos. Los germanos se
romanizaron, y los romanos se germanizaron.
Pero a fines del siglo IV, estos pueblos invadieron masivamente el imperio y debilitaron el poder de los emperadores de
Roma. Los germanos, a su vez, habían sido empujados de sus tierras por el avance de los hunos, un pueblo de Asia Central.
Dirigidos por su temible líder, Atila, habían iniciado una veloz campaña de conquista. El aluvión de pueblos germanos, caían
sobre el Imperio, sin que Roma pudiera contenerlos de manera efectiva. Las luchas contra las tribus germánicas tuvieron
soluciones muy distintas en Occidente y el Oriente, porque mientras que las invasiones quebraron la unidad política del
primero, en Oriente, en cambio, se pudieron superar los ataques exteriores y preservar la unidad.
Los bárbaros cruzaron la frontera del Rhin en el año 406. Suevos, vándalos y alanos se dirigieron hacia la península Ibérica
y se instalaron allí. Los suevos se fijaron en Galicia, los alanos en Portugal y los vándalos al sur de España.
Los anglos y los sajones cruzaron el Mar del Norte y ocuparon Bretaña, y formaron reinos independientes. Los burgundios
se dirigieron hacia la Provenza, donde fundaron un reino. Al sur de la Galia, se establecieron los visigodos, que más tarde
fundaron un reino en España.
Finalmente, Odoacro, un jefe germano, desplazó al último emperador romano en el año 476. Poco tiempo después,
Teodorico, rey de los ostrogodos, instauró un reino independiente en Italia. Los francos hacían lo propio en la Galia, durante
el reinado de Clovis.
Al finalizar el siglo V, el Imperio Romano de Occidente se había derrumbado y dio lugar a una multiplicidad de reinos de
desigual importancia y permanencia.
Los germanos en su mayoría eran agricultores seminómadas y ganaderos que, debido a la pobreza de sus tierras y a lo
primitivo de las técnicas de cultivo, se veían obligados a desplazarse periódicamente a fin de obtener sustento. Cada familia
poseía una parcela de tierra para su subsistencia y tenía acceso a los lugares comunes de la aldea (bosques, ríos, pastos,
etc.). Los dirigía un jefe elegido por asamblea de guerreros que intervenía en cuestiones de política. Los jefes debían ganar
la lealtad de sus seguidores. Para eso, cada vez que iban a la guerra para obtener un botín (metales preciosos, joyas,
esclavos, animales vestimentas, etc.), el jefe debía repartir parte de esos trofeos entre sus seguidores. Además, ofrecía
banquetes y demostraba su generosidad siendo hospitalario en su casa y valiente en a guerra. Otra de las maneras de ser
jefe dependía de la posibilidad que tenía de ofrecer protección a su séquito frente a posibles invasiones.
La familia era la base social germana, a su vez, se agrupaban en tribus de acuerdo con los vínculos de parentesco. Las tribus
se reunían en confederaciones militares dirigidas por jefes guerreros y por reyes. Carecían de leyes escritas, el padre en
su papel de juez, era el que resolvía cuando había problemas. La agresión contra algún miembro de la familia obligaba a
todos los parientes a castigar al culpable. Esta costumbre ocasionaba constantes luchas, y para evitarlas se establecieron
“precios” por los delitos; para cada delito se calculaba como castigo un número de reses que debía pagarse a la familia
perjudicada.
usando esta información:
Los ríos Rhin y Danubio constituían el límite norte del Imperio romano. Más allá de esa frontera natural, se encontraba la
Germania. Sus habitantes, los germanos, eran de origen indoeuropeo, como los griegos y los latinos. Los romanos les
dieron el nombre de bárbaros por considerarlos extranjeros, pues valoraban sus costumbres rústicas y primitivas. Los
germanos no hablan latín y eran paganos o herejes, es decir, que se apartaban parcialmente del dogma de la iglesia
cristiana. Se dedicaban al pastoreo y a la agricultura.
A partir del siglo III d.C., los germanos comenzaron a cruzar las fronteras romanas, su objetivo no era destruir el imperio,
sino obtener un lugar más seguro para vivir. Se les permitió el asentamiento pacífico de colonos dentro de los límites del
Imperio, y, a la vez, se pactó con jefes militares germanos, federándolos, para que defendieran las fronteras. La presencia
pacífica de los germanos en territorio romano admitió un fluido intercambio entre los dos pueblos. Los germanos se
romanizaron, y los romanos se germanizaron.
Pero a fines del siglo IV, estos pueblos invadieron masivamente el imperio y debilitaron el poder de los emperadores de
Roma. Los germanos, a su vez, habían sido empujados de sus tierras por el avance de los hunos, un pueblo de Asia Central.
Dirigidos por su temible líder, Atila, habían iniciado una veloz campaña de conquista. El aluvión de pueblos germanos, caían
sobre el Imperio, sin que Roma pudiera contenerlos de manera efectiva. Las luchas contra las tribus germánicas tuvieron
soluciones muy distintas en Occidente y el Oriente, porque mientras que las invasiones quebraron la unidad política del
primero, en Oriente, en cambio, se pudieron superar los ataques exteriores y preservar la unidad.
Los bárbaros cruzaron la frontera del Rhin en el año 406. Suevos, vándalos y alanos se dirigieron hacia la península Ibérica
y se instalaron allí. Los suevos se fijaron en Galicia, los alanos en Portugal y los vándalos al sur de España.
Los anglos y los sajones cruzaron el Mar del Norte y ocuparon Bretaña, y formaron reinos independientes. Los burgundios
se dirigieron hacia la Provenza, donde fundaron un reino. Al sur de la Galia, se establecieron los visigodos, que más tarde
fundaron un reino en España.
Finalmente, Odoacro, un jefe germano, desplazó al último emperador romano en el año 476. Poco tiempo después,
Teodorico, rey de los ostrogodos, instauró un reino independiente en Italia. Los francos hacían lo propio en la Galia, durante
el reinado de Clovis.
Al finalizar el siglo V, el Imperio Romano de Occidente se había derrumbado y dio lugar a una multiplicidad de reinos de
desigual importancia y permanencia.
Los germanos en su mayoría eran agricultores seminómadas y ganaderos que, debido a la pobreza de sus tierras y a lo
primitivo de las técnicas de cultivo, se veían obligados a desplazarse periódicamente a fin de obtener sustento. Cada familia
poseía una parcela de tierra para su subsistencia y tenía acceso a los lugares comunes de la aldea (bosques, ríos, pastos,
etc.). Los dirigía un jefe elegido por asamblea de guerreros que intervenía en cuestiones de política. Los jefes debían ganar
la lealtad de sus seguidores. Para eso, cada vez que iban a la guerra para obtener un botín (metales preciosos, joyas,
esclavos, animales vestimentas, etc.), el jefe debía repartir parte de esos trofeos entre sus seguidores. Además, ofrecía
banquetes y demostraba su generosidad siendo hospitalario en su casa y valiente en a guerra. Otra de las maneras de ser
jefe dependía de la posibilidad que tenía de ofrecer protección a su séquito frente a posibles invasiones.
La familia era la base social germana, a su vez, se agrupaban en tribus de acuerdo con los vínculos de parentesco. Las tribus
se reunían en confederaciones militares dirigidas por jefes guerreros y por reyes. Carecían de leyes escritas, el padre en
su papel de juez, era el que resolvía cuando había problemas. La agresión contra algún miembro de la familia obligaba a
todos los parientes a castigar al culpable. Esta costumbre ocasionaba constantes luchas, y para evitarlas se establecieron
“precios” por los delitos; para cada delito se calculaba como castigo un número de reses que debía pagarse a la familia
perjudicada.
Respuesta:
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