Amígdala: Son pequeños bultos de tejido que se encuentran en la parte posterior de la garganta, una a cada lado. Ayudan al cuerpo a combatir las infecciones.
La amígdala es una estructura localizada en el lóbulo temporal de los mamíferos formada por diferentes núcleos y tradicionalmente relacionada con el sistema emocional del cerebro. Algunos autores han propuesto una función alternativa de la amígdala al considerarla como parte de un sistema modulador de la memoria. Gran cantidad de datos experimentales corroboran ambas funciones.
La relación de la amígdala con las emociones se ha centrado en el estudio del condicionamiento del miedo, a través del cual un estímulo emocionalmente neutro es capaz de producir reacciones emocionales por su asociación temporal con un estímulo adverso. Se ha constatado que la amígdala es necesaria para el aprendizaje y expresión de este condicionamiento, y por tanto está implicada en el aprendizaje emocional. En cuanto a la relación de la amígdala con la modulación de la memoria, hay que destacar los resultados que demuestran que ésta no es siempre necesaria para el aprendizaje y la memoria, pero sí para que se manifiesten los efectos moduladores sobre la memoria de diferentes sustancias. La amígdala modularía el almacenamiento de la memoria en otras zonas del encéfalo, como el núcleo caudado o el hipocampo.
Los datos existentes sugieren que no sería todo el complejo amigdaloide el implicado en ambas funciones, sino que los núcleos lateral y central estarían implicados en el aprendizaje emocional, mientras que el núcleo basolateral estaría sobretodo implicado en la modulación de la memoria cuando se produce activación emocional.
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Amígdala: Son pequeños bultos de tejido que se encuentran en la parte posterior de la garganta, una a cada lado. Ayudan al cuerpo a combatir las infecciones.
La amígdala es una estructura localizada en el lóbulo temporal de los mamíferos formada por diferentes núcleos y tradicionalmente relacionada con el sistema emocional del cerebro. Algunos autores han propuesto una función alternativa de la amígdala al considerarla como parte de un sistema modulador de la memoria. Gran cantidad de datos experimentales corroboran ambas funciones.
La relación de la amígdala con las emociones se ha centrado en el estudio del condicionamiento del miedo, a través del cual un estímulo emocionalmente neutro es capaz de producir reacciones emocionales por su asociación temporal con un estímulo adverso. Se ha constatado que la amígdala es necesaria para el aprendizaje y expresión de este condicionamiento, y por tanto está implicada en el aprendizaje emocional. En cuanto a la relación de la amígdala con la modulación de la memoria, hay que destacar los resultados que demuestran que ésta no es siempre necesaria para el aprendizaje y la memoria, pero sí para que se manifiesten los efectos moduladores sobre la memoria de diferentes sustancias. La amígdala modularía el almacenamiento de la memoria en otras zonas del encéfalo, como el núcleo caudado o el hipocampo.
Los datos existentes sugieren que no sería todo el complejo amigdaloide el implicado en ambas funciones, sino que los núcleos lateral y central estarían implicados en el aprendizaje emocional, mientras que el núcleo basolateral estaría sobretodo implicado en la modulación de la memoria cuando se produce activación emocional.