Autoestima: ver el nivel de seguridad que tenemos de las cosas. Realmente somos mejores de lo que a veces pensamos.
Pérdida: Aceptación de que podemos perder algo y no pasa nada. No es mejor ser humano el que menos veces se cae, sino el que más veces se levanta.
Deshazte de la autovaloración negativa. Tú no eres ni bueno ni malo. En todo caso, lo son tus acciones. No eres una persona exitosa o fracasada, haces cosas que salen mejor o peor, no puedes ser juzgado como persona ni por un juez, aunque sí algunas de tus acciones. Aciertas y te equivocas como cualquier otro, incluido tu manipulador/a.
Aprende que amar no es exigir sino respetar a la otra persona tal y como es, y comprender que sois compañeros en un camino que no se sabe hasta dónde llegará. Y recuerda que un psicópata jamás podrá aprender esto.
Si tu punto débil es el miedo a la pérdida tendrás que preguntarte si temes al abandono emocional o a que te quiten todo aquello que diste más que la otra parte en la relación. En el primer caso se trata de un problema de aceptación; en el segundo, de darse cuenta de que eso es el fruto de errores pasados cuyas consecuencias hay que asumir y de una configuración injusta y parcial del medio social, hoy por hoy inmodificable.
Autoestima: ver el nivel de seguridad que tenemos de las cosas. Realmente somos mejores de lo que a veces pensamos.
Pérdida: Aceptación de que podemos perder algo y no pasa nada. No es mejor ser humano el que menos veces se cae, sino el que más veces se levanta.
Deshazte de la autovaloración negativa. Tú no eres ni bueno ni malo. En todo caso, lo son tus acciones. No eres una persona exitosa o fracasada, haces cosas que salen mejor o peor, no puedes ser juzgado como persona ni por un juez, aunque sí algunas de tus acciones. Aciertas y te equivocas como cualquier otro, incluido tu manipulador/a.
Aprende que amar no es exigir sino respetar a la otra persona tal y como es, y comprender que sois compañeros en un camino que no se sabe hasta dónde llegará. Y recuerda que un psicópata jamás podrá aprender esto.
Si tu punto débil es el miedo a la pérdida tendrás que preguntarte si temes al abandono emocional o a que te quiten todo aquello que diste más que la otra parte en la relación. En el primer caso se trata de un problema de aceptación; en el segundo, de darse cuenta de que eso es el fruto de errores pasados cuyas consecuencias hay que asumir y de una configuración injusta y parcial del medio social, hoy por hoy inmodificable.