Para las primeras civilizaciones la belleza poseía un carácter sagrado, reflejaba la presencia de las deidades en la tierra. Creían que la materia y, sobretodo los minerales, habían sido creados por una inteligencia superior, por una entidad divina. Hacia el año 4000 a.c., ya se extraían la plata y el plomo, y mil años después, se lograba conseguir bronce fundiendo minerales de estaño. Asombrados por la naturaleza, los hombres buscaban el oro en el lecho de los ríos, en la arena de los torrentes, o bien, después de la lluvia, en las laderas de las montañas, brillando ante el sol como tesoros. Los herreros de la antigüedad trabajaron con temperaturas sumamente elevadas, al licuar los metales, podían vertirlos en moldes. En nuestros días es posible contemplar piezas de fabricación egipcia, o extraordinarias obras de artesanía en metal hechas en la India o en China.
Los hombres de la Grecia clásica consideraban que los metales eran ocupados por genios volcánicos, los cuales tenían nombres. Crisón, el oro; Argirón, la plata; Calcón, era el dios oculto en el espíritu del bronce. Por su parte los chinos conceptualizaban al cielo como principio masculino, a la tierra como el principio femenino y, como enlace supremo, Venus era la estrella regidora de los metales. En los primeros años de la humanidad, ésta no conoció más que ocho metales: el oro, la plata, el cobre, el hierro, el estaño, el plomo, el bismuto y el zinc. El mercurio, único metal líquido a la temperatura ambiente, fue descubierto 300 años a.C. En la actualidad, se encuentran clasificados como metales, en la Tabla Periódica, aproximadamente el 67 por ciento de la totalidad de los elementos.
La pólvora, un invento chino, fue introducido en los campos de batalla europeos en (las cruzadas), e introduciendo un nuevo y completo rango de artillería basada en propulsión. Los alemanes, tras su derrota en la Primera Guerra Mundial, comenzaron a inventar nuevos métodos de creación de grados y tipos superiores de armas, tales como aviones de combate, mientras que la Segunda Guerra Mundial en general provocó una guerra armamentística que contribuyó en el desarrollo de la bomba atómica.
El arsenal mundial de armas comenzó en la época prehistórica con simples garrotes, armas de piedra, lanzas de madera. Posteriormente progresó para incluir arcos y flechas, el fuego griego y sofisticada tecnología de hoja, y, todavía más tarde, para abarcar cañones, rifles, ametralladoras, acorazados, cohetes — y finalmente armas nucleares. La evolución de estas armas de múltiples tipos nos ayudan a entender la tecnología empleada por nuestros ancestros en diferentes períodos de la historia. Ellos nos dan una idea de cómo el cambio en las presiones sociales y las estructuras políticas influencian el desarrollo de armas de muerte y destrucción cada vez más letales.
Respuesta:
EPOCA PREHISPANICA
Tiempos inmemoriales
Para las primeras civilizaciones la belleza poseía un carácter sagrado, reflejaba la presencia de las deidades en la tierra. Creían que la materia y, sobretodo los minerales, habían sido creados por una inteligencia superior, por una entidad divina. Hacia el año 4000 a.c., ya se extraían la plata y el plomo, y mil años después, se lograba conseguir bronce fundiendo minerales de estaño. Asombrados por la naturaleza, los hombres buscaban el oro en el lecho de los ríos, en la arena de los torrentes, o bien, después de la lluvia, en las laderas de las montañas, brillando ante el sol como tesoros. Los herreros de la antigüedad trabajaron con temperaturas sumamente elevadas, al licuar los metales, podían vertirlos en moldes. En nuestros días es posible contemplar piezas de fabricación egipcia, o extraordinarias obras de artesanía en metal hechas en la India o en China.
Los hombres de la Grecia clásica consideraban que los metales eran ocupados por genios volcánicos, los cuales tenían nombres. Crisón, el oro; Argirón, la plata; Calcón, era el dios oculto en el espíritu del bronce. Por su parte los chinos conceptualizaban al cielo como principio masculino, a la tierra como el principio femenino y, como enlace supremo, Venus era la estrella regidora de los metales. En los primeros años de la humanidad, ésta no conoció más que ocho metales: el oro, la plata, el cobre, el hierro, el estaño, el plomo, el bismuto y el zinc. El mercurio, único metal líquido a la temperatura ambiente, fue descubierto 300 años a.C. En la actualidad, se encuentran clasificados como metales, en la Tabla Periódica, aproximadamente el 67 por ciento de la totalidad de los elementos.
Respuesta:
La pólvora, un invento chino, fue introducido en los campos de batalla europeos en (las cruzadas), e introduciendo un nuevo y completo rango de artillería basada en propulsión. Los alemanes, tras su derrota en la Primera Guerra Mundial, comenzaron a inventar nuevos métodos de creación de grados y tipos superiores de armas, tales como aviones de combate, mientras que la Segunda Guerra Mundial en general provocó una guerra armamentística que contribuyó en el desarrollo de la bomba atómica.
El arsenal mundial de armas comenzó en la época prehistórica con simples garrotes, armas de piedra, lanzas de madera. Posteriormente progresó para incluir arcos y flechas, el fuego griego y sofisticada tecnología de hoja, y, todavía más tarde, para abarcar cañones, rifles, ametralladoras, acorazados, cohetes — y finalmente armas nucleares. La evolución de estas armas de múltiples tipos nos ayudan a entender la tecnología empleada por nuestros ancestros en diferentes períodos de la historia. Ellos nos dan una idea de cómo el cambio en las presiones sociales y las estructuras políticas influencian el desarrollo de armas de muerte y destrucción cada vez más letales.
Explicación:
coronita plis