Cambios en los hábitos alimentarios, como saltarse horarios de comidas o atracarse. Los niños pueden llegar de la escuela con hambre porque no almorzaron. Dificultad para conciliar el sueño o pesadillas frecuentes. Calificaciones bajas, pérdida de interés en las tareas escolares, o el niño se niega a ir a la escuela.
Respuesta:
Cambios en los hábitos alimentarios, como saltarse horarios de comidas o atracarse. Los niños pueden llegar de la escuela con hambre porque no almorzaron. Dificultad para conciliar el sueño o pesadillas frecuentes. Calificaciones bajas, pérdida de interés en las tareas escolares, o el niño se niega a ir a la escuela.