Hace 150 años el presidente Abraham Lincoln firmó la orden ejecutiva por la que proclamó la emancipación de los esclavos en los estados de la Confederación. El 1 de enero de 1863, fueron libres unos 20.000 hombres, mujeres y niños que habitaban territorios ocupados por el Ejército de la Unión; hasta el final de la guerra, más de dos años después, otros cuatro millones dejaron de pertenecer a sus amos. Pero la huella dejada por la esclavitud en la génesis de Estados Unidos fue imperecedera: cuando la Cámara de Representantes aprobó la prohibición de la esclavitud ¿13ª enmienda de la Constitución¿ el 31 de enero de 1865, se escucharon discursos en los que se invocó el derecho natural para oponerse a la iniciativa de Lincoln y dar cobijo a la carcoma del racismo.
"El racismo no tiene nada que ver con nuestra raza como seres humanos. Y sí tiene todo que ver con el poder, siempre ha sido así", piensa la escritora negra estadounidense Toni Morrison, nobel de Literatura en 1993, autora de una obra poderosa que constituye un fresco extraordinario de la cultura afroamericana, relato militante y desmitificador del alma de la nación situado en las antípodas de la gran película de David E. Griffith 'El nacimiento de una nación' (1915)--, ejemplo de cuál era la percepción del problema que tenían los herederos de los vencidos en la guerra de secesión medio siglo después de la derrota
Hace 150 años el presidente Abraham Lincoln firmó la orden ejecutiva por la que proclamó la emancipación de los esclavos en los estados de la Confederación. El 1 de enero de 1863, fueron libres unos 20.000 hombres, mujeres y niños que habitaban territorios ocupados por el Ejército de la Unión; hasta el final de la guerra, más de dos años después, otros cuatro millones dejaron de pertenecer a sus amos. Pero la huella dejada por la esclavitud en la génesis de Estados Unidos fue imperecedera: cuando la Cámara de Representantes aprobó la prohibición de la esclavitud ¿13ª enmienda de la Constitución¿ el 31 de enero de 1865, se escucharon discursos en los que se invocó el derecho natural para oponerse a la iniciativa de Lincoln y dar cobijo a la carcoma del racismo.
"El racismo no tiene nada que ver con nuestra raza como seres humanos. Y sí tiene todo que ver con el poder, siempre ha sido así", piensa la escritora negra estadounidense Toni Morrison, nobel de Literatura en 1993, autora de una obra poderosa que constituye un fresco extraordinario de la cultura afroamericana, relato militante y desmitificador del alma de la nación situado en las antípodas de la gran película de David E. Griffith 'El nacimiento de una nación' (1915)--, ejemplo de cuál era la percepción del problema que tenían los herederos de los vencidos en la guerra de secesión medio siglo después de la derrota