La marcha atlética es una disciplina del atletismo en la que se intenta caminar lo más rápido posible (marchar) sin llegar a correr. El límite entre la marcha y la carrera se establece en el momento en que el atleta pierde contacto con el suelo de manera visible. Cuando sucede esto se da por hecho que el marchador está corriendo (en argot de marchadores: está volando o "flotando"). No se debe confundir con la carrera a pie, donde los atletas pueden despegar ambos pies del suelo al mismo tiempo, y con la caminata de calle, en la que no se puede trotar ni marchar.
Aunque es una de las primeras especialidades que se comenzaron a practicar, sigue siendo una gran desconocida entre las diferentes disciplinas del atletismo. A pesar de este desconocimiento es muy popular en algunos países donde existe una gran tradición, como pueden ser España, Italia, China, Japón, México, Guatemala, Rusia y algunos países de la antigua Unión Soviética. Países como Polonia, Ecuador o Colombia también han dado grandes figuras a esta disciplina atlética, lo que ha contribuido más aún a su conocimiento y expansión.
En el presente artículo se hace referencia a distancias en metros y en kilómetros. Vienen expresadas en metros cuando se trata de pruebas en pista (400 m de cuerda) o pista cubierta (habitualmente de 200 m de cuerda). Cuando las distancias vienen expresadas en kilómetros es porque se trata de pruebas «en ruta», es decir, en la calle o en carretera (fuera del estadio o instalación deportiva).
La práctica de la marcha atlética aparece documentada por primera vez en la Inglaterra de finales del siglo xviii,1 donde se hace popular. Esta popularidad fue en aumento durante el siglo xix, llamando la atención del resto de Europa, de tal forma que en Italia, Francia, Alemania y Suecia se organizaron marchas populares multitudinarias. Posteriormente cruzó el océano Atlántico para darse a conocer en Estados Unidos y especialmente en México.2
La entrada en el siglo xx fue testigo del reconocimiento de la marcha atlética como una disciplina atlética seria y bien reglada. Fue incluida en el programa olímpico, en categoría masculina, en 1908 (Juegos Olímpicos de Londres), en las distancias de 3500 m y 10 millas.3 4 Después de esto no se volvieron a realizar competiciones internacionales sobre la distancia de 10 millas. Anteriormente ya había hecho su aparición en los no reconocidos Juegos Intercalados de Atenas de 1906, donde se compitió sobre las distancias de 1500 y 3000 m.5 6 Tampoco volvieron a realizarse competiciones internacionales sobre la distancia de 1500 m.
Las mujeres tuvieron que esperar unos cuantos años antes de poder competir en esta especialidad. A nivel mundial hubo que esperar hasta el año 1979, con motivo de la Copa del Mundo de Marcha Atlética celebrada en Eschborndonde compitieron sobre la distancia de 5 km, hasta 1985 en los Juegos Mundiales en Pista Cubierta celebrados en Paris-Bercy (sobre 3000 m),7 también en 1985 en los Juegos Mundiales Universitarios de Kōbe (también sobre 5 km) y hasta 1987 en los Campeonatos Mundiales de Atletismo (sobre 10 km) que tuvieron lugar en la ciudad de Roma.8 Para participar en unos Juegos Olímpicos las marchadoras tuvieron que esperar un poquito más todavía. Concretamente hasta 1992, con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona donde compitieron sobre la distancia de 10 km.9 Desde los Juegos Olímpicos de Sídney del año 2000 la distancia para las mujeres es de 20 km.
La marcha atlética es una disciplina del atletismo en la que se intenta caminar lo más rápido posible (marchar) sin llegar a correr. El límite entre la marcha y la carrera se establece en el momento en que el atleta pierde contacto con el suelo de manera visible. Cuando sucede esto se da por hecho que el marchador está corriendo (en argot de marchadores: está volando o "flotando"). No se debe confundir con la carrera a pie, donde los atletas pueden despegar ambos pies del suelo al mismo tiempo, y con la caminata de calle, en la que no se puede trotar ni marchar.
Aunque es una de las primeras especialidades que se comenzaron a practicar, sigue siendo una gran desconocida entre las diferentes disciplinas del atletismo. A pesar de este desconocimiento es muy popular en algunos países donde existe una gran tradición, como pueden ser España, Italia, China, Japón, México, Guatemala, Rusia y algunos países de la antigua Unión Soviética. Países como Polonia, Ecuador o Colombia también han dado grandes figuras a esta disciplina atlética, lo que ha contribuido más aún a su conocimiento y expansión.
En el presente artículo se hace referencia a distancias en metros y en kilómetros. Vienen expresadas en metros cuando se trata de pruebas en pista (400 m de cuerda) o pista cubierta (habitualmente de 200 m de cuerda). Cuando las distancias vienen expresadas en kilómetros es porque se trata de pruebas «en ruta», es decir, en la calle o en carretera (fuera del estadio o instalación deportiva).
La práctica de la marcha atlética aparece documentada por primera vez en la Inglaterra de finales del siglo xviii,1 donde se hace popular. Esta popularidad fue en aumento durante el siglo xix, llamando la atención del resto de Europa, de tal forma que en Italia, Francia, Alemania y Suecia se organizaron marchas populares multitudinarias. Posteriormente cruzó el océano Atlántico para darse a conocer en Estados Unidos y especialmente en México.2
La entrada en el siglo xx fue testigo del reconocimiento de la marcha atlética como una disciplina atlética seria y bien reglada. Fue incluida en el programa olímpico, en categoría masculina, en 1908 (Juegos Olímpicos de Londres), en las distancias de 3500 m y 10 millas.3 4 Después de esto no se volvieron a realizar competiciones internacionales sobre la distancia de 10 millas. Anteriormente ya había hecho su aparición en los no reconocidos Juegos Intercalados de Atenas de 1906, donde se compitió sobre las distancias de 1500 y 3000 m.5 6 Tampoco volvieron a realizarse competiciones internacionales sobre la distancia de 1500 m.
Las mujeres tuvieron que esperar unos cuantos años antes de poder competir en esta especialidad. A nivel mundial hubo que esperar hasta el año 1979, con motivo de la Copa del Mundo de Marcha Atlética celebrada en Eschborndonde compitieron sobre la distancia de 5 km, hasta 1985 en los Juegos Mundiales en Pista Cubierta celebrados en Paris-Bercy (sobre 3000 m),7 también en 1985 en los Juegos Mundiales Universitarios de Kōbe (también sobre 5 km) y hasta 1987 en los Campeonatos Mundiales de Atletismo (sobre 10 km) que tuvieron lugar en la ciudad de Roma.8 Para participar en unos Juegos Olímpicos las marchadoras tuvieron que esperar un poquito más todavía. Concretamente hasta 1992, con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona donde compitieron sobre la distancia de 10 km.9 Desde los Juegos Olímpicos de Sídney del año 2000 la distancia para las mujeres es de 20 km.