Yai2902«Si nadie me lo pregunta, lo sé; si me lo preguntan y quiero explicarlo, ya no lo sé.» Esta frase de san Agustín expresa muy bien la confusión que siempre ha suscitado la pregunta de la existencia del tiempo entre los filósofos y su dificultad para definir en qué consiste. Se trata de un debate sin fin que arranca con los antiguos pensadores griegos, encabezados por Platón y Aristóteles; continua en la edad Media temprana, cuando destacan las ideas agustinianas; alcanza su punto álgido en el siglo XVIII, con el desencuentro entre las posturas de Newton y Kant, y llega hasta nuestros días. Platón, en su diálogo Timeo, es el primero en ocuparse de la realidad temporal, aunque en forma de relato mítico más que como una formulación lógica. Según su narración, el tiempo fue creado después del universo para perfeccionar el movimiento de los astros en sintonía con un modelo matemático de una realidad superior, el mundo de las Ideas. De esta forma, el tiempo que marcan los astros en su perpetuo vaivén resulta la imagen móvil de la eternidad.