La nave estaba a punto de despegar, todos ya estábamos adentro, mientras ella veía por la ventana, como si buscara algo, con rostro serio y medio triste, se dio el aviso del despegue, y la nave empezó a elevarse, en eso aparece afuera una persona que viene corriendo como dirigiéndose a la nave, ella se dio cuenta que era él, aquella persona con la cual un día antes había peleado, su mejor amigo se quedaba en la tierra, mientras ella se iba a vivir a otra galaxia, tenía tan solo 12 años y no comprendía todavía el porqué de su partida, pero al ver que este se hacía cada vez más pequeño y ella se elevaba cada vez más, echó a llorar, lloró un buen rato, hasta que se cansó y sin darse cuenta ya estaba fuera de la tierra. Ella, su familia y demás personas acomodadas podían pagar el pasaje hacia su salvación, mientras que los que no podían hacerlo, tenían que quedarse a esperar su desgraciado fin, por el avance progresivo de la contaminación terrestre. Entonces la nave llegó a su destino, todos los pasajeros bajaron y tenían que hacer cola frente a un gran portón del nuevo planeta, para que fueran inspeccionados, por los porteros, porteros altos y de ojos azules. Era el turno de ella, le hicieron algunas preguntas y le dijeron “Bienvenida”, ella muy triste y con los ojos aún hinchados por tanto llorar les dijo “gracias”, entonces los porteros le dijeron “toma este vaso con agua y podrás pasar, ya está todo listo”, ella miró el vaso, y lo tomó de un sorbo, al terminar, sacó una gran sonrisa y se entusiasmó por vivir en el nuevo planeta “pasa” le dijeron, entró corriendo, ella había olvidado todos sus recuerdos que traía de la tierra.
Autor: Claudia
Cuento publicado el 24 de Febrero de 2016
La nave estaba a punto de despegar, todos ya estábamos adentro, mientras ella veía por la ventana, como si buscara algo, con rostro serio y medio triste, se dio el aviso del despegue, y la nave empezó a elevarse, en eso aparece afuera una persona que viene corriendo como dirigiéndose a la nave, ella se dio cuenta que era él, aquella persona con la cual un día antes había peleado, su mejor amigo se quedaba en la tierra, mientras ella se iba a vivir a otra galaxia, tenía tan solo 12 años y no comprendía todavía el porqué de su partida, pero al ver que este se hacía cada vez más pequeño y ella se elevaba cada vez más, echó a llorar, lloró un buen rato, hasta que se cansó y sin darse cuenta ya estaba fuera de la tierra. Ella, su familia y demás personas acomodadas podían pagar el pasaje hacia su salvación, mientras que los que no podían hacerlo, tenían que quedarse a esperar su desgraciado fin, por el avance progresivo de la contaminación terrestre. Entonces la nave llegó a su destino, todos los pasajeros bajaron y tenían que hacer cola frente a un gran portón del nuevo planeta, para que fueran inspeccionados, por los porteros, porteros altos y de ojos azules. Era el turno de ella, le hicieron algunas preguntas y le dijeron “Bienvenida”, ella muy triste y con los ojos aún hinchados por tanto llorar les dijo “gracias”, entonces los porteros le dijeron “toma este vaso con agua y podrás pasar, ya está todo listo”, ella miró el vaso, y lo tomó de un sorbo, al terminar, sacó una gran sonrisa y se entusiasmó por vivir en el nuevo planeta “pasa” le dijeron, entró corriendo, ella había olvidado todos sus recuerdos que traía de la tierra.