Los paréntesis, y las llaves, son signos que encierran una o más frases, o períodos, que aunque se relacionan con el tema del texto o de la oración no lo hacen directamente, o lo hacen de manera accesoria o incidental. También se utilizan para agregar algún dato complementario. Cuando el contenido entre paréntesis lo requiere, se considera como texto independiente a los efectos de su puntuación (incluyendo puntos suspensivos, o signos de interrogación, etc. salvo los propios paréntesis); aunque no se utilizará el punto y aparte, por cuanto deberá respetarse la continuidad del texto principal luego de cerrarlos.
También se utilizan los paréntesis, especialmente el cierre, detrás de los números o letras con que se ordena la sucesión de numerales o literales, especialmente en documentos de tipo académico o jurídico: 1°) ... 2°) ... 3°)... o a)... b)... c), etc. En algunos casos, los literales se encierran entre paréntesis: (a)... (b)... (c), etc
Ejemplos:
La joven (que. por cierto, era muy bonita) llegó con toda puntualidad
Vivieron un tiempo en Cali (Colombia)
Fue durante su Presidencia (1860-1865).
“La cuestión es entre la libertad y el despotismo” (Artigas).
El apóstrofe
El apóstrofe es un signo de puntuación que en diversos idiomas se utiliza especialmente para sustituir una vocal final en una palabra, para fusionarla con la siguiente (como en la expresión c'est en francés) ; y que en idioma español no tiene un empleo propio, aunque se usaba en el español antiguo y puede encontrarse en alguna edición de obras literarias clásicas.
Salvo en el caso muy excepcional en que puede asumir la función de comillas interiores, en un texto ya entrecomillado.
En algunas formas literarias de presentar el estilo de lenguaje de algunos personajes o ambientes, el apóstrote es utilizado para marcar la forma en que en el habla se unen la última vocal de una palabra - generalmente un artículo o un pronombre posesivo - con la primera vocal de la siguiente: Venga aquí, m'hijita —dijo el gaucho.
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Los paréntesis y las llaves
Los paréntesis, y las llaves, son signos que encierran una o más frases, o períodos, que aunque se relacionan con el tema del texto o de la oración no lo hacen directamente, o lo hacen de manera accesoria o incidental. También se utilizan para agregar algún dato complementario. Cuando el contenido entre paréntesis lo requiere, se considera como texto independiente a los efectos de su puntuación (incluyendo puntos suspensivos, o signos de interrogación, etc. salvo los propios paréntesis); aunque no se utilizará el punto y aparte, por cuanto deberá respetarse la continuidad del texto principal luego de cerrarlos.
También se utilizan los paréntesis, especialmente el cierre, detrás de los números o letras con que se ordena la sucesión de numerales o literales, especialmente en documentos de tipo académico o jurídico: 1°) ... 2°) ... 3°)... o a)... b)... c), etc. En algunos casos, los literales se encierran entre paréntesis: (a)... (b)... (c), etc
Ejemplos:
La joven (que. por cierto, era muy bonita) llegó con toda puntualidad
Vivieron un tiempo en Cali (Colombia)
Fue durante su Presidencia (1860-1865).
“La cuestión es entre la libertad y el despotismo” (Artigas).
El apóstrofe
El apóstrofe es un signo de puntuación que en diversos idiomas se utiliza especialmente para sustituir una vocal final en una palabra, para fusionarla con la siguiente (como en la expresión c'est en francés) ; y que en idioma español no tiene un empleo propio, aunque se usaba en el español antiguo y puede encontrarse en alguna edición de obras literarias clásicas.
Salvo en el caso muy excepcional en que puede asumir la función de comillas interiores, en un texto ya entrecomillado.
En algunas formas literarias de presentar el estilo de lenguaje de algunos personajes o ambientes, el apóstrote es utilizado para marcar la forma en que en el habla se unen la última vocal de una palabra - generalmente un artículo o un pronombre posesivo - con la primera vocal de la siguiente: Venga aquí, m'hijita —dijo el gaucho.