Cuando se descubrio el fuego que nos llamo la atencion
rodrigoflores14Vitrubio cuenta cómo “los hombres de épocas antiguas crecían como las fieras salvajes en bosques, cavernas y arboledas, y a duras penas se mantenían con alimentos silvestres. En cierto momento ocurrió que los gruesos y apiñados árboles, abofeteados por el viento y la tormenta, frotaron unas ramas con otras de tal modo que se prendieron fuego: los hombres que presenciaron esto se aterrorizaron y huyeron. Cuando las llamas se calmaron, se acercaron y notando el consuelo que traía a sus cuerpos el calor del fuego, echaron más leña y lo mantuvieron encendido al tiempo que llamaban a otros y se lo señalaban con signos que indicaban lo muy útil que podría ser. En esta reunión de hombres, se pronunciaron sonidos de diferente tono a los que, a través del continuo ejercicio diario, dieron el valor acostumbrado a las sílabas fortuitas. Luego, señalando las cosas de uso común, empezaron a hablar entre sí gracias a este accidente. Puesto que la invención del fuego trajo consigo el congreso de los hombres, y su consuelo juntos y su cohabitación, y puesto que ahora muchas personas se reúnen en un lugar, y además les ha sido dado un don por la naturaleza por encima de los otros animales, el de no caminar con la cabeza gacha, sino alta, y poder ver el esplendor del mundo y las estrellas; y puesto que podían hacer fácilmente lo que desearan con sus manos y dedos, algunos de los del grupo comenzaron a hacer techos de hojas, otros a cavar agujeros bajo las colinas, pero otros hicieron lugares para refugiarse a imitación de los nidos y edificios de las golondrinas con barro y zarzo. Luego, observando la construcción de otros, y añadiendo nuevas cosas por su propio razonamiento, llegaron con el tiempo alojamientos mejores. Y como los hombres eran de una naturaleza dócil e imitativa, vanagloriándose de sus invenciones diarias, se mostraban unos a otros los resultados de la edificación; y así, compitiendo en el empleo de sus habilidades, mejoraron gradualmente su raciocinio.”