Las amenazas pandémicas recientes han constituido un motivo de preocupación social internacional por encima incluso de sus daños para la salud y la vida de las personas. En casi todas ellas la respuesta ha sido o bien lenta y descoordinada o bien desproporcionada e impulsiva, desacreditándose las instituciones en su conjunto. Para controlar adecuadamente la segura aparición futura de este tipo de problemas se requiere un intenso esfuerzo de vigilancia, coordinación y actuación precoz, fundamentalmente en los lugares de origen.
Explicación:
La definición académica de “pandemia” incluye a la de epidemia (aparición repentina de una enfermedad que afecta a gran parte de la población) pero extendida a muchos países, convencionalmente a varios continentes o a ambos hemisferios, independientemente de la letalidad de la propia enfermedad. Como en el dicho tradicional, al igual que al elefante, se la reconoce más fácilmente que se la describe, puesto que no existe una definición operativa cerrada de pandemia. Por el contrario, para identificar las epidemias previamente conocidas sí se marca un umbral epidémico que corresponde a un múltiplo (generalmente dos o tres) de la incidencia promedio (número de casos nuevos por cada 100.000 habitantes) de un período anterior de referencia, por ejemplo un trienio.
En todo caso, la irrupción de una enfermedad nueva previamente desconocida o confinada a un ecosistema remoto, con alta letalidad (porcentaje de fallecidos entre los enfermos), que se propaga velozmente de persona a persona, traspasando fronteras regionales y nacionales, para la cual no haya vacuna ni tratamiento, constituye una amenaza pandémica, con independencia de que llegue a serlo o no, merced a las medidas de control aplicadas (o al propio azar).
Respuesta:
Las amenazas pandémicas recientes han constituido un motivo de preocupación social internacional por encima incluso de sus daños para la salud y la vida de las personas. En casi todas ellas la respuesta ha sido o bien lenta y descoordinada o bien desproporcionada e impulsiva, desacreditándose las instituciones en su conjunto. Para controlar adecuadamente la segura aparición futura de este tipo de problemas se requiere un intenso esfuerzo de vigilancia, coordinación y actuación precoz, fundamentalmente en los lugares de origen.
Explicación:
La definición académica de “pandemia” incluye a la de epidemia (aparición repentina de una enfermedad que afecta a gran parte de la población) pero extendida a muchos países, convencionalmente a varios continentes o a ambos hemisferios, independientemente de la letalidad de la propia enfermedad. Como en el dicho tradicional, al igual que al elefante, se la reconoce más fácilmente que se la describe, puesto que no existe una definición operativa cerrada de pandemia. Por el contrario, para identificar las epidemias previamente conocidas sí se marca un umbral epidémico que corresponde a un múltiplo (generalmente dos o tres) de la incidencia promedio (número de casos nuevos por cada 100.000 habitantes) de un período anterior de referencia, por ejemplo un trienio.
En todo caso, la irrupción de una enfermedad nueva previamente desconocida o confinada a un ecosistema remoto, con alta letalidad (porcentaje de fallecidos entre los enfermos), que se propaga velozmente de persona a persona, traspasando fronteras regionales y nacionales, para la cual no haya vacuna ni tratamiento, constituye una amenaza pandémica, con independencia de que llegue a serlo o no, merced a las medidas de control aplicadas (o al propio azar).