los personajes involucrados personajes, emisores y destinatarios, tanto reales como ficticios de la obra, ya que juega un papel importante en la plena comprensión de ésta. El emisor real de la obra sería el propio Garcilaso, que se desdobla en dos emisores ficticios, Salicio y Nemoroso, para expresar los sentimientos y el dolor que le aqueja en dos etapas distintas de su amor por Isabel Freyre. El destinatario real de la obra es Pedro de Toledo, Virrey de Nápoles, a quien dedica dos estancias y ocho versos. Los destinatarios ficticios son abundantes en la obra, aunque los dos principales serían las amadas, Galatea y Elisa, que unidas, representarían a Isabel Freyre, dama de la Reina Isabel de Portugal, de quien Garcilaso estaba profundamente enamorado. Galatea representa a Isabel en vida, mientras que Elisa la personifica una vez muerta. Cabe destacar que, aunque Garcilaso describa a Galatea como la dama que traicionó sus sentimientos hacia él y retrate a Elisa como la enamorada a la que le fue arrancada su feliz vida con su amado Nemoroso, Isabel Freyre nunca correspondió los sentimientos de Garcilaso. Otros destinatarios ficticios que aparecen en la obra son el propio Dios, a quien Nemoroso canta, y la diosa Lucina y la naturaleza por parte de Salicio.
los personajes involucrados
personajes, emisores y destinatarios, tanto reales como ficticios de la obra, ya que juega un papel importante en la plena comprensión de ésta. El emisor real de la obra sería el propio Garcilaso, que se desdobla en dos emisores ficticios, Salicio y Nemoroso, para expresar los sentimientos y el dolor que le aqueja en dos etapas distintas de su amor por Isabel Freyre. El destinatario real de la obra es Pedro de Toledo, Virrey de Nápoles, a quien dedica dos estancias y ocho versos. Los destinatarios ficticios son abundantes en la obra, aunque los dos principales serían las amadas, Galatea y Elisa, que unidas, representarían a Isabel Freyre, dama de la Reina Isabel de Portugal, de quien Garcilaso estaba profundamente enamorado. Galatea representa a Isabel en vida, mientras que Elisa la personifica una vez muerta. Cabe destacar que, aunque Garcilaso describa a Galatea como la dama que traicionó sus sentimientos hacia él y retrate a Elisa como la enamorada a la que le fue arrancada su feliz vida con su amado Nemoroso, Isabel Freyre nunca correspondió los sentimientos de Garcilaso. Otros destinatarios ficticios que aparecen en la obra son el propio Dios, a quien Nemoroso canta, y la diosa Lucina y la naturaleza por parte de Salicio.