Potencia mundial o gran potencia es el calificativo atribuido a un Estado o entidad política que tiene la capacidad de influir a escala mundial a través de su poderío militar o económico. Su influencia se ejerce sobre la diplomacia internacional: sus opiniones deben ser tenidas en cuenta por otras naciones antes de tomar una acción diplomática o militar. Una característica de una gran potencia es la habilidad de intervenir militarmente en cualquier lugar. Además, las grandes potencias poseen una influencia cultural que se manifiesta en forma de inversiones en partes menos desarrolladas del mundo.[6]
La noción de que estas potencias cumplen un papel de liderazgo en la política internacional es antigua y controvertida. La doctrina de la Responsabilidad de proteger es una manifestación de la aplicación de este liderazgo que provoca controversias entre analistas. Del mismo modo, existe un extenso debate sobre el fenómeno de las "potencias emergentes" que son estados que parece probable que obtengan el estatus de potencia mundial.[7]
En términos más actuales, una gran potencia puede ser un Estado con una economía fuerte, según su producto interno bruto, tomando en cuenta el valor monetario, el total de la producción corriente de bienes y servicios, una elevada población, y un poderoso ejército, incluyendo fuerzas aéreas, marítimas y satélites.[8]
Las guerras pueden constituir circunstancias especiales en las que se construye un nuevo orden mundial y se redistribuyen los privilegios entre los Estados. En estos conflictos, los Estados pueden hacer valer sus activos circunstanciales, simbólicos o morales para otorgarse un papel en dicho orden. Así, el estatus anterior de un Estado como potencia mundial, su contribución a una victoria y las consideraciones de otras entidades internacionales constituyen activos que lo ayudan a obtener los privilegios de las grandes potencias, y que eventualmente podrían contribuir a su reconocimiento como una potencia mundial, a pesar de sus capacidades inferiores. El caso de Francia durante y después de la Segunda Guerra Mundial, es representativo de este marco conceptual al ser un Estado relativamente débil que ganó un papel protagónico en un orden de posguerra.[9]
El equilibrio de poder mundial está cambiando, especialmente tras la pandemia de COVID-19 y la subsecuente crisis económica.[10] Se están presenciando los nuevos papeles que Alemania, Arabia Saudita, Brasil, India, Japón, Sudáfrica y otros Estados están ejerciendo en la política global.[11] En este contexto, la retórica de la competencia, amenaza con imponerse sobre los demás aspectos de la política exterior entre las potencias.[12][13] Sin embargo, la nueva era de la competencia entre las grandes potencias comenzó a tomar forma a partir del inicio de la era post-Guerra Fría.[14]
Por otra parte, en la cuarta revolución industrial —el desarrollo de la inteligencia artificial, los “ecosistemas tecnológicos nacionales” y la guerra informática— afectara la política de las grandes potencias. La dependencia de los avances tecnológicos obliga a los estados a intervenir activamente todos los sectores de la sociedad ya que la automatización altera la economía.[15]
La tabla a la derecha muestra una clasificación hipotética y muy limitada de las grandes potencias en la actualidad. Esta tabla representa esencialmente el poder duro de los diferentes países, es decir, el poder económico, militar y demográfico. No representa el poder blando, es decir, la influencia regional.
Respuesta:
Potencia mundial o gran potencia es el calificativo atribuido a un Estado o entidad política que tiene la capacidad de influir a escala mundial a través de su poderío militar o económico. Su influencia se ejerce sobre la diplomacia internacional: sus opiniones deben ser tenidas en cuenta por otras naciones antes de tomar una acción diplomática o militar. Una característica de una gran potencia es la habilidad de intervenir militarmente en cualquier lugar. Además, las grandes potencias poseen una influencia cultural que se manifiesta en forma de inversiones en partes menos desarrolladas del mundo.[6]
La noción de que estas potencias cumplen un papel de liderazgo en la política internacional es antigua y controvertida. La doctrina de la Responsabilidad de proteger es una manifestación de la aplicación de este liderazgo que provoca controversias entre analistas. Del mismo modo, existe un extenso debate sobre el fenómeno de las "potencias emergentes" que son estados que parece probable que obtengan el estatus de potencia mundial.[7]
En términos más actuales, una gran potencia puede ser un Estado con una economía fuerte, según su producto interno bruto, tomando en cuenta el valor monetario, el total de la producción corriente de bienes y servicios, una elevada población, y un poderoso ejército, incluyendo fuerzas aéreas, marítimas y satélites.[8]
Las guerras pueden constituir circunstancias especiales en las que se construye un nuevo orden mundial y se redistribuyen los privilegios entre los Estados. En estos conflictos, los Estados pueden hacer valer sus activos circunstanciales, simbólicos o morales para otorgarse un papel en dicho orden. Así, el estatus anterior de un Estado como potencia mundial, su contribución a una victoria y las consideraciones de otras entidades internacionales constituyen activos que lo ayudan a obtener los privilegios de las grandes potencias, y que eventualmente podrían contribuir a su reconocimiento como una potencia mundial, a pesar de sus capacidades inferiores. El caso de Francia durante y después de la Segunda Guerra Mundial, es representativo de este marco conceptual al ser un Estado relativamente débil que ganó un papel protagónico en un orden de posguerra.[9]
El equilibrio de poder mundial está cambiando, especialmente tras la pandemia de COVID-19 y la subsecuente crisis económica.[10] Se están presenciando los nuevos papeles que Alemania, Arabia Saudita, Brasil, India, Japón, Sudáfrica y otros Estados están ejerciendo en la política global.[11] En este contexto, la retórica de la competencia, amenaza con imponerse sobre los demás aspectos de la política exterior entre las potencias.[12][13] Sin embargo, la nueva era de la competencia entre las grandes potencias comenzó a tomar forma a partir del inicio de la era post-Guerra Fría.[14]
Por otra parte, en la cuarta revolución industrial —el desarrollo de la inteligencia artificial, los “ecosistemas tecnológicos nacionales” y la guerra informática— afectara la política de las grandes potencias. La dependencia de los avances tecnológicos obliga a los estados a intervenir activamente todos los sectores de la sociedad ya que la automatización altera la economía.[15]
La tabla a la derecha muestra una clasificación hipotética y muy limitada de las grandes potencias en la actualidad. Esta tabla representa esencialmente el poder duro de los diferentes países, es decir, el poder económico, militar y demográfico. No representa el poder blando, es decir, la influencia regional.
Alemania 1 4,4 7,1 2,6 0,2
Brasil 2,7 3,0 2,9 1,4 5,6
China 18,4 24,1 5,1 14 6,3
Estados Unidos 4,2 20,8 22,0 38 6,1
Francia 0,8 2,9 5,6 2,6 0,4
India 17,7 8,6 0,7 3,7 2
Italia 0,7 2,0 4,4 1,4 0,2
Japón 1,6 5,2 10,8 2,5 0,2
Reino Unido 0,8 2,9 5,4 2,5 0,2
Rusia 1,8 4,0 2,4 3,4 11
Explicación:
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