alejapalacios
Podría decirse que el morfema es la parte variable de una palabra, que está compuesta, desde el punto de vista gramatical, por morfemas y lexemas. El morfema aporta el valor gramatical y está siempre asociado al lexema, que tiene valor semántico. Tanto el morfema como el lexema pueden descomponerse en fonemas, las unidades mínimas de la fonología que no tienen significado (ya sea gramatical o semántico).
Es habitual que se hable de lo que son morfemas gramaticales. Estos podemos establecer que se pueden dividir en tres grandes grupos. Así, en concreto, nos topamos con los siguientes:
Morfemas de género. Son aquellos que, como su propio nombre indica, nos sirven para saber si la palabra en cuestión que tenemos ante nosotros está en masculino o en femenino.
Morfemas de número. En su caso, lo que hacen es servirnos para saber si un vocablo se encuentra en singular o bien en plural.
Desinencias. Bajo dicho nombre se encuentran los morfemas que se añaden al lexema de los verbos y que nos sirven para indicarnos tanto la persona como el tiempo, el modo o el número.
Es habitual que se hable de lo que son morfemas gramaticales. Estos podemos establecer que se pueden dividir en tres grandes grupos. Así, en concreto, nos topamos con los siguientes:
Morfemas de género. Son aquellos que, como su propio nombre indica, nos sirven para saber si la palabra en cuestión que tenemos ante nosotros está en masculino o en femenino.
Morfemas de número. En su caso, lo que hacen es servirnos para saber si un vocablo se encuentra en singular o bien en plural.
Desinencias. Bajo dicho nombre se encuentran los morfemas que se añaden al lexema de los verbos y que nos sirven para indicarnos tanto la persona como el tiempo, el modo o el número.