Como estudiante de ciencia política, me son familiares las discusiones en torno a cómo medir la democracia. Prácticamente la eterna discusión de cuáles son los mejores indicadores para medirla marca el pregrado de cualquier estudiante de mi especialidad. Es por ello que, ahora que ha saltado el debate de casa a columnas de opinión pública, me gustaría comentar algunas ideas.
Parece haber cierto consenso entre los académicos e intelectuales que la democracia en su sentido liberal -con derechos equitativos y participación a través de elecciones- es el mejor tipo de régimen político que la razón humana ha encontrado hasta ahora. ¿Por qué la democracia tendría que considerarse un “deber ser”? Tal vez un país que es democrático igual puede ir a la guerra o al descalabro económico como uno autoritario. Tal vez una democracia puede ser igual o más corrupta que el peor de los sultanismos. Sin embargo, un régimen democrático te brinda ciertos derechos y libertades mínimas que avalan el desempeño de los individuos. En otras palabras, una democracia no comete genocidios y, precisamente, no convierte al estado en una maquinaria represiva.
Hasta aquí todo bacán pero, ¿dónde está esa regla con la que se mide quién es democrático y quién no? ¿Qué hace que un país califique como democracia? Bienvenidos a uno de los debates más fuertes de la ciencia política contemporánea. Hay respuestas desde las más minimalistas, las cuales argumentan que lo mínimo para considerar a un estado democrático es que tenga elecciones libres cada cierto periodo de tiempo, como algunas más sustantivas, en dónde se necesita de cierto nivel socioeconómico o número de derechos sociales para llamar a un país democrático.
ViolethaGK
-Una forma de vida y convivencia que se basa en el respeto hacia las personas.
-Para que exista una convivencia beneficiosa el hombre debe desarrollar algunas actitudes: -Una participación comprometida -Respetuosa relación con los demas -Toma de decisiones responsables
Como estudiante de ciencia política, me son familiares las discusiones en torno a cómo medir la democracia. Prácticamente la eterna discusión de cuáles son los mejores indicadores para medirla marca el pregrado de cualquier estudiante de mi especialidad. Es por ello que, ahora que ha saltado el debate de casa a columnas de opinión pública, me gustaría comentar algunas ideas.
Parece haber cierto consenso entre los académicos e intelectuales que la democracia en su sentido liberal -con derechos equitativos y participación a través de elecciones- es el mejor tipo de régimen político que la razón humana ha encontrado hasta ahora. ¿Por qué la democracia tendría que considerarse un “deber ser”? Tal vez un país que es democrático igual puede ir a la guerra o al descalabro económico como uno autoritario. Tal vez una democracia puede ser igual o más corrupta que el peor de los sultanismos. Sin embargo, un régimen democrático te brinda ciertos derechos y libertades mínimas que avalan el desempeño de los individuos. En otras palabras, una democracia no comete genocidios y, precisamente, no convierte al estado en una maquinaria represiva.
Hasta aquí todo bacán pero, ¿dónde está esa regla con la que se mide quién es democrático y quién no? ¿Qué hace que un país califique como democracia? Bienvenidos a uno de los debates más fuertes de la ciencia política contemporánea. Hay respuestas desde las más minimalistas, las cuales argumentan que lo mínimo para considerar a un estado democrático es que tenga elecciones libres cada cierto periodo de tiempo, como algunas más sustantivas, en dónde se necesita de cierto nivel socioeconómico o número de derechos sociales para llamar a un país democrático.
-Para que exista una convivencia beneficiosa el hombre debe desarrollar algunas actitudes:
-Una participación comprometida
-Respetuosa relación con los demas
-Toma de decisiones
responsables