En uno de los edificios que integra la Sede de Investigación Universitaria reposan, bajo estrictas medidas sanitarias y de seguridad, 266 cerebros congelados o conservados en paraformaldehído.
El Neurobanco, el único de su tipo en el país y uno de los cuatro que operan en Latinoamérica nació hace 20 años con pacientes que sufren de Alzheimer propio de Antioquia. Los primeros pacientes y sus familias que fueron atendidas por investigadores de la Universidad accedieron a donar los cerebros para investigarlos.
“Gracias a ellos pudimos identificarlo (el Alzheimer), caracterizarlo e iniciar la investigación de otras enfermedades neurodegenerativas”, explica el doctor Andrés Villegas, director del Centro.
En uno de los edificios que integra la Sede de Investigación Universitaria reposan, bajo estrictas medidas sanitarias y de seguridad, 266 cerebros congelados o conservados en paraformaldehído.
El Neurobanco, el único de su tipo en el país y uno de los cuatro que operan en Latinoamérica nació hace 20 años con pacientes que sufren de Alzheimer propio de Antioquia. Los primeros pacientes y sus familias que fueron atendidas por investigadores de la Universidad accedieron a donar los cerebros para investigarlos.
“Gracias a ellos pudimos identificarlo (el Alzheimer), caracterizarlo e iniciar la investigación de otras enfermedades neurodegenerativas”, explica el doctor Andrés Villegas, director del Centro.