El urbanismo actualtiene aspectos de importancia para el ordenamiento, planificación y control del crecimiento de las ciudades y en casos especiales, para el diseño de nuevas ciudades.
Un aspecto fundamental es la planificación urbana estratégica que incluye el estudio de externalidades positivas para hacer los planteamientos de desarrollo interno tanto en lo económico como en lo social, lo cual influye en la manera de concebir la estructura urbana o distribución espacial de las actividades, sobre todo de las económicas.
Igualmente destaca la aplicación de criterios de sostenibilidad y prosperidad urbana.Estos aspectos inciden en la manera de abordar las zonas pobladas debido a la consideración de las siguientes características:
Mejorar la distribución de servios, por ejemplo, dotar de agua potable a toda la población, por lo que la densidad poblacional debe calcularse en función de la capacidad de distribución y dotación de agua.
Otra consideración es establecer las zonas de más vulnerabilidad (zonas de riesgo) para evitar que la ciudad crezca hacia esas zonas y así evitar consecuencia negativas como daños materiales y perdidas humanas ocasionadas por terremotos, erupciones volcánicas, inundaciones, entre otras.
Se considera más que antes, el diseño urbano como herramienta asociada a la planificación y busca darle mejor imagen y funcionalidad a las ciudades.
La gestión ambiental toma relevancia, pues se busca ciudades más verdes, con menos contaminación atmosférica, más relacionada con los recursos naturales.
La tecnología empieza a jugar un papel importante en el urbanismo actual pues se busca tener ciudades inteligentes, en las que no solo el control del transito sea mas eficiente, sino que el transporte sea expedito, económico y no contaminante. También se está implementando el alumbrado publico con paneles solares para comenzar a minimizar el gasto energético actual.
En función de la cantidad de personas de una zona, el urbanismo actual tiende a regular los usos del suelo para evitar que crezca de manera desproporcionada a los servicios y el equipamiento, de aquí que además de actualizar las normas, se formulen planes urbanos para mejorar (rehabilitar, conservar o renovar) zonas que son catalogadas como deprimidas o sub-utilizadas, lo que trae como consecuencia, en algunos casos, cambios radicales en la forma de la ciudad y los usos del suelo.
Los cambios en principio pueden ser drásticos pero a plazos las consecuencias son positivas pues lo que se busca es rescatar espacios urbanos y darles el uso adecuado o revivir un uso que estaba en detrimento.
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El urbanismo actual tiene aspectos de importancia para el ordenamiento, planificación y control del crecimiento de las ciudades y en casos especiales, para el diseño de nuevas ciudades.
Un aspecto fundamental es la planificación urbana estratégica que incluye el estudio de externalidades positivas para hacer los planteamientos de desarrollo interno tanto en lo económico como en lo social, lo cual influye en la manera de concebir la estructura urbana o distribución espacial de las actividades, sobre todo de las económicas.
Igualmente destaca la aplicación de criterios de sostenibilidad y prosperidad urbana. Estos aspectos inciden en la manera de abordar las zonas pobladas debido a la consideración de las siguientes características:
En función de la cantidad de personas de una zona, el urbanismo actual tiende a regular los usos del suelo para evitar que crezca de manera desproporcionada a los servicios y el equipamiento, de aquí que además de actualizar las normas, se formulen planes urbanos para mejorar (rehabilitar, conservar o renovar) zonas que son catalogadas como deprimidas o sub-utilizadas, lo que trae como consecuencia, en algunos casos, cambios radicales en la forma de la ciudad y los usos del suelo.
Los cambios en principio pueden ser drásticos pero a plazos las consecuencias son positivas pues lo que se busca es rescatar espacios urbanos y darles el uso adecuado o revivir un uso que estaba en detrimento.