-El pequeño niño que tenía 2 años se cayó al suelo, su muy buena mamá lo ayudó. Cogió un suave pañuelo y le limpió las mojadas lágrimas y sentó al pequeño niño de 2 años en asiento muy cómodo. El bebé le dio un fuerte abrazo a su bella madre. Después de unos minutos vino su alto padre con su carro rojo. El niño lo miró y quiso que su fuerte padre lo cargara.