En 1490, luego de que en la Batalla de Chocontá murieran el zipa Saguamanchica y el zaqueMichuá, y a pesar de que el ejército del zipa había ganado la batalla, el joven Nemequene, recién posesionado cono nuevo zipa de Bacatá, quiso continuar la confrontación contra el nuevo zaque,Quemuenchatocha, y hacerlo tributario del Zipazgo. Sin embargo, las condiciones no eran favorables para la continuación de una guerra tan extenuante para ambos ejércitos. Por otra parte, los panches y los sutagaos se habían rebelado de nuevo, y atacaban las fronteras del Zipazgo. Sobre este punto, los uzaques, "caballeros más nobles del reino", aconsejaron a Nemequene que disciplinara a los güechas jóvenes enviándolos a la lucha contra los enemigos externos, para luego sojuzgar también a los caciques rebeldes al interior del Zipazgo. Para esto, Nemequene nombró a su sobrino y heredero, el psihipqua (príncipe) Tisquesusa, como general del ejército de Bacatá.4
Tisquesusa, al mando de 40.000 güechas, marchó por entre la senda de Tibacuy y Pasca para atacar a los sutagaos mientras se fortificaban y guarnicionaban las fronteras de los panches. El cacique de Fusagasugá, al enterarse de la cercanía de Tisquesusa, intentó huir, dejando a su ejército desorganizado. Sin embargo, Tisquesusa le capturó y ejecutó. Posteriormente, Tisquesusa dejó en Tibacuy una guarnición de güechas y partió para Bacatá cargado con un inmenso botín.5
Mientras Tisquesusa se enfrentaba a los sutagaos de Fusagasugá, el zipa Nemequene estaba en plena batalla contra los panches. Esta situación de desorden fue aprovechada por el cacique de Zipaquirá para aliarse con los de Ubaté y Guatavita en una nueva rebelión al interior del Zipazgo. Sin embargo, Nemequene alcanzó a reunir a 16.000 de sus mejores güechas con los que marchó a Zipaquirá, derrotando definitivamente al cacique rebelde. Luego de esta batalla, Nemequene regresó triunfante a Bacatá.6
En 1490, luego de que en la Batalla de Chocontá murieran el zipa Saguamanchica y el zaqueMichuá, y a pesar de que el ejército del zipa había ganado la batalla, el joven Nemequene, recién posesionado cono nuevo zipa de Bacatá, quiso continuar la confrontación contra el nuevo zaque,Quemuenchatocha, y hacerlo tributario del Zipazgo. Sin embargo, las condiciones no eran favorables para la continuación de una guerra tan extenuante para ambos ejércitos. Por otra parte, los panches y los sutagaos se habían rebelado de nuevo, y atacaban las fronteras del Zipazgo. Sobre este punto, los uzaques, "caballeros más nobles del reino", aconsejaron a Nemequene que disciplinara a los güechas jóvenes enviándolos a la lucha contra los enemigos externos, para luego sojuzgar también a los caciques rebeldes al interior del Zipazgo. Para esto, Nemequene nombró a su sobrino y heredero, el psihipqua (príncipe) Tisquesusa, como general del ejército de Bacatá.4
Tisquesusa, al mando de 40.000 güechas, marchó por entre la senda de Tibacuy y Pasca para atacar a los sutagaos mientras se fortificaban y guarnicionaban las fronteras de los panches. El cacique de Fusagasugá, al enterarse de la cercanía de Tisquesusa, intentó huir, dejando a su ejército desorganizado. Sin embargo, Tisquesusa le capturó y ejecutó. Posteriormente, Tisquesusa dejó en Tibacuy una guarnición de güechas y partió para Bacatá cargado con un inmenso botín.5
Mientras Tisquesusa se enfrentaba a los sutagaos de Fusagasugá, el zipa Nemequene estaba en plena batalla contra los panches. Esta situación de desorden fue aprovechada por el cacique de Zipaquirá para aliarse con los de Ubaté y Guatavita en una nueva rebelión al interior del Zipazgo. Sin embargo, Nemequene alcanzó a reunir a 16.000 de sus mejores güechas con los que marchó a Zipaquirá, derrotando definitivamente al cacique rebelde. Luego de esta batalla, Nemequene regresó triunfante a Bacatá.6