TEHERAN, Irán (AP) — Los seguidores de la religión minoritaria zoroastriana iraní se reunieron después de la puesta del sol para conmemorar el Sadé, una antigua fiesta que data del pasado preislámico de Irán y que también comienza a atraer nuevo interés entre los musulmanes.
Sacerdotes zoroastrianos, vestidos de blanco como señal de pureza, recitaron el martes versos del Avesta, el libro sagrado de esta religión, ante más de 2.000 personas.
Hombres y mujeres vestidos a la manera tradicional llevaban antorchas y encendieron una enorme hoguera en las afueras de Teherán mientras numerosos jóvenes bailaban.
El Sadé, la celebración de la creación del fuego, se celebra desde la antigüedad cuando el zoroastrismo era la religión dominante en el poderoso imperio persa.
El zoroastrismo perdió su dominio después que los árabes musulmanes invadieron y conquistaron Persia en el siglo VII. En la actualidad, la mayoría de los 75 millones de habitantes de Irán son musulmanes chiíes y la clase gobernante está liderada por clérigos que predican una versión estricta del islam.
Después que la revolución de 1979 llevó al poder a islámicos de línea dura, muchos zoroastrianos emigraron a Estados Unidos y las autoridades iraníes presionaron fuertemente a la religión para que no realizara sus festivales.
Actualmente quedan unos 20.000 zoroastrianos, en comparación con 300.000 en la década de 1970, cuando muchos se fueron a territorio estadounidense. Los zoroastrianos forman una pequeña parte de la población no islámica de Irán, la cual incluye 150.000 cristianos y 15.000 judíos.
Aunque los zoroastrianos son los que han celebrado tradicionalmente la fiesta del fuego, muchos iraníes musulmanes participaron el martes en el festival.
“Este festival promueve la amistad y la felicidad. La celebración es una oportunidad para agradecer a Dios la creación del fuego. La luz y el calor del fuego llevan afecto a las comunidades. Por esa razón estamos aquí”, dijo el sacerdote zoroastriano Sohrab Hengami.
TEHERAN, Irán (AP) — Los seguidores de la religión minoritaria zoroastriana iraní se reunieron después de la puesta del sol para conmemorar el Sadé, una antigua fiesta que data del pasado preislámico de Irán y que también comienza a atraer nuevo interés entre los musulmanes.
Sacerdotes zoroastrianos, vestidos de blanco como señal de pureza, recitaron el martes versos del Avesta, el libro sagrado de esta religión, ante más de 2.000 personas.
Hombres y mujeres vestidos a la manera tradicional llevaban antorchas y encendieron una enorme hoguera en las afueras de Teherán mientras numerosos jóvenes bailaban.
El Sadé, la celebración de la creación del fuego, se celebra desde la antigüedad cuando el zoroastrismo era la religión dominante en el poderoso imperio persa.
El zoroastrismo perdió su dominio después que los árabes musulmanes invadieron y conquistaron Persia en el siglo VII. En la actualidad, la mayoría de los 75 millones de habitantes de Irán son musulmanes chiíes y la clase gobernante está liderada por clérigos que predican una versión estricta del islam.
Después que la revolución de 1979 llevó al poder a islámicos de línea dura, muchos zoroastrianos emigraron a Estados Unidos y las autoridades iraníes presionaron fuertemente a la religión para que no realizara sus festivales.
Actualmente quedan unos 20.000 zoroastrianos, en comparación con 300.000 en la década de 1970, cuando muchos se fueron a territorio estadounidense. Los zoroastrianos forman una pequeña parte de la población no islámica de Irán, la cual incluye 150.000 cristianos y 15.000 judíos.
Aunque los zoroastrianos son los que han celebrado tradicionalmente la fiesta del fuego, muchos iraníes musulmanes participaron el martes en el festival.
“Este festival promueve la amistad y la felicidad. La celebración es una oportunidad para agradecer a Dios la creación del fuego. La luz y el calor del fuego llevan afecto a las comunidades. Por esa razón estamos aquí”, dijo el sacerdote zoroastriano Sohrab Hengami.