Cuáles son las consecuencias negativas de la aglomeración humana
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CONSECUENCIAS DE LA AGLOMERACION URBANAMuchas veces nos sorprende pensar la forma de cómo crece una ciudad, los motivos ligados a este fenómeno puede atribuirse a diferentes razones, ya sea por la falta de empleo para mejorar la condición económica o en busca de escuelas para la continuación de los estudios, por lo que el resultado es el aumento de la población.
El aumento de población desarrolla muchos problemas en una ciudad, problemas de espacios, de salud, sociales, etc. Sin embargo, son los problemas sociales los que más trascienden, debido a que presentas en muchas personas el síntoma de la aglomeración, percepción subjetiva del individuo a cerca de las situaciones que implican densidad, afectando principalmente la salud y los procesos sociales. Estos procesos se experimentan a diario sobre todo en el centro de la ciudad, en las vías principales donde se transita, las largas esperas en un lugar, las larguísimas colas en un departamento comercial, etc.
Stanley Milgram (1979 en Holahan 2004) explica que ante el fenómeno de aglomeración las personas se sobrecargan de información proveniente de tres fuentes: 1. un número alto de personas, 2. alta densidad de la población, y 3. una población muy heterogénea. Es decir, la cantidad de información que proviene de estos factores es muy abundante, por lo que las personas no poseen la capacidad mental para procesarla toda, por lo que se desesperan, no quieren que nadie se dirija a ellos, aislándose socialmente, lo cual hace que frente aun proceso social, se vuelvan indiferentes.
Pero ¿de dónde surge l aglomeración?, como podemos ver de lo anterior, parece ser que la aglomeración es una consecuencia del estrés urbano frente al cual las personas reaccionan ante una adaptación, pero, las respuestas no siempre son buenas.
El autor Hans Seyle (1956, 1973, 1976, en Holahan 2004) distingue tres etapas de respuesta ante condiciones de estrés que en conjunto se denominan Síndrome de Adaptación General (o GAS por su nombre en inglés: general adaptation syndrome); este síndrome consiste en “el esfuerzo del cuerpo por seguir funcionando de forma estable mientras se encuentra sometido a stress,” (Holahan 2004, p. 187).
¿Nos podemos familiarizar?, la primera etapa de reacción es de alarma, nuestro cuerpo experimenta un incremento del ritmo cardiaco, de la presión arterial, secretamos adrenalina, es decir, estamos en el proceso de adaptación, sin embargo, este proceso implica muchos tipos de respuestas por parte de nuestro cuerpo, las que nos levan al agotamiento.
Muchos de estos procesos que experimentamos a diario de la vida urbana, no siempre las terminamos controlando como quisiéramos, por lo que como consecuencia, más que ser un problema físico, es un problema emocional que nos conduce a experimentar sentimientos de desesperanza.
¿Cuál es el problema principal?
El cierre de nuestros sentidos a las sensaciones provocadas por el mundo natural, ocasiona que no seamos consientes de nuestra existencia en ecosistemas físicos y nos adaptemos fácilmente al deterioro ecológico. El problema de esta adaptación es que la calidad de la vida humana se degrada progresivamente, minimizando las oportunidades de desarrollo físico y mental de las generaciones futuras. Podríamos hacer algunas pausas en lugares que aún se conservan naturales, como los parques, las playas, los espacios en donde aún se trata de conservar la naturaleza o mejor dicho donde ésta lucha por sobrevivir ante el descuido del hombre, por lo que se debería procurar ser agentes ecológicos activos capaces de reconocer la belleza y las necesidades de otros seres vivientes, y de abstenernos de realizar conductas que pueden perjudicar su subsistencia tales como arrojar basura en sitios inapropiados, arrancar plantas o flores de la tierra y encerrar las aves silvestres en jaulas. Ya que participar en estas actividades a diario podría minimizar cambios emocionales y espirituales que estarán fundamentados en el respeto a la vida y la diversidad. Se trata de cultivar los frutos mentales, emocionales y espirituales necesarios para mitigar un poco el estrés en el que vivimos y lograr la sosteninibilidad del planeta.
En las situaciones que se han venido describiendo es donde se puede observar la necesidad de masificar una disciplina que como la Psicología ambiental se convierte en elemento fundamental para la promoción y fomento de la cultura ambiental, inicialmente para el cuidado y protección del medio ambiente, pero además para desarrollar campañas psicológicas ambientales con ese alto porcentaje de la población que no tiene la posibilidad de decidir y tomar decisiones respecto al medio físico donde ha de interrelacionarse y el cual, lo más seguro, puede ser objeto de trastorno psicológicos ambientales, actitudes ambientales negativas como resultado de una interacción con el medio físico poco grata por el estrés, la aglomeración, la contaminación y una serie de factores que propician la ciudad.
El aumento de población desarrolla muchos problemas en una ciudad, problemas de espacios, de salud, sociales, etc. Sin embargo, son los problemas sociales los que más trascienden, debido a que presentas en muchas personas el síntoma de la aglomeración, percepción subjetiva del individuo a cerca de las situaciones que implican densidad, afectando principalmente la salud y los procesos sociales. Estos procesos se experimentan a diario sobre todo en el centro de la ciudad, en las vías principales donde se transita, las largas esperas en un lugar, las larguísimas colas en un departamento comercial, etc.
Stanley Milgram (1979 en Holahan 2004) explica que ante el fenómeno de aglomeración las personas se sobrecargan de información proveniente de tres fuentes: 1. un número alto de personas, 2. alta densidad de la población, y 3. una población muy heterogénea. Es decir, la cantidad de información que proviene de estos factores es muy abundante, por lo que las personas no poseen la capacidad mental para procesarla toda, por lo que se desesperan, no quieren que nadie se dirija a ellos, aislándose socialmente, lo cual hace que frente aun proceso social, se vuelvan indiferentes.
Pero ¿de dónde surge l aglomeración?, como podemos ver de lo anterior, parece ser que la aglomeración es una consecuencia del estrés urbano frente al cual las personas reaccionan ante una adaptación, pero, las respuestas no siempre son buenas.
El autor Hans Seyle (1956, 1973, 1976, en Holahan 2004) distingue tres etapas de respuesta ante condiciones de estrés que en conjunto se denominan Síndrome de Adaptación General (o GAS por su nombre en inglés: general adaptation syndrome); este síndrome consiste en “el esfuerzo del cuerpo por seguir funcionando de forma estable mientras se encuentra sometido a stress,” (Holahan 2004, p. 187).
¿Nos podemos familiarizar?, la primera etapa de reacción es de alarma, nuestro cuerpo experimenta un incremento del ritmo cardiaco, de la presión arterial, secretamos adrenalina, es decir, estamos en el proceso de adaptación, sin embargo, este proceso implica muchos tipos de respuestas por parte de nuestro cuerpo, las que nos levan al agotamiento.
Muchos de estos procesos que experimentamos a diario de la vida urbana, no siempre las terminamos controlando como quisiéramos, por lo que como consecuencia, más que ser un problema físico, es un problema emocional que nos conduce a experimentar sentimientos de desesperanza.
¿Cuál es el problema principal?
El cierre de nuestros sentidos a las sensaciones provocadas por el mundo natural, ocasiona que no seamos consientes de nuestra existencia en ecosistemas físicos y nos adaptemos fácilmente al deterioro ecológico. El problema de esta adaptación es que la calidad de la vida humana se degrada progresivamente, minimizando las oportunidades de desarrollo físico y mental de las generaciones futuras. Podríamos hacer algunas pausas en lugares que aún se conservan naturales, como los parques, las playas, los espacios en donde aún se trata de conservar la naturaleza o mejor dicho donde ésta lucha por sobrevivir ante el descuido del hombre, por lo que se debería procurar ser agentes ecológicos activos capaces de reconocer la belleza y las necesidades de otros seres vivientes, y de abstenernos de realizar conductas que pueden perjudicar su subsistencia tales como arrojar basura en sitios inapropiados, arrancar plantas o flores de la tierra y encerrar las aves silvestres en jaulas. Ya que participar en estas actividades a diario podría minimizar cambios emocionales y espirituales que estarán fundamentados en el respeto a la vida y la diversidad. Se trata de cultivar los frutos mentales, emocionales y espirituales necesarios para mitigar un poco el estrés en el que vivimos y lograr la sosteninibilidad del planeta.
En las situaciones que se han venido describiendo es donde se puede observar la necesidad de masificar una disciplina que como la Psicología ambiental se convierte en elemento fundamental para la promoción y fomento de la cultura ambiental, inicialmente para el cuidado y protección del medio ambiente, pero además para desarrollar campañas psicológicas ambientales con ese alto porcentaje de la población que no tiene la posibilidad de decidir y tomar decisiones respecto al medio físico donde ha de interrelacionarse y el cual, lo más seguro, puede ser objeto de trastorno psicológicos ambientales, actitudes ambientales negativas como resultado de una interacción con el medio físico poco grata por el estrés, la aglomeración, la contaminación y una serie de factores que propician la ciudad.